La unidad imposible
Alcaldes encerrados en el Ayuntamiento de Pozoblanco en 1988 [Foto: Ismael para Diario Córdoba].Hace unos días el portal 17 Pueblos recuperó una serie de artículos periodísticos (uno, dos, tres y cuatro) publicados hace casi cuarenta años con motivo del encierro durante tres días en el Ayuntamiento de Pozoblanco que protagonizaron 20 alcaldes de la zona norte de Córdoba en 1988 para pedir mejores infraestructuras, especialmente en lo referido al hospital y las comunicaciones. La valiente acción de los alcaldes fue apoyada incondicionalmente por los ciudadanos a través de una huelga general y manifestaciones que sumaron miles de asistentes.
Aquellos hechos nos devuelven hoy una potente lección de política y de comportamiento ejemplar por parte de los alcaldes, tan lejano de las actitudes que observamos en la actualidad. La crisis del agua nos mostró la incapacidad de los actuales ediles para adoptar una posición común en favor de la comarca (en dos ocasiones convocaron manifestaciones que finalmente se suspendieron), impelidos preferentemente por la sumisión a sus respectivos partidos. Temas más recientes, como la demanda para la conversión de la N-432 en autovía o las reclamaciones para la mejora de los servicios sanitarios, han vuelto a demostrar que los alcaldes de nuestros pueblos obedecen preferentemente las consignas de sus partidos por encima de los intereses territoriales y que un encierro comprometido y solidario como el de hace treinta y tantos años se antoja hoy imposible, dejando ver así la triste realidad acomodaticia de la política en nuestros días.
Pero resulta que los propios ciudadanos, los que al leer estas palabras asienten y ya se aprestan a lapidar a sus alcaldes, deberían pensar también cuál es su propio grado de compromiso real con respecto a los graves problemas que atañen a Los Pedroches. Escribir un tuit diciendo que todos los políticos son iguales no cotiza en el mercado de la ejemplaridad ni sirve realmente para nada. Los ciudadanos también andamos perdidos en el sueño de la indolencia y la mansedumbre, del no hacer nada, de exigir sin ofrecer. No estamos precisamente como para reclamar heroísmo a los demás. Estamos dormidos. Coño, despertemos ya: nos va la vida en ello.
11 comentarios :
Éstos si lo han hecho recientemente Alcaldes defendiendo la Salud Pública pero aquí no hay narices.
Muy triste, pero muy cierto
Totalmente de acuerdo.
En todo.
Paco Escribano
La política por desgracia es así y los Pedroches son así. Es difícil o casi imposible que contemos con el apoyo de los políticos para mejorar esta Comarca. Por eso tenemos que agradecer a todas esas personas, plataformas, asociaciones que dedican a su tiempo y su energía a que tengamos una comarca un poquito mejor. Perseguidos por intereses políticos y palmeros varios
Es lo que tiene el actual sistema partitocrático que nos hemos dado.
Al final los alcaldes se deben a su partido, que es el que los ha designado para concurrir a las elecciones, y están obligados a obedecer a una llamada desde Córdoba o Sevilla. Los intereses locales o comarcales siempre van después.
Es triste constatarlo, pero es así.
Para muchos temas, no se trata de derecha o izquierda; tampoco de izquierda o derecha. Se trata de izquierda y derecha o de derecha más izquierda: se trata de Los Pedroches. Cada opción es legítima, pero hay asuntos en los que la única salida razonable y sensata es la unión.
Es una partidocracia porque quienes tienen el poder son los partidos.
El control administrativo de lo público pertenece en exclusiva al consenso oligárquico de los partidos.
La disputa por la hegemonía entre ellos no tiene la trascendencia de una verdadera acción política, no es una contienda civilizada sobre el modo de gobernarse a sí misma la sociedad civil.
Aunque se llamen Legislativas, si las juzgamos por su función y sentido, las elecciones son Administrativas.
Las elecciones para designar a los jefes administrativos del Estado, pues de eso se trata con el sistema de listas cerradas de Partido, son un asunto burocrático.
Los ciudadanos acuden gozosos a las urnas y eligen pirámides de burócratas de partido con el sistema de listas cerradas, dentro de las cuales nada puede decidir el ciudadano.
Bastaría con dar a los ciudadanos el derecho de elegir a sus representantes y el de nombrar o deponer directamente a sus gobiernos mediante listas abiertas.
Los electores votan pero no eligen. Refrendar una de las listas cerradas de Partido no es elegir. Los integrantes de lista no son elegidos por los votantes, sino por los jefes de Partido. No representan, pues, a los electores ni a la sociedad civil. El Régimen político resultante tampoco. Es una partidocracia lo que tenemos.
Me parece un buen análisis. Cierto.
No se puede describir mejor.
Paco Escribano
Siempre he sido partidario de las listas abiertas para las elecciones, es decir, poder elegir a la persona concreta, y no las listas cerradas con candidatos desconocidos que nos imponen los partidos.
Sin embargo, en las elecciones legislativas para el Senado ya existe este sistema y los electores siguen votando en masa a los candidatos de su partido favorito.
En mi opinión es un problema de educación cívica y formación política. Preferimos que nos lo den todo hecho. No queremos molestarnos en informarnos de las opciones existentes. Preferimos seguir las consignas del partido político más próximo a nuestras ideas.
Quizás con distritos electorales más pequeños, la comarca en lugar de la provincia, donde los candidatos estuvieran más pegados al terreno, fueran más conocidos y pudiéramos exigirles responsabilidades, cambiara algo la cosa.
Como a los partidos no les interesa ésto, seguiremos votando a candidatos impuestos por la maquinaria burocrática de los mismos, y no solucionaremos ninguno de nuestros problemas.
Así nos seguirá yendo.
El senado también tiene su ‘pero’. De los 208 senadores que lo conforman, 58 son designados a dedo por la partidocracia en el poder de las comunidades autónomas.
¿Cuántos candidatos partidocráticos a alcaldías capitalinas no han salido ganadores y su partido los ha mandado para el senado?. De ahí, lo del cementerio de elefantes senatorial.
¿Cuántos candidatos partidocráticos a alcaldías pueblerinas no han salido ganadores y su partido los ha mandado para la diputación creando ad hoc nuevos carguitos?. De ahí, lo del cementerio de elefantes provincial.
El engaño de esta democracia falsa (partidocracia) está cocinado y servido en bandeja desde 1978.
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