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Obras de caridad


Autobús de la empresa Socibus.

El lado perverso de la caridad es que da por satisfechas necesidades que, sin embargo, sólo han sido cubiertas misérrimamente. A muchos agrada este modo falso de reparar injusticias, porque exige agradecimiento a cambio y tranquiliza la conciencia del donante, pero, en realidad, su práctica supone una rémora para el damnificado, pues retrasa o impide auténticas soluciones o, en su caso, el estallido de una revolución reparadora. En ámbitos más graves, tenemos ejemplos todos los días, pero ahora quiero referirme a una circunstancia ligera que nos afecta.

Hace dos meses dejó de funcionar la línea de autobuses entre Madrid y Peñarroya que hacía ruta por Los Pedroches y que significaba el último enlace de la comarca con cualquier punto geográfico extraprovincial. El pasado 16 de noviembre, la empresa Socibus, no sabemos en base a qué acuerdos empresariales (aunque los imaginamos), retomó de nuevo este servicio, que fue saludado con satisfacción por algunos dirigentes políticos y que, sin embargo, no puede sino ser considerado una manifestación grosera de caridad y no el cumplimiento estricto de una demanda ciudadana. Basta ver los horarios para advertir que un viajero que salga de Villanueva del Duque a las 8:00 horas no llegará a Madrid hasta las 14:50 (¡siete horas!) y ello debido a que el enlace con los pueblos de Los Pedroches representa un ejercicio piadoso a partir de una extensión ortopédica de la ruta Madrid-Córdoba, que supone para un viajero que venga de Madrid a El Viso tener que hacer escala previamente en Córdoba o que de Pozoblanco hasta Añora (cinco kilómetros) el autobús tarde dos horas en llegar. Oficialmente, los ciudadanos de Los Pedroches ya pueden viajar a la capital del Reino, pero, sin saberlo ellos, el resultado no obedece a ese ejercicio de justicia social que exige prestar unos servicios mínimamente dignos incluso a los territorios más aislados, sino a una obra de caridad, que calma el remordimiento de algunas conciencias y encima exige agradecimiento.


Horarios y precios (pinchar para ver más grande).

1 comentarios :

Anónimo | domingo, noviembre 25, 2012 12:59:00 p. m.

Eso es lo que les pasa a los pueblos dóciles y bien domados, que se conforman con la caridad y no exigen derechos.

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