Observatorio estacional
Eva María Durán en la presentación de "Observatorio estacional" en Córdoba, entre los también poetas Rafael Ruiz Serrano y José Antonio Fernández [Foto: De Torres Editores].
El pasado 5 de noviembre se presentó en la Biblioteca Viva de Al-Andalus el poemario Observatorio estacional de Eva Mª Durán García, recién publicado por De Torres Editores.
Aunque Eva María Durán (Córdoba, 1971) es natural de la capital de la provincia, donde ahora reside, su familia materna es originaria de Hinojosa del Duque y ella misma ha residido en Pozoblanco durante quince años, ejerciendo como profesora de Lengua y Literatura Española en el IES Ricardo Delgado Vizcaíno. Anteriormente ha publicado el poemario La eterna hojarasca (2021).
Observatorio estacional constituye, al parecer del también poeta José Antonio Fernández, autor del prólogo, "un poemario intenso, vivaz, atronador". Dividido en cuatro apartados, en los que la autora -como plasmación gráfica de uno de sus ejes temáticos, el paso del tiempo- identifica cada estación del año con un sentimiento (primavera-nostalgia, verano-remembranza, otoño-evocación, invierno-añoranza), Observatorio estacional es un libro generoso (65 poemas) que sorprende, en el contenido, por su indagación sensorial y su ansia vivencial, sin renunciar al esteticismo hedonista, y, en lo formal, por su recuperación de elementos clásicos hoy prácticamente ausentes de las obras de poesía (rima, estrofas, sonetos...) y la alegre musicalidad del ritmo. Es un libro que está lleno de hermosos poemas, de versos encendidos que emocionan y prenden el deseo y provocan la nostalgia de la juventud perdida, de lecturas que devolverán a muchos aficionados descreídos su amor sincero por la poesía.
¿Quién te envía?¿No es acaso suficienteestar aquí junto a esta belleza?Sara Teasdale¿Quién te envía?No vendrías a despertarun corazón ya muerto,si no fueras tú la primavera,si no naciera en tu cetro de luzel don de la savia,y en tu cántico de juventudsaetas de amor encendidas.No te engañes, amor,yo también pasé por este mundo;fui manantial, montaña, bosque y árbol,y enloquecí de amor en las cañadas,y habitaron mi cuerpo las escarchasy me perdí desnuda entre malezas.Dime, al fin, ¿quién te envíaa recorrer conmigo el ancho cieloesparciendo el iris de la vida?
Queda en el marEn las grutas del marte miraba a los ojos días enteros:yo no te conocía ni tú me conocías.Yorgos SeferisQueda en el mar, cuando la tardeabrocha luces del crepúsculo,un ensimismamiento del amor,la llamada de una voz que se extingue,una mano que acaricia en la arenael dibujo de unas huellas borrosas,como sordas muescas que permaneceninalterablesen apartada grutadonde grabamos jeroglíficos,ahora indescifrableel abismo al que huye la juventud.
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