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Benito García y el riesgo de la huida hacia adelante

En el transcurso del pleno extraordinario celebrado el lunes en Pozoblanco, Benito García de Torres, que presidía la sesión por incompatibilidad del alcalde con los asuntos tratados, expulsó del salón de plenos a la concejala no adscrita, Josefa Márquez, tras llamarla al orden en tres ocasiones. El teniente de alcalde ya había advertido premonitoriamente de esta intención al comenzar el debate en torno a la resolución del expediente de exigencia de responsabilidad patrimonial contra Baldomero García, leyendo los artículos correspondientes del Real Decreto 2568/1986, de 28 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de organización, funcionamiento y régimen jurídico de las Entidades locales (conocido como ROF). Su intención era evitar que el transcurso del pleno se convirtiera de nuevo en el "circo" (según expresión que gusta a algunos representantes políticos pozoalbenses) que últimamente contemplan atónitos los ciudadanos de Pozoblanco.

El amparo legal para tan drástica decisión (que repugna a la conciencia democrática y sólo debería utilizarse en casos extremos) fue el artículo 95 del ROF, que reza en su literalidad:

1. El Alcalde o Presidente podrá llamar al orden a cualquier miembro de la Corporación que:

a. Profiera palabras o vierta conceptos ofensivos al decoro de la Corporación o de sus miembros, de las instituciones públicas o de cualquier otra persona o entidad.
b. Produzca interrupciones o, de cualquier otra forma, altere el orden de las sesiones.
c. Pretenda hacer uso de la palabra sin que le haya sido concedida o una vez que le haya sido retirada.

2. Tras tres llamadas al orden en la misma sesión, con advertencia en la segunda de las consecuencias de una tercera llamada, el Presidente podrá ordenarle que abandone el local en que se esté celebrando la reunión, adoptando las medidas que considere oportunas para hacer efectiva la expulsión.

La concejala no adscrita, en su turno de palabra correspondiente, y tras un primer escarceo formal, comenzó a solicitar la creación de una comisión de investigación, "formada por peritos independientes", que depurara las responsabilidades del caso objeto de debate. Apenas al minuto y medio de discurso, el presidente la conminó a ceñirse "al dictamen que estamos tratando y no hacer sugerencias de creación de comisiones, que no es el asunto del orden del día". Como la concejala, estimando que su propuesta estaba referida al asunto tratado, continuara con su propuesta de creación de comisión, Benito García la llamó al orden por primera vez, apenas a los dos minutos de intervención. Como aquella persistiera en su intención, este la llamó al orden por segunda vez. "Yo quiero que tome nota todo el pueblo de Pozoblanco de lo que tenemos como primer teniente de alcalde. Es una vergüenza lo que hay aquí", afirmó entonces Josefa Márquez. Y, sin mediar más argumentación, el presidente de la sesión la llamó al orden por tercera vez, suspendió el pleno temporalmente y rogó a la interpelada que abandonara el salón de plenos. La poco edificante secuencia puede escucharse completa aquí:


[Sonido tomado de ABC Punto Radio Pozoblanco. El pleno completo puede escucharse aquí.]

En mi opinión, la actuación de Benito García resultó desmesurada y totalmente improcedente por no ajustarse a ninguno de los supuestos que el artículo 95 del ROF recoge como motivo de apercibimiento. La concejala expulsada no atentó contra el decoro de la Corporación, ni interrumpió el orden de la sesión (antes bien, fue ella la interrumpida reiteradamente), ni hizo uso de la palabra fuera del turno que le había sido concedido. En ningún artículo del ROF se legisla sobre lo que el participante en el debate puede o no exponer en su intervención ni concede al presidente la facultad de establecerlo arbitrariamente. La norma y el sentido común dictan que el portavoz pueda emplear el tiempo asignado en la argumentación que considere oportuna, siempre dentro de la corrección formal exigible a un corporativo. Josefa Márquez, por lo demás, no se apartó del tema afectado, aunque al criterio no razonado de Benito García le pareciera otra cosa.

No juzgo ahora el acierto o no de la concejala en su exposición, ni la ética política que sustenta su permanencia como concejala en el Ayuntamiento de Pozoblanco. Lo que resulta de todo punto rechazable es la grave ligereza con la que el presidente de un pleno municipal privó de la libertad de argumentar (y de votar) a uno de sus miembros electos, sin motivos legales ni justificables de ningún modo. Como los malos profesores, ante el temor a un tumulto y pretendiendo un escarmiento ejemplar, Benito optó por expulsar de la clase al primer discípulo díscolo, pero los docentes sabemos bien que así no se consigue la autoridad ni el respeto ante el alumnado. Al contrario, actuaciones como esta restan crédito a la clase política, que no anda sobrada de él, porque tras este proceder cualquier observador podría sospechar un comportamiento forzado por rencores personales derivados de una antigua militancia común cuya fractura no ha sido suficientemente aclarada, pero, en cualquier caso, ajenos a la cuestión efectivamente debatida y al desarrollo formal de la discusión. El suceso no me parece anecdótico, sino principal, porque el respeto a la argumentación ajena, incluso aunque nos desagrade profundamente, resulta consustancial al siempre frágil equilibrio democrático y cualquier actuación que conduzca en dirección contraria constituye un atentado a la libertad que nunca será gratuito, sino que traerá peligrosas consecuencias.

"Espero que se levanten todos, porque es una vergüenza", dijo Josefa Márquez cuando abandonaba el salón, solicitando la solidaridad de los presentes. Pero nadie se levantó.

7 comentarios :

Anónimo | miércoles, marzo 13, 2013 12:16:00 p. m.

Yo opino Sr. Antonio Merino: Que desde el principio del debate ,se ve, que tanto el uno como el otro no se aguantan ni lo más mínimo.
Al Sr. Benito no le gusta que su excompañera le pida Comisiones de investigación, yo no sé sivenian a cuento o no, y el presidente del Pleno la llama al orden. Ella sigue con su petición de Comisión y el vuelve a llamarla al orden. En ese momento, la concejala se implica en el apartado (a) del Art. 95 del ROF, vertiendo conceptos ofensivos al Presidente del Pleno y por consiguiente el Sr. Benito aplica el Reglamento

Anónimo | miércoles, marzo 13, 2013 1:39:00 p. m.

Benito en este caso es juez y parte, Pepa entra al trapo y actúa como outsider.
Es un nuevo capitulo del culebrón, pero es una pena que otros muchos episodios no hayan tenido la suficiente difusión.
Benito aún no ha encontrado la horma de su zapato, ni Emiliano, ni Baldomero, ni Pablo y ni mucho menos Pepa pueden pararle los pies, todos han acabado discrepando de sus modos y maneras, pero entraron en su juego.
Lo que se debatía en este Pleno es mucho más importante que el circo en el que se convierte. Benito García y su grupo finalmente se abstuvieron en el asunto de la exigencia de responsabilidad al anterior alcalde Baldomero García. y esto es lo que realmente repugna, a la hora de la verdad, ha cambiado de criterio sobre uno de los asuntos que utilizó en su campaña electoral y en la presentación de la moción de censura, haciendo que todo quede en agua de borrajas.
Esto más que una huida hacia adelante es un abandono total.
En el otro asunto te pregunto ¿Alguna vez se ha ido toda la clase cuando han expulsado a alguno injustamente? ¿ Rectifica el profesor si se levanta toda la clase?.
Es el principio de autoridad: cuando recae sobre los más débiles suelen ser los más crueles.

Anónimo | miércoles, marzo 13, 2013 2:03:00 p. m.

Hay quien, todavía, no sabe distinguir entre autoridad y autoritarismo, como hay quien conduce sus pasos movido por el rencor.

Anónimo | miércoles, marzo 13, 2013 6:07:00 p. m.

"optó por expulsar de la clase al primer discípulo díscolo"

¿Usted cree de verdad que si hubiera sido otro el supuesto "discípulo díscolo" lo hubiera echado de la clase? ¿No puede ser, tal vez, que contra el "discípulo díscolo" de esta ocasión haya un gigantesco (y recíproco) rencor, que padecen y domina a estos dos sujetos, y que es tan patente, tan indisimulable, tan grande y tan denso que se podría pesar, y ante el que todo el pueblo estamos asistiendo como atónitos espectadores?

Anónimo | jueves, marzo 14, 2013 8:41:00 a. m.

¿Y cuanta responsabilidad tiene el Sr. alcalde de Pozoblanco, Pablo Carrillo en todo este circo que está sumiendo a Pozoblanco en el descredito y en la ruina total?. Pues casi toda, porque a pesar de los avisos, de su propio partido en primer lugar, para no pactar con el Sr. Benito Garcia, lo hizo. Y ahora asi nos va. Y cada dia peor.

Anónimo | jueves, marzo 14, 2013 9:22:00 a. m.

Pues en las próximas elecciones Benito saca mayoría absoluta, porque los pozoalbenses es a quien queremos, y nos merecemos a políticos como él.

Anónimo | viernes, marzo 15, 2013 9:17:00 a. m.

En las próximas elecciones ya se verá, de momento Benito tiene crudo llegar a ser alcalde (afortunadamente).
Sr. anónimo del jueves a las 9.22 a.m. ¡tenga cuidado!, Hay cariños que matan, puede preguntarle a Pepa.

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