La voz de la lectura

La voz de la lectura

Ya he contado en alguna ocasión que aprendí a leer con los tebeos de Mortadelo y Filemón. Bueno, quizás no aprendí en ellos, y tal honor haya que reservarlo al libro escolar de El parvulito. Lo que hicieron Mortadelo, el botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio, Don Pío, las hermanas Gilda, Zipi y Zape, Carpanta, Anacleto agente secreto, Petra criada para todo, Pitagorín, Rigoberto Picaporte, Agamenón, el reporter Tribulete (que en todas partes se mete), Rompetechos y doña Urraca, por citar solo unos pocos, fue desarrollar mi afición a la lectura. Luego llegaron los superhéroes americanos, las novelas del oeste de Keith Luger, y, para qué ocultarlo, las de Corín Tellado. El salto a Kafka y Baudelaire estaba cantado desde ahí.

Miguel Cardador, presidente-editor del semanario La comarca, ha elegido ahora a Mortadelo y Filemón como base de lectura para la tercera convocatoria del Premio Infantil que él mismo promueve y la opción no puede parecerme más adecuada. "La Voz de la Lectura. Luciana López Aparicio” es un concurso que persigue fomentar el hábito de lectura y la comprensión lectora entre los niños a una edad temprana. La final tendrá lugar el próximo jueves 26 de enero a las 11:00 h. en el auditorio del recinto ferial de Pozoblanco y en ella participarán los diez niños que han llegado a la final del concurso, dos representantes por cada uno de los cinco colegios de Pozoblanco. Los niños tendrán cuatro minutos para leer y un minuto para hacer la síntesis de lo leído. El jurado valorará la originalidad en la lectura, la expresividad e interpretación, la pronunciación y la capacidad de síntesis. El ganador del concurso recibirá 1.000 euros, más 500 euros para su Centro Educativo en material escolar.

Quizás algunos niños de los colegios de Pozoblanco hayan conocido por primera vez a Mortadelo y Filemón gracias a esta iniciativa singular y, en tal caso, es probable que de este modo se haya inoculado en ellos la dulce semilla de la afición por la lectura, de la que, una vez contagiado, resulta imposible curarse. Se trata de un mal que dura ya toda la vida.