Los lugares
Ruinas del convento de San Alberto, el pasado febrero.
Los lugares, ¿existen cuando no los miramos? Hay lugares en cuya esencia está el acompañamiento de la gente, pero otros son solitarios por naturaleza. Estos, sin duda, vivirán ahora ajenos a lo que nos ocurre. ¿Qué novedad se habrá podido advertir desde las ruinas del viejo Miramontes? Solitarios continúan el decrépito convento de San Alberto, el poblado de El Soldado y el puente Pellejero. Sin nadie permanecen, como siempre, todos los santuarios rurales perdidos en nuestras dehesas, que apenas echarán de menos una incierta visita esporádica, y el sendero de la Vegueta del Fresno, querida por el lince y la nutria. Pero incluso lugares más cercanos a las poblaciones no se sorprenderán apenas por este silencio enojoso que nos envuelve. En su aislamiento se recoge la ermita de la Virgen de Guía, donde casi siempre puedes acudir sin que un alma te perturbe, o el Pozo de la Nieve, que lo ve todo desde su altura desamparada. Entregada a la vida retirada te encontrarás habitualmente la fuente de la Guizuela, recién restaurada, y qué decir del castillo de los Sotomayor, arrinconado a la fuerza como anacoreta huraño. En soledad absoluta nos imaginamos al Monasterio de Pedrique, hundido en la sierra, sede antigua de eremitas y hoy tan ajeno a todo como cuando fuimos allí libres y felices. Porque a estos sitios la soledad llegó antes que el dolor.
La soledad no está en los lugares, que siempre estuvieron desolados, muertos, desamparados. La soledad está en las personas, que nos sentimos penitentes si no podemos acudir a los lugares que nos protegen y nos acreditan, si no podemos rendir los ritos que nos identifican, si no podemos, en fin, adueñarnos del espacio y del tiempo. Encerrados en nuestras casas, creemos que los lugares que no vemos han dejado de existir, porque no estamos nosotros en ellos, pero su soledad es otra, y su forma de medir el tiempo, distinta.
El río Yeguas en la soledad inmensa de la sierra de Cardeña.
El agua continúa cayendo por los caños de la Guizuela.
Alturas del Miramontes.
6 comentarios :
Pedrique resistirá porque es un lugar único. Aurelio Teno lo escogió como morada. ¿Qué vio allí Aurelio? Eso que vio permanecerá siempre. Por mucho que los elementos estén conspirando para convertir aquello en ruinas. No se trata aquí de señalar nada ni a nadie, que eso ahora me importa poco. Ni quiero enterarme de los proyectos que el Ayuntamiento pozoalbense tienen para aquel lugar. Pedrique está en la soledad, vive de la soledad. Y nodotros, en las raras veces que lo visitamos, sentimos esa misma soledad que, a veces, nos aplasta. No concibo Pedrique lleno de gente alborotando. Pedrique estaba allí antes del tiempo que nos ha tocada vivir. Los otros lugares que señala Antonio los hemos "santificado" nosotros. Los hemos ido haciendo a nuestra manera de ser y de vivir. Permanecerán mientras nosotros los contemplemos. Mientras sintamos que el corazón se nos alborota cuando, sin contemplarlos, los evoquemos. Porque allí fuimos felices. Porque allí reconstruimos los trozos olvidados de nuestra genealogía. En su infinita soledad de siglos nos están esperando. ¿Qué pensáis de una macro encuentro de romeros en el Santuario de La Jara cuando todo esto acabe?
Magnífico comentario. Una pena que no tenga firma.
Alguien me podría decir dónde están los caños de la guizuela?. Gracias. Y cuidados mucho usuarios de este blog. Mucha salud.
Está a la salida de Pozoblanco por el camino de Añora, justo detrás del polígono San Gregorio, al pasar una antigua caseta del tren.
Gracias por la información. Pues anda que no he utilizado yo ese camino para regresar al pueblo pero nunca la he detectado. Será porque siempre era de noche y era como alternativa para evitar los controles de alcoholemia. Cuando se pueda salir iré a verla de día.
¿Realmente era necesario dar ese "dato"? 🙄🙄🙄
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