Ugart
Hace unas cuantas semanas hablé sobre Juan Ugart, aquel "maestro de Villanueva" que tuvo una vida breve e intensa en los círculos culturales de Córdoba. Con tan solo 24 años murió en la batalla del Ebro combatiendo en el ejército franquista contra los republicanos, pero ya para entonces le había dado tiempo de publicar su único libro de poesía, Los presentes de abril (1935). Debo confesar que me cautivó la figura de este escritor de Los Pedroches tan desconocido y cuya carrera literaria quedó truncada a tan temprana edad y de manera tan trágica (en la misma tragedia de España). Juan Ugart se había convertido en sus últimos años en un militante falangista que citaba como referencias en sus artículos publicados en Azul a Hitler y Santayana. El detalle, qué duda cabe, no resulta intrascendente, pero no me ha interesado el personaje por su pensamiento político, sino por su propia peripecia vital y por su poesía.Nuestro paisano Blas Sánchez Dueñas las ha estudiado ambas en la introducción de la reedición facsímil de Los presentes de abril que publicó la Diputación de Córdoba en 2006. A través de Todocolección he podido conseguir esta nueva edición (que incluye también una presentación a cargo de Serafín Pedraza) por tan solo 7 euros. Sin embargo, a veces un ímpetu instintivo e irreflexivo nos conduce por otro camino y algún misterioso empuje emocional me llevó a adquirir también una edición original del libro que pude localizar y que venía con el regalo añadido de una dedicatoria autógrafa del autor, fechada en Córdoba el 5 de junio de 1935. Son tentaciones que alguien pone en el camino contra las que resulta imposible luchar. 30 euros me ha costado la broma para mi colección de rarezas bibliográficas, pero la intensa emoción que produce escudriñar de esta manera la vida secreta de los libros no tiene precio.
El libro incluye un retrato del autor realizado por el dibujante cordobés José Alcaide Irlán, coetáneo del poeta. La dedicatoria, con una pulcra caligrafía, va dirigida a "D. Antonio Torrico". Resulta complejo con tan escasos datos averiguar la identidad del propietario del libro a quien Ugart se lo dedicó "con simpatía y cariño", pero me ha gustado imaginar que bien podría tratarse de Antonio Torrico Martos, uno de los mayores terratenientes de Villanueva de Córdoba, abogado y líder falangista (según Francisco Moreno, fue el principal impulsor de la sublevación en Villanueva de Córdoba), que murió fusilado en su pueblo a los 30 años de edad como consecuencia de los disturbios producidos al comienzo de la guerra civil.
Qué historias tan sobrecogedoras de destinos paralelos se ocultan en las páginas de un libro, ajenas a lo que el propio autor quiso transmitir. Qué poder de evocación y qué fuerza irresistible nos transmiten, al comprobar la complejidad escondida de los hilos de la historia, la tela de araña del azar y la fortuna, la poesía trágica que envuelve la vida y la muerte del que no conoce ni conocerá el fin de sus días.
A la izquierda, retrato de Juan Ugart realizado por Alcaide. A la derecha, esquela de Antonio Torrico Martos (pinchar en las imágenes para verlas más grandes).
1 comentarios :
Hola Antonio, tienes razón, sin duda el libro que adquiriste estuvo dedicado a Antonio Torrico Martos, destacado falangista de Villanueva de Córdoba y amigo personal de José Antonio Primo de Rivera.
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