Narcissus cantabricus

Hace algunos días el amigo Pedro (¡gracias!) me envió unas cuantas preciosas fotografías de una especie floral silvestre localizada en la sierra de Los Pedroches, a la que allí, a falta de mayor conocimiento, se llama popularmente "campanitas". Me hacía notar que, sin pretender que se tratara de un endemismo, constituye un ejemplar raro, desconocido en otros lugares, que tiene la peculiaridad de florecer precisamente en estas fechas, coincidiendo con las labores del remate de la aceituna.
Puestos a buscar más datos sobre esta planta, consulté con nuestro botánico de cabecera, Emilio Laguna (autor de la sección Flora de Belalcázar del Noticiario Belalcazareño), quien rápidamente me contestó (¡mil gracias también!) aclarando amablemente todas las dudas:
La planta de la que me envías la foto es el Narcissus cantabricus, que debe su nombre a un error de etiquetaje botánico, ya que quien la describió (Alphonse De Candolle, en 1815) pensó que el material provenía de la zona de los Picos de Europa. Es una planta exclusiva del Sur de España y norte de África (especialmente del Rif); en España se conoce seguro de las provincias de Badajoz, Córdoba y Ciudad Real, básicamente de los sistemas montañosos de La Serena, Los Pedroches y Sierra Madrona-Valle de Alcudia, siempre como planta rara; creo que también hay referencias de otras poblaciones más al sur, de Cádiz y Málaga. Las primeras poblaciones cordobesas se encontraron en la Sierra Norte, por el río Névalo, localizándose más tarde en Santa Eufemia (peña del Horcón, Cerro del Telégrafo, etc.), sobre todo en taludes pedregosos; calculo que debe estar bastante más extendida, pero que es una planta difícil de localizar, ya que florece muy temprano.
El concepto de endemismo es algo relativo, y la mayoría de especialistas andaluces consideran también endémicas a las plantas denominadas ‘bético-rifeñas’, que se encuentran a uno y otro lado del Estrecho de Gibraltar, pero que poseen áreas de distribución reducidas. Otros son mucho más puristas y consideran sólo endemismos ibéricos a las plantas que viven exclusivamente en la península Ibérica -en cuyo caso nuestro N. Cantabricus no sería considerado endémico-. Al menos hasta finales del Terciario, y probablemente durante parte del Cuaternario, los dos lados del Estrecho de Gibraltar no estaban separados, sino que formaban parte de una misma cordillera, igual que las montañas béticas continuaban ininterrumpidamente desde el norte de Alicante hasta Ibiza y Formentera. En consecuencia, lo correcto para mí, coincidiendo con la mayoría de colegas botánicos, es considerar que Narcissus cantabricus es un endemismo bético-rifeño. Eso sí, como ves no es exclusivo del Valle de los Pedroches.
Una vez conocida la especie ha sido fácil encontrar en Google más imágenes de esta flor, como por ejemplo en esta interesante página de John T. Lonsdale.

El Narcissus Cantabricus en su hábitat (Foto: Pedro Torres).
Botellón
El solo titular de hace unas semanas en El País ("Los médicos denuncian un 'botellón' en la puerta de un hospital en Pozoblanco") hubiera requerido algún tipo de actuación por parte de las autoridades municipales de Pozoblanco, pero no hay noticias de que tal cosa se haya producido. La alarma de lo que allí sucede se torna indignación cuando se leen cosas como éstas, sucedidas ayer:Un botellón que congregó a cientos de jóvenes, la mayor parte de ellos estudiantes que habían estado celebrando el Día de Andalucía con un perol en un instituto, degeneró en la tarde de ayer en incidentes dentro del hospital comarcal Valle de los Pedroches, lo que obligó a los responsables del complejo a cerrar las vallas perimetrales del centro sanitario en la zona que se comunica con la explanada donde acaba el parque Marcos Redondo, escenario de la concentración juvenil.
Según testigos, los estudiantes entraron en el hospital para hacer sus necesidades en los servicios, pasaron por las zonas de los vestuarios, derramaron las bebidas y saltaron en los sillones del hall de entrada al hospital. La Policía Local de Pozoblanco se personó en el lugar. La concentración empezó sobre las 15.30 horas y a las 20.30 horas aún había jóvenes en el lugar, que presentaba un aspecto lamentable, totalmente lleno de basura. Fuentes del hospital indicaron que este tipo de concentraciones son habituales todos los fines de semana y que los jóvenes hacen sus necesidades y vomitan en las vallas del centro sanitario. Además, el ruido que ocasionan molesta a los enfermos y, a veces, incluso se llevan trompetas y tambores. Estas mismas fuentes han pedido que el Ayuntamiento de Pozoblanco intervenga para solucionar el problema, aunque la Fiscalía archivó una denuncia del Colegio de Médicos que pedía que se resolviese.
El botellón es un problema que los ayuntamientos de España han decidido dar por perdido, haciendo alarde de una vergonzosa dejación de funciones y de su incapacidad para imponer autoridad. Pero lo que pasa en Pozoblanco es algo más: no es sólo un atentado contra la salud pública, sino contra la salud privada de los ciudadanos ingresados en el hospital, que, en tan delicadas circunstancias, deben padecer el sufrimiento añadido (e innecesario) provocado por el nuevo mal du siècle: la falta de urbanidad y la mala educación.
El ente resultante
Siendo cooperativa, y con todo el lastre de los socios, la COVAP ha llegado a ser lo que hoy es: una de las principales empresas alimentarias de Andalucía y el motor económico de Los Pedroches. Ya hace tiempo que su presidente no oculta lo incómoda que le resulta la estructura societaria que le ha elegido para ese cargo, y sueña con convertir la Cooperativa Ganadera del Valle de Los Pedroches, fusionada con otras empresas andaluzas del sector, en un holding que todavía no se define públicamente, pero cuyas líneas parecen estar ya trazadas en el cuaderno azul de Aránguez y, añado para mayor precisión, también en el del consejero andaluz de agricultura. Ambos señores (también cogidos de la mano, qué casualidad, como el responsable de Unión Fenosa y el delegado provincial de Innovación que comentábamos ayer) parecen tener claro que el modelo de cooperativas ha cumplido su tiempo y se impone avanzar en otras direcciones. Aránguez vuelve a insistir en aquello de que "el siete por ciento de nuestros socios facturan más del 90 por ciento de lo que se produce en Covap, por lo que no tiene sentido que todos tengan la misma capacidad de decisión", como si eso no fuera precisamente el fundamento de toda cooperativa (e incluso de toda empresa, donde la mayoría de los accionistas poco o nada tienen que ver con los procesos productivos).Y ahora la pregunta es: ¿puede la Covap renunciar a ser una cooperativa?. O mejor dicho: ¿puede la dirección actual de la Covap tomar esa trascendental decisión?. Una medida tan radical, ¿no precisa de otros modos, de otras formas? Si Aránguez y sus directivos no confían en las posibilidades de expansión del actual modelo cooperativo, ¿no deberían dejar el cargo en manos de otros gestores que, obligados por el peso moral de quienes han construido ese gran edificio con jornadas de sol a sol rozando la esclavitud, consideraran que ahora no es posible éticamente dejar en la estacada a todo lo que estorba en aras de una expansión no del todo clara?. El ente resultante probablemente presentará al cierre de cada anualidad unas cuentas de resultados impresionantes, pero ¿creará más riqueza en Los Pedroches? ¿Mantendrá la actual?. Cuántas preguntas y qué pocas respuestas.
Periodo de alegaciones
"El plan de Unión Fenosa intentaría instalar 14 aerogeneradores en el municipio de Los Blázquez, otros 19 en Pozoblanco, unos 21 entre los términos municipales de Espiel y Belmez, cerca de 22 a escasos kilómetros del casco urbano de Alcaracejos, 19 entre los términos municipales de Fuente Obejuna y Belmez, 25 más en una encrucijada de caminos que une Belmez y Villanueva del Duque, otros 15 entre Hinojosa del Duque y Peñarroya-Pueblonuevo, 19 en la zona de Valsequillo, 12 en Villanueva del Rey y unos nueve en la sierra La Grana del municipio de Fuente Obejuna", resume hoy El día de Córdoba, según el cual la intención de la empresa promotora sería "afianzar el papel clave que ha tenido la comarca en la generación de energía", es decir, sustituir las miserias de la minería del carbón por la limpieza aséptica de un bosque de 166 molinos gigantes que producirán una transformación radical del paisaje de todo el norte de la provincia de Córdoba. El desparpajo del político abruma: "equilibrar el territorio", y quizás se refiera a que si antes se explotó el subsuelo bien está que ahora se reviente el cielo de luna aceitunera.El responsable andaluz de la eléctrica Enel-Unión Fenosa y el delegado provincial de Innovación, Ciencia y Empresa, ya tan pronto cogidos de la mano, insisten: falta un año para determinar la viabilidad del proyecto, no comiencen todavía las protestas, que aún hay que hacer las pruebas de viento (y esto le recuerda a uno las guerras de Gila: "¿es usted La Chimorra? Que si hace viento... verá, es que queríamos poner por ahí unos molinillos y..." ). Al parecer, la empresa se ha decantado por 11 zonas del norte de la provincia de Córdoba para instalar sus parques eólicos "por criterios orográficos" y también por los informes sobre el viento en zonas próximas de ¡Extremadura y Castilla-La Mancha!. Como decía aquél, cuanto más lo explican menos lo entiendo.
La Asociación para la Defensa y Estudio del Medio en Los Pedroches Guadamatilla, por su parte, ha presentado un pliego de alegaciones en los ayuntamientos de Pozoblanco y Alcaracejos (relativos a los proyectos de parques eólicos de Buenavista y La Chimorra respectivamente). Las alegaciones aportadas por Guadamatilla (que abordan aspectos de desarrollo rural, impacto visual, económico, sobre la vegetación, sobre la fauna, sobre el patrimonio geológico y cultural y sobre la ganadería) pueden verse aquí, en un documento pdf que puede servir de modelo a otras asociaciones, colectivos o particulares que deseen también presentar sus razones ante las delegaciones provinciales correpondientes.
Uno recibe, como quien se traga un sapo, su cura de humildad y, aprendida una vez más la lección, vuelve con resaca al placer de la palabra.
Y más nieve
Nueva nevada esta noche pasada en Los Pedroches. Ver vídeo de Canal Sur sobre Alcaracejos (con Real Player).El reloj cumple cien años
Los visitantes de mi página de Añora ya lo sabrán: Este año 2006 se cumplen cien años desde que se instaló en el edificio del Ayuntamiento de Añora su actual reloj. La instalación se llevó a cabo en 1906 en el transcurso de una profunda reforma del edificio consistorial, siendo alcalde Bartolomé Bejarano Benítez. El reloj fue adquirido por el municipio a Antonio Canseco y Escudero por 2.925 pesetas e incluye una torreta metálica, muy al gusto de la época impuesto por Eiffel, con dos campanas de aleación acerada de 180 y 120 kilos. Aquí pueden verse más datos e imágenes del reloj noriego. La maquinaria del reloj ahora se halla en desuso, al haber sido sustituida por un sistema electrónico (sin que se entienda muy bien por qué, puesto que dicha maquinaria funciona y de mantenerse en uso añadiría a su encanto intrínseco el valor del movimiento y la perdurabilidad. Además, el nuevo sistema no respeta el modelo centenario de marcar las horas, con sus cuartos, medias y repeticiones, toda una tradición local).Antonio Canseco y Escudero (1838-1917) fue un leonés que a los veinte años ya había construido un reloj sin pesas y patentado con el nombre de "sistema Canseco". Sus relojes pronto alcanzaron fama y sus relojerías situadas en el centro de Madrid fueron de gran reputación. Entre sus creaciones se encuentran el reloj de la Catedral de Madrid, el del Palacio de Oriente, el del Escorial y el del Hospital Gómez Ulla. Además del de Añora, en Los Pedroches Canseco instaló relojes en los edificios de los ayuntamientos de Dos Torres (en 1885) y Pozoblanco (en 1890).
Ahora, gracias a Emilio, podemos ver la hora desde cualquier lugar del mundo marcada en el reloj centenario del Ayuntamiento de Añora.
El francés Jean-Claude Carrière presenta en su obra La controversia de Valladolid una versión teatral del debate que mantuvieron Bartolomé de las Casas y Ginés de Sepúlveda, cuando a raíz de la conquista de América discutieron si los indios tenían alma o no. El espectáculo llega mañana al teatro de la Abadía, de Madrid, con dirección de Carles Alfaro y con Ferrán Rañé, impulsor del proyecto, al frente del reparto. Como el enlace a la noticia de El País, de donde extraigo los datos, es de pago, reproduzco aquí algunos de los pasajes, firmados por Rosana Torres:
Un espectáculo en el que se recrea el debate que surgió en 1550 y que Carrière ha centrado en la discusión entre Sepúlveda, propugnador de la evangelización radical y defensor de la guerra contra los indios, y De las Casas, favorecedor de la causa india y contrario a la esclavitud. El primero contaba con el apoyo de colonos y conquistadores, mientras que el segundo denunciaba los crímenes coloniales.
Para Carrière, De las Casas es un avanzado a su tiempo, mientras Sepúlveda es la tradición, un ser rígido, árido. "Para mí lo mejor sería que el público, al ver esta obra, se encontrara frente a un viejo espejo en el que pudiéramos ver algo de nosotros, porque significaría que hablamos de nuestras raíces, así es como realmente estábamos y quizá como ahora somos...; la obra es un espejo, no está para dar lecciones", dice Carrière, que está convencido de que en La controversia... se ve la postura de algunos americanos: "Lo digo en referencia a su idea del derecho de intervención, de ir a otro país armados porque tienen la teoría de que son bárbaros". El autor no duda de que entre George Bush y Sepúlveda hay mucho en común: "Están en posesión de la verdad, entre ellos hay una relación muy estrecha, pero yo prefiero seguir pensando aquello de que hay que seguir a la gente que busca la verdad y siempre hay que huir de aquellos que la han encontrado".
Ay, nuestro antiguo paisano, tan actual.
Toreo de alta velocidad
Elige renovables

Según el Córdoba, Luciano Cabrera, alcalde de Alcaracejos, "declinó opinar" sobre el parque eólico de la Chimorra "hasta tener los datos", a pesar de que las informaciones que Solienses ha publicado de ese parque han salido de aquel Ayuntamiento. Curiosamente, además, el semanario Los Pedroches Información publica esta semana, a toda página y color, un anuncio publicitario de la Mancomunidad de Municipios de Los Pedroches, de la que Cabrera es presidente, bajo el lema "Elige energías renovables" y con un dibujo naif en cuyo horizonte se perfila un hermoso molino aerogenerador. Qué casualidad. ¿O las casualidades no existen?.
Por cierto, que tal cartel es también la portada de un folleto que con el mismo título del lema publicó la Mancomunidad, con la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente y el grupo Guadamatilla, en 2004. En la página 6 de dicho folleto, semioculto por la tipografía y el tratamiento del color, puede leerse: "Los grandes parques eólicos causan un fuerte impacto en el paisaje, provocan muertes en las aves e interfieren en la recepción de las señales de televisión".
Por alusiones. El artículo "histórico" de Arturo Luna esta semana en Los Pedroches Información es ya un puro delirio, pero, por la parte que nos toca como solienses, pregunto al autor: si ahora resulta que, según sus investigaciones, Solia está en La Bienvenida (Ciudad Real), ¿dónde localizamos entonces Sisapo?. No vale desnudar a un santo para vestir a otro.
PREMIO SOLIENSES: Los cuerpos oscuros, de Juana Castro.

Los cuerpos oscuros, de Juana Castro, ha obtenido el Premio Solienses al mejor libro de 2005 publicado por un autor de Los Pedroches. Una vez analizados los tres libros finalistas, el jurado del Premio, que se reunió ayer por la tarde en Añora, adoptó esta decisión por unanimidad, valorando en la obra premiada la sincera manifestación de los sentimientos de dolor y soledad y la acertada adecuación formal de su expresión poética.


Juana Castro en la entrega de los Premios Literarios Jaén 2005.
Los cuerpos oscuros fue también galardonada con el Premio Jaén de Poesía 2005 y gira en torno a las enfermedades de Alzheimer y la demencia a partir de experiencias personales vividas por la autora con familiares cercanos. Juana Castro ha declarado que aborda esos temas porque "los he vivido de primera mano y creo que un poeta siempre escribe de su experiencia. Luego, hay que transformar esa experiencia en obra de arte. Pero, al final, es experiencia. En el libro, unas veces se narra y otras se sacan fuera las pasiones. Desciendo a lo más insondable, a lo más terrible del alma humana".
Para Aurora Luque "la autora cordobesa ha convertido las palabras en lentes para que veamos el mundo a través del aniñamiento, la ternura, los trastornos, las incredulidades y el quedarse sin lenguaje de los enfermos. Nos enseña que, aunque se vaya la cabeza, el corazón se queda todavía". Luis García Jambrina, por su parte, ha escrito que "desde el punto de vista expresivo, Los cuerpos oscuros se caracteriza, entre otras cosas, por la viveza y originalidad de sus imágenes y comparaciones («y es oscuro y se pierde / como una caja china entre la niebla»); su atmósfera visionaria y su irracionalismo onírico; la intensidad y fuerza de su lenguaje; la coherencia y fluidez de su ritmo; o la complejidad y pluralidad de su sujeto lírico".
La terna a partir de la cual el jurado había de otorgar el galardón estaba formada, además de la obra premiada, por El farero, de Juan Bosco Castilla (Editorial Almuzara) y Los años de la niebla, de Alejandro López Andrada (Ediciones Oberón). El farero, de Juan Bosco Castilla (natural de Pozoblanco), recibió en 2005 el Premio Almuzara de Novela y narra las misteriosas peripecias que vive un secretario de ayuntamiento destinado en un pequeño pueblo del interior. Se trata de una novela de apasionante lectura, con una intriga que gira alrededor de dos asesinatos y un libro cuyo contenido podría cambiar el curso de la humanidad. Los años de la niebla, de Alejandro López Andrada (natural de Villanueva del Duque), es un libro singular que recoge la memoria de “los últimos pastores” que ejercieron ese trabajo en la comarca de Los Pedroches. Los recuerdos de los protagonistas se fusionan con las propias impresiones del autor, conformando un libro que oscila entre el estudio antropológico, la crónica periodística y la poesía.
Como ya es sabido, el Premio Solienses no tiene dotación económica, sino que la autora recibirá, si acepta el ofrecimiento, un objeto artístico elaborado para la ocasión por la Asociación de Artesanos de Los Pedroches (Ofiarpe). De acuerdo con la autora se fijará la fecha de entrega del Premio, en un acto público del que informaremos puntualmente para que los lectores de Solienses y de Juana Castro que lo deseen puedan asistir.
Jurado del Premio Solienses:
El jurado del Premio Solienses ha estado compuesto por Juan José Pérez Zarco, profesor de Lengua y Literatura Castellana en el IES Los Pedroches de Pozoblanco, Teodora López Caballero, profesora de Lengua y Literatura Castellana en el IES La Jara de Villanueva de Córdoba, Francisco A. Carrasco, jefe de la sección de opinión del diario Córdoba y escritor, Juan Bautista Carpio Dueñas, investigador y director del Museo Posada del Moro de Torrecampo y Nico Gómez Moreno, Informadora en el Instituto Andaluz de la Mujer. Como secretario de este jurado, con voz pero sin voto, actuó Antonio Merino Madrid , editor de Solienses. Todas estas personas han participado a título personal y nunca en representación de las instituciones en las que trabajan.
Solienses felicita a la autora galardonada con este reconocimiento y agradece a los miembros del jurado su disposición y su generosidad al participar en una iniciativa de esta naturaleza, convocada al margen de las instituciones oficiales que generalmente amparan estas actividades y guiada sin más interés en el horizonte que el puro amor a la literatura y el deseo de difundir el nombre y la obra de nuestros autores comarcales.
Mordedura
Madre para tus ojos huecos.
Para tu desmemoria.
Para el mal de rocío que te hiere la lengua.
Para tus manos grises
de cristal y avellana,
madre para el arroyo
de lana de la noche,
para tu manta roja
y sus flecos de humo,
para el fuego sin llama que te escuece en el sueño,
madre para que tú no veas
como en pliegue de astilla descender el silencio.
Madre para tu risa vana,
para el miedo y la aguja que en tus pies se detiene,
para tu intacto frío,
para tu piel aguada.
Para todo lo que
no pudiste decir y ya no existe.
Para ti, madre mía, desarbolada y ciega.
Para el abismo cierto de mi nombre.
Para mí que soy manca y baldía y no puedo
alumbrarte.
[Del libro Los cuerpos oscuros, de Juana Castro]
Representaciones
Cerro del Cuerno/64Cualquiera que haya estado alguna vez en Fitur no podrá menos que interpretar la descarnada estampa de la agrupación musical de la Soledad de Pozoblanco tocando sus marchas procesionales de Semana Santa entre los pabellones de propaganda turística como un tremendo choque de mentalidades y sentimientos. Es, sin duda, el reflejo de los tiempos, donde todo alcanza el valor que le otorga su rentabilidad económica, pero a veces se esperaría de los responsables políticos e institucionales un mínimo decoro en la búsqueda incesante de aprovechamiento mercantil. No hay inconveniente en que se presenten en una feria comercial las futuras representaciones hinojoseñas de La Vaquera de la Finojosa como lo que son, sin más disimulo ni aditamento: un espectáculo teatral concebido sin más fin que atraer turismo al pueblo y que éste se beneficie de las rentas de los visitantes. Fin respetabilísimo para un evento que nace ya con un marchamo de impostura publicitaria, absolutamente desarraigado de cualquier tradición o espíritu popular local, y que se organiza al modo en que los cónsules romanos convocaban las peleas de gladiadores. En eso se diferenciaría, aunque bien es cierto que cada vez menos, del Auto de los Reyes Magos de El Viso, que todavía conserva algunos rasgos autóctonos definitorios de cierta identidad local en la que los vecinos se ratifican como viseños al anudar un nuevo eslabón de una cadena ya centenaria. Mantener cierta autenticidad en la tradición y arraigo a los sentimientos colectivos de un pueblo no es tarea fácil en estos tiempos, donde los ciclos que justificaban las celebraciones populares se han roto de la mano de una evolución de costumbres demasiado veloz y traumática como para haber permitido cualquier evolución lógica y coherente. Cuando hoy se “recuperan” la matanza y la candelaria se hace con unos presupuestos que en nada se reconocen deudores de lo que tales celebraciones significaban para quienes las vivían hace apenas treinta años. Nada de lo que se recupera es auténtico, ni puede serlo, al haberse transformado tan radicalmente las circunstancias ambientales que justificaban aquellos ritos. Hoy apreciamos en estas actividades lúdicas de reconstrucción de fiestas populares un loable intento por ofrecer al observador, propio y foráneo, un reflejo de lo que fue, aceptando todos implícitamente la impostura de la representación y dispuestos con generosidad a considerar reales las sombras de la caverna. Pero cuando la banda de la Soledad toca su saeta junto a los pabellones que publicitan la especulación inmobiliaria del levante español, todos acertamos a ver en ello el espejismo sucio de nuestra sociedad de hoy, tan ajena al silencio y a cualquier apariencia de verdad.