Poetas en la Luque
El canal de You Tube de la Librería Luque de Córdoba ofrece cada semana un vídeo en el que un poeta cordobés lee algunos de sus poemas. La serie se inició con un desgarrador Antonio Gala. Una de las últimas entregas corresponde a Francisco Onieva, que lee poemas de su libro Las ventanas de invierno a raíz de haber sido galardonado con el Premio Solienses 2014. Anteriormente, también participó en esta iniciativa Juana Castro, primera ganadora del Premio Solienses allá por 2006, quien, como suele, recita de memoria algunos de sus poemas.
6 comentarios :
Qué bonito!!!
yo lo he oído, y es cierto que emplean un lenguaje muy hermoso, pero lo que cuentan algunos poemas no me parece tan "bonito".
¿Por ejemplo? Las opiniones se ven más claras con ejemplos. Y los poetas tendrán siempre razones para tratar un tema de una manera o de otra. Los "lenguajes hermosos" de Gala esconden siempre un drama y unas vivencias a veces dolorosas. Puede que lo que cuente un poema no resulte "bonito" pero ¿y si cuenta una realidad?
La realidad en algunos casos no es bonita y el deber del poeta es reflejarla y esto es lo que hacen algunos de estos poemas sobre la soledad o la tristeza de la vida. Por eso los temas no tienen por qué ser siempre "bonitos", lo cual me parece bien. Es mi opinión. En respuesta a 11:07
Yo estoy mas en acuerdo con Gabriel Celaya: "Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Pues sí, hay poesía floral, de juegos florales, sin compromiso alguno, donde el mayor interés es enlazar unas palabras con otras para que suenen bellamente y, sobre todo, poemas que siguen una pauta leída en otros autores y que siempre suena lo mismo. Y hay poesía descarnada, que trata de un tema duro y además de actualidad pero expresado bellamente. Para muestra, como decía un comentarista anterior que pedía ejemplos, este poema de nuestra paisana Juana Castro en su libro "Del color de los ríos" y tiulado PADRE:
"Esta tarde en el campo piafaban las bestias. / Y yo me quedé quieta, porque padre/ roncaba como cuando, zagal, dormiamos en la era./ Me tiró sobre el pasto/ de un golpe, sin palabras. Y aunque hubiera podido/ a sus brazos mi fuerza, / no quise retirarlo, porque padre/ era padre: él sabría qué hiciera./ Tampoco duró mucho./ Y piafaban las bestias.
Un poema cortito pero "manchado", como pedía Celaya. Claro, podemos pensar que este poema no tiene nada de "bonito" pero ahí está.
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