La gran crisis (2) La batalla política
Atardecer en La Colada [Foto: Solienses].En torno al pantano de La Colada se desarrollan dos batallas, una política y otra económica, que envuelven una tercera, la ecológica. Vayamos ahora con la primera.
Cuando el pasado Domingo de Resurrección los grifos de Los Pedroches y el Guadiato empezaron a servir solo agua de La Colada, los análisis detectaron unos niveles de 34 miligramos por litro de Carbono Orgánico Total (COT), estando en 7 el nivel máximo que marca la ley (Anexo III del Real Decreto 3/2023, de 10 de enero, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro). La Junta de Andalucía, en cuya mano está la decisión de cortar el suministro en caso de incumplimiento de la norma, dio un plazo a Emproacsa, la Empresa Provincial de Aguas de Córdoba, para que ajustara progresivamente los niveles, puesto que, al parecer de los expertos, el exceso de COT solo sería perjudicial para la salud si se mantiene su consumo a muy largo plazo. Y ayer, cuando la potabilización del agua había conseguido reducir los niveles de Carbono a 9, a punto de ajustarse a lo legal, la Consejería de Salud decidió prohibir el consumo de este agua. La decisión resulta difícil de entender. Salvo que se nos oculte algo. Nada se ha hablado, por ejemplo, de los niveles de arsénico. Porque nadie ha mostrado, en un ejercicio civil de transparencia pública que sería muy de agradecer, los análisis completos de estas aguas.
A nadie se le escapa que el momento político en el que nos encontramos condiciona todo movimiento de administración y gestión de cara a la esfera pública. EL PSOE organizó como una gran fiesta privada la inauguración de la conexión entre La Colada y Sierra Boyera, hace poco más de un mes. El PP, que no participó de aquella celebración, ha querido ahora marcar su presencia, dejando a los socialistas con todas sus responsabilidades al aire a las puertas de una campaña electoral. Que el agua de La Colada era puro veneno lo sabíamos todos desde hace tiempo, basta consultar las entradas de Solienses (cuyas visitas, por cierto, se han cuadruplicado en la última semana, hasta el punto de llevar el artículo del arsénico a la cima de los más leídos). La presión popular y la inminencia de agotamiento del agua de Sierra Boyera empujaron a una decisión que se había venido aplazando durante años, precisamente para evitar llegar al punto en que ahora estamos. Se han tomado decisiones políticas erróneas y alguien tendrá que pagarlas: los ciudadanos decidirán quién.
Los Pedroches está sufriendo estos días la mayor crisis reputacional de los últimos veinte años, por poner un corte, con consecuencias que serán muy graves de cara a su imagen turística y comercial, es decir, consecuencias muy graves para su economía. Ante esta situación, cometeríamos un tremendo error si nos dejáramos llevar por el populismo de criticar en masa a los políticos a través de los tópicos habituales de que todos son iguales y persiguen exclusivamente su propio interés. Nuestros políticos, nuestros gobernantes, somos nosotros mismos, a los que hemos elegido, y constituyen, por tanto, una representación de la sociedad de Los Pedroches, a la que debemos apoyar en momentos de grave crisis. No son "ellos" y "nosotros", sino que todos estamos en el mismo barco y de su responsabilidad depende en buena parte el porvenir. Por eso mismo, los partidos deberían dejar de jugar a ganar batallas individuales, puesto que, llegados a este punto crucial, a todos nos va el futuro en la batalla final, a la que debemos acudir irremediablemente unidos si queremos ganar.
4 comentarios :
Ojalá y te hicieran algún caso nuestr@s polític@s locales. Basta ya de sus intereses partidarios. Aquí está la salud y el bienestar de sus vecinos en juego. Que hablen claro y le digan a la población que es lo que pasa, xq el domingo sí el lunes no, ¿que es lo que no sabemos?...
El asunto es muy grave. Han esperado a la precampaña permitiendo beber agua contaminada.
Completamente de acuerdo.
Nos toman por tontos.
El agua de Sierra Boyera-La Colada -dicen- no es apta para el consumo humano, pero sí lo es para agricultura, ganadería, etc.
En base a ello, traigo a colación aquello de mi pueblo que decía: "Por la teta le va al niño (bebé)". Luego, al fin y al cabo, terminamos consumiendo leche, carnes, hortalizas, etc., CON-TA-MI-NA-DAS. Eso sí, después dirán que eso es peccata minuta, a lo que yo les contesto en argot vulgar: la mierda para vosotros.
Y seguimos con las listas electorales cerradas per saecula saeculorum. Eso que no cambie jamás para listas abiertas porque no le interesa a nuestra Partidocracia.
Ni son tan listos como ellos se creen ni nosotros somos tan tontos como ellos piensan.
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