Marta, Pablo, Rafa y los demás
Representación del Auto de los Reyes Magos de El Viso en 1964.
El día 2 de enero de 2026 Marta García Gómez y Pablo López Llergo saldrán a la fría noche de El Viso convertidos en la Virgen María y San José buscando posada. Ana Camacho Rubio y Carmelo Medina Nogueras romperán el hielo con el gracejo de sus chanzas vestidos como los pastores Rebeca y Jusepe. Y desde el lejano Oriente llegarán Rafael Murillo Moyano, Pablo Ramírez Ruiz y José María Sicilia Mena transformados en Reyes Magos, siguiendo una estrella, mientras Fermín Navarro López, trocado en rey Herodes, lanzará sus maldiciones desde el palacio. Sí, un año más llegan los Reyes de El Viso, el Auto sacramental que viene representándose desde mediados del siglo XIX en lo que constituye la muestra más genuina de teatro popular en Los Pedroches.
Los pastores en la representación del Auto de 1969.
Popular porque constituye una creación nacida del pueblo, en la que participan cientos de viseños en cualquiera de las muchas tareas que requiere levantar una representación teatral de las características colosales que el Auto ha alcanzado con el tiempo. Dionisio Torrero Ruiz será el Tío Isacio y Puri Murillo Llergo la Posadera. Son nombres que a la mayoría de los que leemos esto no nos dicen nada, pero que en El Viso estos días se pasean como héroes en los que están depositadas todas las esperanzas y tienen la inmensa responsabilidad de mantener viva una tradición que sustenta la identidad cultural de todo un pueblo. No es una representación teatral más: es un nuevo hito que pasa a engrosar la historia sentimental de El Viso, un pueblo que marca su calendario contando los Reyes vividos, igual que los antiguos griegos lo jalonaban con sus olimpiadas.
Manuel López Puerto encarnará al Centurión y no podrá volver a hacerlo nunca más, porque las normas no escritas de la tradición mandan que ningún actor puede repetir papel en su vida, aunque sí podría volver a participar en la representación cambiando de personaje. José Rafael López Pizarro, que viene dirigiendo el Auto desde hace 40 años, tiene la responsabilidad de decidir en cada convocatoria qué viseño o viseña cuadra en cada papel y ostenta el inmenso privilegio de que todo un pueblo le haya concedido el honor de confiar en su criterio inapelable. Hasta el momento, parece que no se ha equivocado.
El Auto Sacramental de los Reyes Magos se representa cada cuatro años en una Plaza del Ayuntamiento convertida en Belén, con impresionantes decorados y juegos de luces diseñados alrededor de un gran espacio diáfano en el que transcurre parte de la acción y, sobre todo, se ejecutan las danzas tradicionales de la comarca, mientras desde un portalillo llegan los villancicos populares interpretados en directo por la rondalla y coral que lleva el nombre del Auto.
Francisco Jesús Madueño Iglesias como Jacobo y Carmen Gómez Linares como el Ángel de los Pastores recitarán cada uno su parte correspondiente de los 858 versos octosílabos de que consta la representación, fruto de un ajuste paulatino a lo largo de los años desde los 12.000 versos que contiene el poema dramático dividido en doce coloquios La Infancia de Jesucristo, que Gaspar Fernández Ávila compusiera allá por 1784 y que es la obra en la que muy libremente se basa la representación de El Viso. La Anunciación y el edicto de empadronamiento, la Virgen y San José buscando posada, los pastores en su majada y la adoración al recién nacido, la llegada de los Reyes y su encuentro con Herodes son algunos de los episodios más destacados, aunque el más esperado siempre será el parloteo entre Jusepe y Rebeca.
Hasta el día seis a mediodía se repetirán las representaciones, con retransmisiones en directo por Facebook y YouTube, en una maravillosa conjunción de tiempos antiguos y modernos. El Auto de los Reyes Magos de El Viso se ha escenificado ya en tres siglos distintos, convirtiéndose en estandarte de la cultura popular no solo de esta localidad, sino de toda la comarca de Los Pedroches. Cuando en la próxima festividad de la Epifanía Fernando Pinilla Benítez, el Ángel de la Espada, ordene a los Reyes "retiraos, pues, retiraos, pero como ya os he dicho, siguiendo por esa ruta, no por la que habéis traído" y comience a sonar el último villancico de la coral, el milagro se habrá consumado de nuevo: los actores se reunirán en el centro para saludar y el pueblo, que son sus padres, esposas, maridos e hijos, primos, amigos y vecinos, todos se fundirán en un crisol de besos y abrazos, porque la tradición se ha cumplido una vez más, la comunidad ha salido fortalecida y los lazos de unidad reforzados, y ahora solo queda esperar que el futuro se cumpla y pronto podamos escuchar de nuevo la voz del Narrador, que ya no será Rafael Carlos Muñoz Llergo, proclamando "Escuchad, pueblos de la tierra, mi voz, la voz de Isaías, el profeta del Señor...". Porque ello será señal y garantía de que sigue girando imperturbable la rueda caprichosa de la existencia y los nombres de una nueva generación de viseños se unirán para siempre al censo más representativo de la historia popular de El Viso.
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