Utilicé la denominación "ruralpop" en forma de
hashtag ya la primera vez que
me referí en Twitter al
nuevo vídeo de Aldo Narejos "A ca la yaya",
todavía entonces en fase de grabación. Me pareció una referencia más adecuada que "agropop", aquel estilo con matices festivos que a caballo entre los años 80 y los 90 del siglo pasado encumbró a grupos como No me pises que llevo chanclas (
"¿Y tú de quién eres?") y Zapato Veloz (
"Tractor amarillo") y que ya en el nuevo siglo acabaría destrozando definitivamente El Koala (
"Opá, yo viace un corra") con lo que él mismo denominó "rock rústico".
La etiqueta "ruralpop" se adapta mejor a un movimiento transcultural que durante los últimos años viene desarrollándose en zonas rurales como Los Pedroches a través del cual la tradición autóctona local es reinterpretada desde parámetros más contemporáneos, generalmente de origen urbano. La canción de Aldo Narejos constituiría la expresión musical de esta tendencia, que en otros campos artísticos se revelaría en la actividad de la residencia
La Fragua de Belalcázar (que lleva al extremo la convivencia cultural de manifestaciones artísticas en apariencia antagónicas) o la iniciativa
Rural Contemporánea, que observa sin prejuicios el fenómeno rural desde los presupuestos culturales más actuales. Lo "ruralpop", por tanto, no alude solo al componente musical de la propuesta, sino al sustrato cultural en el que se origina y las implicaciones de orden artístico y social que subyacen en un proyecto que plantea, sin juzgarlo, el conflicto entre lo moderno y lo antiguo, lo rural y lo urbano. Las implicaciones culturalistas de una propuesta en apariencia populachera y golfa se confirman cuando leo al propio autor reconocer que el impulso musical de esta inicitiva surge a partir de una inspiración de Kusturica.
Aldo Narejos: "A ca la yaya".
Al escuchar que Aldo empleaba también esta denominación en su intervención ayer tarde en el programa "Andalucía directo" de Canal Sur [
ver vídeo], me picó la curiosidad de saber si esta etiqueta se había utilizado ya con anterioridad en alguna ocasión. Y, sí, algunos antecedentes he encontrado. En el ámbito del diseño y la decoración, ya en 2012
Elena Ortiz desarrolló bajo este nombre una línea de muebles que recicla objetos terminados con colores y formas muy potentes y poco habituales en el mundo rural. En las artes plásticas, donde ya resulta imposible encontrar etiquetas vírgenes, se pueden localizar algunas intervenciones pintorescas como estas
greeting cards personalizables que fusionan de forma imposible componentes rurales y objetos de la más estricta modernidad.
Cash cow (Wingsdomain Art and Photography).
Pero, ¿y en la música? ¿Existe el estilo "ruralpop" antes de "A ca la yaya"? Un precedente reciente, que obedece, a mi parecer, a motivaciones semejantes (aunque en él predomine fundamentalmente el componente humorístico y burlesco), lo constituye el vídeo y la canción "Bertolina", parodia gallega del "
Adrenalina" de Wisin, Ricky Martin y Jennifer Lopez. Rodado en varias poblaciones de Galicia y producido por Páramo Pictures, supera ya las 900.000
visitas en You Tube en menos de un mes. Pero, ¿se trata de "ruralpop"? No,
han preferido llamarlo "agropop" y así debe ser, puesto que en su propuesta prima el componente paródico sobre cualquier otro elemento de reivindicación rural. [Otras versiones de Páramo Pictures (también de gran éxito, aunque menor) son las del
"Wrecking Ball" de Miley Cyrus o el
"Gangnam Style", entre otros]
"Bertolina".
En realidad, la única ocasión en la que he encontrado la etiqueta "ruralpop" atribuida a un tema musical ha sido en
este tuit en el que alguien se refiere al vídeo "Maricarmen" del grupo catalán
La Pegatina, que, en la misma línea de los ya citados, traslada conceptos urbanos (
after hour,
rave) a un medio rural que, en general, los desconoce, sirviendo esta
deslocalización como elemento de contraste humorístico. Desde 2012 supera con creces el millón y medio de visitas
en You Tube.
La Pegatina: "Maricarmen".
"A ca la yaya" en la televisión: