Pacto por la dehesa
Cada poco tiempo leemos informaciones sobre planes urdidos para favorecer las dehesas que luego no sabemos si llevan a algo más que la oportuna fotografía anunciándolos. Hace un mes ya leímos que la asociación Guadamatilla y la Universidad de Córdoba habían presentado a la Mancomunidad de municipios un nuevo proyecto para la regeneración y conservación del ecosistema de la dehesa. Ahora, la Consejería de Agricultura y Pesca prevé suscribir en breve un acuerdo, denominado Pacto por la Dehesa, con las comunidades autónomas de Extremadura y Castilla-La Mancha y con Portugal, con vistas a que los ganaderos que explotan dichas dehesas puedan recibir ayudas agroambientales comunitarias. Se da la paradoja de que los encinares nunca han sido defendidos ante la UE, donde incluso se propuso su abandono, siendo como son, en palabras del consejero, "símbolos de sostenibilidad". Pero la paradoja mayor fue que en la declaración de las dehesas de Sierra Morena como Reserva de la Biosfera efectuada en 2002 se excluyera, precisamente, a las dehesas de Los Pedroches, que forman uno de los encinares mejor conservados del mundo. Hace tiempo se hablaba de que un equipo de la Universidad de Córdoba, dirigido por el profesor Valle Buenestado, trabajaba para que la declaración se extendiera a nuestra comarca, pero de la iniciativa nunca más se supo. Estas declaraciones, contrariamente a lo que pudiera pensarse, no son meramente decorativas. Además de permitir un más fácil acceso a fondos para su conservación, suponen un marchamo de calidad que podría, al menos, frenar en un primer momento alguna iniciativa agresiva con su mantenimiento como reservas medioambientales.
La sequía de marzo duró sólo diez días.
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