Vuelve la alfombra
Viviendas en el Paseo Los Llanos de Pozoblanco. [Foto: hoyaldia.com]
Hace casi nueve años (dios mío, ¡nueve años!) escribí este artículo que se publicó en el desaparecido semanario Los Pedroches Información, en una columna quincenal que titulé genéricamente "Cerro del Cuerno". Estos días, tras leer el insólito escrito de la Asociación de Vecinos "El Pilar de los Llanos" de Pozoblanco contra la concejala de IU Manuela Calero (pero ¿qué está pasando en Pozoblanco?) me he acordado de él y me ha parecido oportuno reproducirlo de nuevo aquí:
La alfombra
Cerro del Cuerno/58
Los violentos acontecimientos ocurridos semanas atrás en Francia, donde ciudadanos de los barrios económicamente más deprimidos han sacado a la primera línea informativa una situación de desigualdad e injusticia que se viene gestando desde hace años, han sorprendido a muchas personas que no alcanzan a comprender el porqué de estos comportamientos. Hay en la sociedad actual una tendencia a ocultar las miserias en las afueras de las ciudades, como quien esconde la suciedad bajo la alfombra, de tal modo que los ciudadanos normales podamos vivir con la comodidad hipócrita que supone fingir que lo que no se ve no existe. Pero basta un pequeño detonante para que la realidad de las cosas se haga visible y entonces nos sorprendemos de cómo pudo llegarse a ese extremo que nuestra cada vez más atrofiada capacidad de análisis nos impide comprender. Y sin embargo, estos conflictos se van gestando de modo latente poco a poco, fomentados por los comportamientos insolidarios de la ciudadanía en general, que prefiere vivir de espaldas a la compleja realidad social del momento y exige a sus autoridades que, si no puede solucionar los problemas, al menos los oculte. Resulta revelador en este sentido el triste espectáculo vivido semanas atrás en Pozoblanco, con agrupaciones de vecinos y partidos políticos de la oposición en pie de guerra denunciando el rumor de que en Los Llanos fueran a construirse viviendas sociales para las familias más desfavorecidas (y, en justa consecuencia, más conflictivas) y el propio equipo de gobierno, negando su esencia socialista y apresurándose a declarar que jamás se le había ocurrido tal cosa, sino que los terrenos en cuestión serán dedicados a viviendas para jóvenes matrimonios burgueses, más dóciles y acomodaticios. Los vecinos no quieren problemas en su barrio: no niegan solidaridad al necesitado, pero siempre que éste se encuentre lejos de nuestro hogar y, preferentemente, donde no se vea, donde no incomode la quebradiza conciencia del ciudadano que se siente más solidario con la injusticia social cuanto más lejos de nuestro salón-comedor se halle. Los políticos nunca son lo suficientemente valientes para afrontar ciertos problemas, necesitados como están del alimento del voto popular, escaso en los suburbios. Así se forman las periferias del estado del bienestar, que un buen día decidirán hacernos la pascua a todos metiéndose sin permiso en nuestras casas para mostrarnos que, bajo la alfombra del salón, está toda la suciedad que hemos ido ocultando durante todos estos años de mirar hacia otro lado.
2 comentarios :
mi total apoyo a la edil Manuela Calero por su valentía. Mi discordancia con la asociacion de vecinos. Mientras la primera no tiene intereses particulares que puedan desvirtual su actuación, los segundos pueden estar influenciados por ideas preconcebidas del comportamiento que se le presupone a determinados individuos en sus relaciones sociales. Si todos somos algo mas tolerantes las relaciones de los individuos con su entorno serian mas positivas y ayudarian a mejorar la convivencia. Por lo tanto bravo por Manuela Calero por la coherencia de su comportamiento que es el que se espera de una militante de IU, mi abucheo a la asociacón de vecinos a los cuales les dirian que miren como esta formada la corporacion municipal para que por lo menos sepan a donde apuntar sus quejas.
La pregunta que hace usted, Sr. Merino, sobre qué está pasando en Pozoblanco tiene una respuesta: Los ciudadanos de Pozoblanco estamos en manos de unos políticos manifiestamente incompetentes. Y esto hay que extenderlo tanto a los que forman parte del "equipo" de gobierno (no sé si a los que no se hablan y se tratan con recelo se les puede considerar que son y forman un "equipo") como a los que conforman la oposición.
Cada pleno mensual, que se convierte en un espectáculo deprimente, es una constatación de lo antes dicho. En el último, por ejemplo, el punto álgido estuvo en el controvertido horario de cierre de las terrazas, donde el señor alcalde, consciente de ser un tema que ha suscitado mucho malestar en mucha gente, lo lleva al pleno ordinario con el claro fin de modificar la ordenanza municipal y dejar los horarios tal y como ya vienen recogidos en la Orden de la Junta de Andalucía de 25 de marzo de 2.002. Pero este señor no tiene la sensibilidad de convocar un pleno extraordinario con el fin de adelantar esta modificación algunas semanas y que de ello nos podamos favorecer cuanto antes (este mismo verano) todos, tanto los hosteleros, que pueden rentabilizar mejor su negocio, como los clientes que podemos ampliar en una hora nuestras posibilidades de ocio, sino que lo retrasa hasta el pleno ordinario y con ello esa modificación prácticamente casi no tendrá efectividad en este verano.
Pero la oposición tampoco se salva de esa manifiesta incompetencia, aparte de no forzar, como tenían posibilidad de hacerlo con la solicitud por escrito de una cuarta parte de los corporativos, a que el alcalde hubiera convocado un pleno extraordinario, reconocen expresamente que cuando aprobaron en 2.012 la Ordenanza no sabían que lo que estaban aprobando era un horario restrictivo para Pozoblanco en el cierre de establecimientos hosteleros. Como fueron todos los corporativos los que aprobaron la controvertida Ordenanza, supongo que, por ello, nadie se atrevió a preguntar qué criterio se ha tenido para considerar como "zonas acústicamente saturadas" a todas y cada una de las zonas donde se ubican las terrazas, condición sine qua non para que pueda hacerse valer esa posibilidad de restricción, tal y como establece el artículo 4.4 de la Orden de 25 de marzo de 2.002.
Pero no acaba aquí la cosa, sino que el portavoz de uno de los partidos que conforman el "equipo" de gobierno, nos sorprende con la interpretación que saca leyendo el artículo 2 y el artículo 3 de dicha Orden de la Junta de Andalucía, y concluye que según el artículo 3 las terrazas tendrán que cerrar en cualquier caso, es decir, también los viernes, sábados y las vísperas de festivo a las 2,00 horas, cuando el artículo 3 lo que establece es el LÍMITE MÁXIMO DE EXPEDICIÓN DE BEBIDAS Y COMIDAS AL PÚBLICO: las 2,00 horas, pero no el cierre, que será, para esos días (viernes, sábados y vísperas de festivo) las 3,00 horas, tal y como establece el artículo 2.2. para todos los establecimientos referidos en el párrafo primero entre ellos los de la letra "e) establecimientos de hostelería y restauración". Ya tengan estos terraza o no la tengan. El cierre, señor portavoz, en esos días, también en las terrazas hasta las 3.00 horas, la expedición de bebidas y comidas en ellas hasta las 2,00 horas, porque el régimen de cierre es exactamente el mismo que el de las instalaciones interiores.
A este matiz, con interpretación errónea, enfatizado por ese portavoz, siguió un intento de buscar la confirmación en el asentimiento del secretario, que no hizo ni dijo nada.
Y así estamos, señor Merino, tenemos unos políticos (se ve en todos los ámbitos, no sólo en Pozoblanco, aunque aquí esté muy exacerbado, pues hay crispación hasta en los propios partidos que conforman el gobierno municipal) que son incapaces de reconducir la situación hacia un ambiente de unión, cooperación y concordia, que son las semillas con las que se construye algo productivo.
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