Las minas de El Soldado podrían ser la causa de la presencia de arsénico en La Colada
Un informe de la CHG reconoce que la contaminación por nutrientes en la cuenca de La Colada tiene un origen ganadero
Un documento del Organismo de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, recientemente publicado bajo el título de Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadiana. Revisión de cuarto ciclo (2028-2033). Esquema provisional de temas importantes, realiza un análisis somero de las principales causas de la contaminación de las aguas de la cuenca hidrográfica que abastece a La Colada. El informe insiste en valoraciones ya conocidas y asumidas por las administraciones, como que "la contaminación difusa por nutrientes, principalmente nitrógeno y fósforo procedentes de la agricultura y la ganadería" constituye uno de los problemas fundamentales de la demarcación, "destacando el caso crítico del embalse de La Colada, por su alto grado de eutrofización, contaminación orgánica y bacteriológica" (pag. 31).
El informe, actualmente sometido a consulta pública, dedica un apartado específico al "Caso particular del embalse de la Colada" (págs. 76-77), donde se señala que el número de vacas en el territorio supera al de habitantes. De acuerdo con el censo agrario (REGA2024), la comarca de los Pedroches cuenta con 72.000 cabezas de ganado bovino, 35.000 de porcino, 278.000 de ovino y 11.275 de caprino. La producción de estiércol puede estimarse en unas 900.000 tn/año. El documento advierte de que "mientras el 98% de las aguas residuales procedentes de núcleo de población se somete a tratamiento, no consta que la gestión de las deyecciones ganaderas se realice mediante otra forma que no sea la valorización como abono de las mismas". Ello trae como consecuencia que "la ETAP de Sierra Boyera, que cuenta con toma de agua en el embalse de La Colada, no
puede emplear el agua de este embalse para suministrar agua para consumo humano por
los altos niveles de materia orgánica del embalse y no contar con tecnología adecuada
para reducirlos, a pesar de que dicho embalse es zona protegida de abastecimiento". El informe concluye que "de acuerdo con los trabajos desarrollados por la Comisaría de Aguas, la contaminación por nutrientes en la cuenca del embalse de La Colada tiene su origen en fuentes de contaminación difusa de origen ganadero, frente a las fuentes de contaminación puntual de origen urbano. El origen de esta presión difusa ganadera procede principalmente de filtraciones y arrastres de escorrentía pluvial contaminada al dominio público hidráulico desde las explotaciones ganaderas (mayormente bovino en intensivo, aunque también explotaciones de porcino en intensivo y extensivo)". Lo que ya sabíamos, pero una vez más constatado en la documentación oficial.
Quizás el apunte más novedoso del informe con respecto a nuestra comarca resida en la afirmación de que las instalaciones de las antiguas minas de El Soldado en Villanueva del Duque, abandonadas desde hace décadas, "podrían estar relacionadas con la presencia de arsénico en el Embalse de La Colada" (pág. 232). Al proponer las acciones que deberían emprenderse para disminuir la contaminación por biocidas, el documento propone la restauración de determinadas zonas mineras clausuradas o abandonadas, como las minas de San Quintín en Villamayor de Calatrava (Ciudad Real) o la de María Luisa en La Nava (Huelva), considerando, no obstante, que las actuaciones de restauración serían prioritarias en el caso de El Soldado, "por su potencial impacto sobre un embalse de abastecimiento (Embalse de la Colada)".
Recordemos que el agua de La Colada ha llegado a registrar un nivel de arsénico siete veces superior a lo permitido para el agua de consumo.













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