Dulce rutina en Fuente La Lancha

Dulce rutina en Fuente La Lancha

Los cuencos de cerámica se regalaban con el cocido matancero, esta mañana en Fuente La Lancha.

Lo mismo que el año pasado consideramos espontaneidad y encanto, esta vez lo vemos como improvisación y rutina. La falta de autocrítica que tantas veces nos invade suele devenir en un conformismo complaciente con la generosidad del visitante, un inmovilismo que conduce a no corregir los errores creyendo que bastante se ofrece ya al forastero con formar este teatrillo de nostalgias sin refinar, hecho de imitación y sin bríos. Si hay que aguardar media hora de cola bajo el sol para conseguir un cuenco de "cocido matancero" o una rosquilla con azúcar, si en todo el recinto festivo no se puede comer otra cosa que garbanzos, si los grupos actuantes han de hacerlo sin tan siquiera una compasiva lona que los privara del sol de justicia que azotaba esta tarde la plaza de Sotomayor y Zúñiga, si, en fin, lo que hay que ver deja de estar expuesto a media jornada, el público acabará refugiándose en las sombras aunque ello le impida disfrutar del buen hacer de los intérpretes y danzantes, yéndose a comer a otro lugar con más oferta o volviendo a su casa con el decepcionante halo de frustración de quien guardaba un buen recuerdo y pensaba que siempre sería igual.


Llama la atención el colorido de los vestidos del cuadro de danza y jotas de Alcaracejos.


Pedroche era el pueblo invitado en esta ocasión.


Haciendo barquillos.


Muestra de repostería tradicional.


Sirviendo un cuenco de cocido matancero.


Repartiendo rosquillas.


La Peña del Auto Sacramental de los Reyes Magos de El Viso, a pleno sol.


"Jotas de Pedroche". Actuación de la Agrupación Músico Cultural Gachera, esta mañana [Más]