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Hortensias y dolor



El pasado martes un precioso ramo de hortensias apareció amorosamente colocado sobre el altar de la Cruz de los Caídos que la fachada de la iglesia de El Salvador de Pedroche luce todavía para vergüenza de los vecinos de ese pueblo y de toda la comarca. Alguien quiso honrar la memoria de sus antepasados fallecidos, quizás en terribles circunstancias, y lo hizo. Porque pudo hacerlo. Un gesto tan sencillo como poner unas flores junto a un nombre que recuerda una vida truncada nos reconcilia con el pasado y con nosotros mismos. Es un gesto de humildad, de amor y de justicia. Un gesto que, sin embargo, en determinadas circunstancias se convierte también simbólicamente en una agresión, en un acto violento de hostilidad, en una venganza aterradora mantenida en el tiempo.

Imagino cuántas personas de Pedroche habrán pasado por ese lugar durante los últimos sesenta años sintiendo una puñalada en su corazón al contemplar que los nombres de sus seres queridos, fallecidos de igual forma, no figuraban en aquella relación, a pesar de haber muerto también defendiendo a España. La instalación de estas cruces de los caídos se planteó en negativo, más como un acto de ofensa al contrario que como un homenaje al propio. Como un acto de división entre hermanos (muchas veces literalmente), sin la más mínima concesión a una esperanza de reconciliación.

En esas placas adornadas circunstancialmente con tan hermosas flores no están todos los nombres, sino solo algunos, y esa ausencia neutraliza cualquier presencia. Que la Iglesia se haya prestado durante décadas a esta muestra atroz de división es algo que aún no ha encontrado palabras adecuadas de explicación, si acaso las hubiera. Que Pedroche continúe siendo uno de los pocos pueblos de toda España en el que se mantiene este colosal monumento a la intolerancia es algo que ni las autoridades civiles, en aplicación de las leyes vigentes, ni las religiosas, en aplicación de las enseñanzas de Jesucristo, deberían consentir.

Yo pido al alcalde de Pedroche, Santiago Ruíz García, y al párroco de El Salvador, Daniel Ramón Ángulo Guillén, que pongan fin cuanto antes a esta infamia que nos duele y nos avergüenza como ciudadanos libres en busca de espacios de concordia y no de enfrentamiento. En sus manos está actuar con la firmeza que exige la gravedad del asunto y reparar esta agresión a la convivencia entre vecinos. Retirar del espacio público las "placas de los caídos" es un acto de justicia histórica que no puede esperar más tiempo. No es solo una obligación legal, sino, sobre todo, moral. Para que en el futuro, colocar un ramo de hortensias junto al nombre de un familiar fallecido pueda ser solamente lo que realmente es: un gesto íntimo de piedad y no un acto de quebrantamiento social.


La Cruz de los Caídos de Pedroche [Archivo].

23 comentarios :

Anónimo | sábado, julio 30, 2016 8:32:00 p. m.

Espero que las dos personas que citas con sus nombres den una respuesta a tu comentario.

Anónimo | sábado, julio 30, 2016 11:38:00 p. m.


En el cementerio de Villanueva de Córdoba hicieron un monumento aparte "para los que no figuraban en la relación que todos conocemos" (como la de Pedroche) y cada cual pone flores a los suyos. Así todos en paz y sin discordias, ¡que ya tuvieron bastante los de aquellos tiempos!, tanto muertos como supervivientes. Y mis votos porque no se repita jamás una guerra fratricida como la del 36-39 ni la posterior dictadura.
El monumento en Villanueva, si mal no recuerdo, creo que fue emprendido por el profesor e historiador Francisco Moreno Gómez, y si fue alguien más pido disculpas de antemano por no citarlo aquí. Por cierto, que costó lo suyo por los impedimentos que pusieron los gobernantes locales de aquellas fechas.


Anónimo | domingo, julio 31, 2016 10:23:00 a. m.

Tu opinión es tan respetable como cualquier otra, pero tu sutil interés por querer cambiar algo que a ti no te gusta como demagogicamente explicas con tus palabras y querer remover sentimientos del pasado ,......la historia es historia, el pasado pasado esta, cambiemos y mejoremos los errores actuales no el pasado que ni tu ,ni yo ni tantos otros vivimos, no se pelea por quitar sino por crear, hacer, y mejorar,....si tu malestar es e incentivas ,una placa con nombre y lo q representa ,promueve poner otra con los que faltan y que la pagen sus herederos , como hace 70 años hieron estos otros........vasta ya!!!!!

Anónimo | domingo, julio 31, 2016 12:19:00 p. m.

Que obsesión tienen algunos por hacer desaparecer las huellas de sus terribles pecados, en nombre de los derechos sociales.

Anónimo | domingo, julio 31, 2016 12:20:00 p. m.

El comentarista anterior es tan digno de respeto como yo, pero lo que ha puesto es una tontería.

Anónimo | domingo, julio 31, 2016 2:06:00 p. m.

No entiendo lo de tan digno respeto y lo de una tontería. Es contradictorio , hay que respetar todas las opiniones por estremismas que nos parezcan. Si respetamos podremos exigir respeto

Anónimo | domingo, julio 31, 2016 4:07:00 p. m.

En nombre de la libertad y los derechos sociales, se produjo en ese pueblo una auténtica carnicería. ¡¡ QUE NUNCA SE OLVIDE !!

Anónimo | domingo, julio 31, 2016 6:24:00 p. m.

Lo importante de conocer nuestra historia está en no volver a repetir sus errores, aprender de sus enseñanzas. Cada vez que paso delante de esas tablas, con las que no estoy personalmente ligado en absoluto, no afloran en mi ninguno de los sentimientos que tú indicas. Pero sí esta reflexión, ¡cuánto odio para que en un pueblo tan pequeño (y no lo digo en tono negativo) fueran fusilada tanta gente1 Creo que no se debería olvidar nunca, para no osar comenter tal error histórico. Investiguen y coloquen al lado, juntos, a los muertos que falten porque unos y otros compartían algo: ser víctimas de una barbarie que no debió ocurrir y cuando menos, no volver a repetirse. Pero no cubran el tupido y politicamente correcto velo de "aquí no pasó nada".

Anónimo | domingo, julio 31, 2016 8:26:00 p. m.

La ley está para cumplirla y el ayuntamiento de Pedroche, de izquierdas para más inri, se expone a una multa por no hacerlo.

Anónimo | lunes, agosto 01, 2016 9:25:00 p. m.

No te equivoques estimado Antonio, altares como el que muestras hay muchísimos en España. En innumerables pueblos de Castilla la Mancha y de la Comunidad de Madrid hay infinidad de placas de ese estilo. Yo he visto muchas y en su totalidad en espacios pertenecientes a la Iglesia Católica. Es muy difícil aplicar la ley de Memoria Histórica sobre ésta circunstancia ya que dicha ley se puede aplicar en lugares públicos. Todas las placas con nombres que he visto están en zonas pertenecientes a la iglesia y por lo tanto el responsable de la iglesia no permite ni provoca su retirada ya que está en lo que podemos decir su casa. Posiblemente se podría encaminar a la solución del problema por el posible incumplimiento de alguna norma urbanística.(con esa justificación he visto quitar algún altar y así todos contentos) Pero para eso el ayuntamiento tiene que poner de su parte.
Sobre porqué una Iglesia que debería comunicar paz y concordia accede a esta afrenta que a mucha gente le produce odio tiene una explicación muy clara desde mi punto de vista.
La Iglesia tomó partido en el golpe de estado que provocó la guerra civil a la cual calificó de cruzada. Muchísimos religiosos fueron asesinados por los republicanos y algunos (son casi testimoniales) por los rebeldes fascistas. Eso hizo que finalizada la guerra la Iglesia participó activamente en la represión causando muchísimo mas dolor que el que recibió, si es que esto se puede medir pero es así como yo lo percibo. Retirar estas placas es como reconocer que algo no hicieron bien, que su comportamiento en muchos casos fue indigno de un discípulo de Cristo. Las cosas desde los gobiernos de la transición no se han hecho bien y lo que es mas terrible, seguimos sin querer afrontar seriamente el problema. Por que seamos precisos, si la represión contra la derecha fue atroz en muchos lugares de España, la represión contra la izquierda fue muchísimo mayor por el mero hecho que allá donde triunfó el golpe no hubo represión republicana, en cambio la represión de los rebeldes de manifestó absolutamente en todos los municipio de España ya que lo que pretendían era una campaña de desaparición y exterminio de la izquierda. Y de esos exterminados no hay placas. Por eso en lugares como Sevilla, gran parte de Castilla Leon, las Islas Canarias y Baleares no tienen ese problema con las placas ya que allí solo se asesinó a personas de izquierdas.

Anónimo | martes, agosto 02, 2016 12:04:00 a. m.

Efectivamente, es tan sencillo como cumplir la ley.

Anónimo | martes, agosto 02, 2016 11:26:00 a. m.

Han pasado muchos años. Los españoles ya nos reconciliamos en 1978. Cada familia ha de recordar sus muertos de forma privada, pero cabe, también, recordarlos , a TODOS y JUNTOS en un lugar público ( desde luego fuera de edificios de la Iglesia). Sin odio, sin banderías y como testimonio ante las nuevas generaciones de aquella barbarie que no puede ni debe repetirse y , desde luego, de algo que no debe alentarse.

Anónimo | miércoles, agosto 03, 2016 12:12:00 p. m.


Moolito a las víctimas republicanas en Villanueva de Córdoba.- Fotografías e Historia.

http://www.juntadeandalucia.es/administracionlocalyrelacionesinstitucionales/mapadefosas/busquedaTumbas.cgj?codigoTumba=1406901&codigoProvincia=3



Unknown | jueves, agosto 04, 2016 12:08:00 a. m.

Hola yo,tengo mi propia opinion sobre este tema.No lo voy a a expresar porque seguramente ,me lo censuraran;ahora bien,los o las que aqui mostrais vuestra opinion,me gustaria que en vez de hacerlo como anonimo; dierais la cara,o acaso aun estais presos del miedo.Yo no lo tengo.Francisco Franco Moreno,nacido en Añora en 1958 emigrado a Cataluña en 1970 por la miseria a la que el fascismo sometio a toda España.-

Anónimo | jueves, agosto 04, 2016 9:17:00 a. m.

Decir que los españoles nos reconciliamos en 1978 es una falacia. ¿Os que alguien cree que la reconciliación o el perdón se puede hacer por Decreto-Ley?. La reconciliación de unas personas con otras es algo individual y no colectivo. Nadie puede exigir a nadie que perdone a otra persona. Este es un acto voluntario. ¿o es que creéis que se les puede exigir u obligar a las personas que aun viven y a los que fusilaron a sus padres que perdonen o se reconcilien?. ¿a quien hay que perdonar? ¿con quien hay que reconciliarse? ¿con quien me tengo yo que reconciliar o a quien tengo yo que perdonar por haber fusilado a mi abuelo?. Dejémonos de eufemismo y llamemos a las cosas por su nombre. Todos conocemos a personas que vemos casi a diario en nuestros pueblos a los cuales les fusilaron su padre. ¿creéis que ellos tienen la obligación moral de perdonar? Lo que se necesita es justicia. Cuando se haga justicia se podrá hablar de reconciliación y se podrá exigir con el objetivo de conseguir un bien mayor que el individual. Pero no es fácil, ya lo sabemos, las posturas entre ideologías están claramente enfrentadas sobre este asunto. Esto demuestra que la verdadera reconciliación aún está lejos para desgracia de todos.

Anónimo | jueves, agosto 04, 2016 10:08:00 a. m.

¿ Entonces en Villanueva de Córdoba han borrado los nombres de los de un bando para dejar solo los del otro ?

Anónimo | jueves, agosto 04, 2016 12:44:00 p. m.

Destruir, destruir... lo que no nos gusta, como en Siria, lo que hay en Pedroche es un monumento ¿ porque hay que quitarlo ? El que no le guste que se vaya a la playa a tomarse unas cervezas y no lo vea, a vivir que son dos días para preocuparse por gilipolleces.

Aurelio Rodríguez Cepas | jueves, agosto 04, 2016 5:18:00 p. m.

Al Anónimo | jueves, agosto 04, 2016 10:08:00 a. m.

En Villanueva de Córdoba hay 2 monolitos o monumentos. Por un lado están los de siempre(nacionales o derechas) y en otro sitio están los otros (republicanos o izquierdas).
Por eso no comprendo que haya quitar los que hay en Pedroche (nacionales o derechas), más al contario lo que se debe hacer es otro monumento para los otros (republicanos o izquierdas). Es decir, construir no destruir; concordia no discordia; paz no "guerrear" con frases como esta: "...actuar con la firmeza que exige la gravedad del asunto y reparar esta agresión a la convivencia entre vecinos. Retirar del espacio público las placas de los caídos".
Lo dice y se queda tan pancho, como si un cementerio -el de Villanueva de Córdoba- no fuera un espacio público.
Jopeeeeé con el doctor honoris causa, "de pasadera en pasadera y en la última metí la pata".

Anónimo | jueves, agosto 04, 2016 7:46:00 p. m.

En Pozoblanco, quitaron placas parecidas que estaban en la fachada de la iglesia, con el primer Alcalde Democrático. El día que la quitaron y los días siguientes los jóvenes de Fuerza Nueva se concentraron delante de ella e incluso recuerdo q en los primeros años los más ultras, el 18 de julio, saludo fascista en alto cantaban el Cara el Sol. Pasaron unos años y todo ha llegado a normalizarse. Algo parecido pasó con las calles de nombres relacionados con la sublevación de Franco.
No es cuestión de estar o no de acuerdo o remover viejas heridas. Es solo y exclusivamente de restaurar una normalidad democrática que aún subsiste en muchos pueblos de España.

Anónimo | viernes, agosto 05, 2016 8:16:00 p. m.

Mientras me quede voz
hablaré de los muertos
tan quietos, tan callados,
tan molestos.
Mientras me quede voz
hablaré de sus sueños,
de todas las traiciones,
de todos los silencios,
de los huesos sin nombre
esperando el regreso,
de su entrega absoluta
de su dolor de invierno.
Mientras me quede voz
no han de callar mis muertos.

Marisa Peña

Anónimo | domingo, agosto 07, 2016 9:55:00 a. m.

Posiblemente nunca habia leido un comentario tan ecuanime y sosegado como este, Antonio. Pero por los comentarios veo que no merece la pena... Seguiremos cargando con "nuestros pecados".

Anónimo | martes, agosto 09, 2016 12:28:00 a. m.

Antonio,me ha gustado mucho el artículo.
Muchos comentarios son deprimentes.
Yo solo quiero preguntar una cosa que no se: ¿en la Iglesia El Salvador de Pedroche, rezan el padrenuestro?

Anónimo | jueves, agosto 18, 2016 1:04:00 p. m.

En Pedroche, concretamente en el cementerio, se instaló un monolito por los caídos en la Guerra Civil cuyo nombre no figura en ninguna placa de mármol, ni en la pared de una iglesia, ni sobre una triste lápida.

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