Concha Velasco y la lección del Corral

Concha Velasco y la lección del Corral

Concha Velasco, junto al ministro de Cultura y el alcalde de Almagro, anoche.
[Foto: Solienses]

Anoche acudimos a la inauguración de la 39ª edición del Festival de Teatro Clásico de Almagro. Tuvimos la suerte de estar invitados a la entrega del Premio Corral de Comedias, que este año se había otorgado a la actriz Concha Velasco. Compañeros de profesión y políticos de diversas administraciones glosaron la figura de la premiada y manifestaron sus muestras de respecto y cariño hacia el buen hacer de semejante personalidad en el mundo de los escenarios. Aunque quien realmente nos cautivó a todos los presentes, quizás por lo inesperado, fue el ministro de Cultura Íñigo Méndez de Vigo, que resultó ser una persona espontánea y divertidísima, con un dominio del escenario y de las técnicas de comunicación que ya querrían para sí muchos de los monologuistas de El club de la comedia. Luego, a pesar de que la tarde había sido lluviosa, el firmamento nos concedió una tregua para poder asistir en el Hospital de San Juan a la representación de El alcalde de Zalamea a cargo de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, dirigida por Helena Pimienta y con Carmelo Gómez en el papel de Pedro Crespo.

En la reflexión posterior a tantas emociones, recordé que el origen de este festival, que hoy a acoge a compañías teatrales de más de cuarenta países, fue una baraja de cartas dieciochescas halladas en un viejo muro. En 1950 el dueño de una posada y el alcalde del pueblo descubrieron un corral de comedias que había sobrevivido milagrosamente desde el siglo XVII y, en lugar de proponer su demolición para ampliar la posada o el mercado que en otro tiempo fue, decidieron su rehabilitación, sin pensar que el mantenimiento de tan caducas estructuras, ocultas parcialmente en construcciones colindantes, supusiera un freno al progreso de la localidad. De aquello viene esto, de la locura de unos pocos y de su convicción de que para crear no es necesario destruir previamente. La historia está llena de lecciones, si queremos aprenderlas.