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Cerro del Cuerno/43

El Consejo de Seguridad Nacional ha abierto recientemente un expediente sancionador contra la central nuclear de Vandellòs II por el mayor incidente nuclear desde 1992, al estimar que la central ocultó un problema grave de corrosión en un sistema de refrigeración y antepuso la rentabilidad a la seguridad. Precedentes recientes, como los incidentes de Vandellòs I en 1989 y Zorita en 1994, demuestran que ante problemas que implican un grave riesgo para la población, los responsables de las centrales nucleares optan sistemáticamente por la ocultación de información, impidiendo con este comportamiento el estricto control de las estructuras dañadas y multiplicando el peligro que corren las personas que viven en sus alrededores. Se minimizan los riesgos para no alarmar a la población, como quien oculta una enfermedad grave a un paciente que se estima débil e incapaz de asumir esa realidad. Con ello, los recelos de la población hacia este tipo de energía no hacen sino crecer.

Se especula de nuevo con la posibilidad de que Los Pedroches alberguen el Almacenamiento Temporal Centralizado (ATC) para custodiar los residuos radiactivos de alta actividad, después de que el Congreso haya solicitado al Gobierno que se construya esa instalación antes del año 2010. No tranquiliza que el presidente de Enresa asegure que el ATC se instalará en aquel municipio que lo solicite y que no se impondrá su ubicación, cuando recientemente el Gobierno, que parece estar cambiando su postura frente a la energía nuclear, ha establecido que las expropiaciones necesarias para el almacén nuclear podrán llevarse a cabo sin trámites y sin negociar con los propietarios. Secretismo y confusión son las notas dominantes en el comportamiento de las autoridades sobre materias tan inquietantes, como si los ciudadanos no estuviéramos capacitados para saber de temas tan trascendentales para nuestro futuro.

Y mientras, no se oye ni una voz entre las autoridades locales, comarcales y provinciales. Todo parece ser ajeno a nosotros mismos, como si la decisión de aplastar nuestra comarca con la losa negra de la basura nuclear se hubiera entregado ya a una fatalidad ante la que no cabe intervenir, como si sólo el azar pudiera ya salvar nuestras dehesas, que nunca han recibido ninguna figura de protección medioambiental que dificulte al menos la utilización arbitraria de su suelo. Pero yo aviso y compadezco a todas las autoridades con responsabilidad local, comarcal y provincial bajo cuyo mandato se instalare el ATC en Los Pedroches, por tener que vivir ya el resto de sus días con tal indignidad política, con tal carga en su conciencia.

1 comentarios :

Anónimo | miércoles, julio 12, 2006 11:55:00 a. m.

Me parece un tanto indignante que las autoridades ya sean provinciales o locales puedan ocultarnos el hecho de poder instalar en nuestra comarca un cementerio nuclear. Tenía conocimiento de ello hace ya varios años pero con las manifestaciones que se realizaron el tema pareció zanjado, pero creo que es indignante, para la comarca de los Pedroches, no sólo se nos ha discriminado política y económicamente sino que ahora también ideológicamente al no tener en cuenta nuesta postura ante el cementerio nuclear.
Creo que nadie tiene la potestad para poder pensar por nosotros ni elegir nuestro futuro.
No porque finalmente se instale un cementerio de tal dimensiones tendremos más trabajo, al contrario la gente terminará huyendo de la comarca y se acomodarán en lugares más seguros, donde no puedan correr peligro sus vidas ni la de los suyos, al final esta bonita comarca terminará por ser un "paraíso fantasmal"

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