Historia bórica

Historia bórica

El asunto del ácido bórico ha traído consigo el inesperado problema cuasi filosófico del concepto de originalidad aplicado a documentos archivados en ordenador. Como se recordará, la discusión gira en torno a si, al imprimir de nuevo un documento varios años después de haber sido escrito, éste puede considerarse ya original o simplemente copia o falsificación. Ahí andan peleándose por ello jueces y, sobre todo, políticos y periodistas (si es que son diferente cosa) y en ello se nos van días y horas que hubiera sido tan gozoso vivir de otro modo. Y me viene ahora esto a cuento de una carta personal que el periodista Arturo Luna Briceño reproduce fotografíada esta semana en el semanario Los Pedroches Información, ilustrando su enésimo artículo sobre cómo nuestras queridas Siete Villas de Los Pedroches provocaron el derrumbe de todo un imperio (ver imagen inferior: pinchar en ella para verla a mayor tamaño). Resulta evidente que la imagen reproducida no se corresponde con la carta realmente enviada (así lo delata la ausencia de firma o el pudoroso encabezamiento sin dirección), por lo que, en realidad, aquí sí que no hay dudas de que no se trata de un documento original, sino de una reimpresión manipulada destinada a ser reproducida en un periódico, sin que se alcance a ver el interés periodístico del documento (pero qué vamos a exigir ya a estas alturas).

Pero no quisiera ahora fijarme en el insólito contenido de la misiva, ni en la falta absoluta de pudor intelectual que supone publicar tal documento, sino apenas en dos detalles secundarios de lo que en él se dice. En primer lugar, insiste el señor Luna en que "en el año 2003, recuperé el Catastro de Ensenada de mi pueblo", a pesar de que por estos pagos no teníamos noticias de que alguna vez se hubiera extraviado. Copias del mismo se conservan en el Archivo Municipal de Pozoblanco y en el Provincial de Córdoba, por lo que cualquier investigador interesado tiene fácil su consulta (pues, por lo demás, no se trata de un documento que, en su estado original y a pesar de que el señor Luna se haya esforzado en subirlo a los altares, ofrezca mayor atractivo para el público en general).

Pero lo más grave es que en otro punto de la carta se anuncia que "próximamente" se editará un libro con todo lo publicado en el periódico comarcal y, siendo que yo respeto como el que más la libertad de impresión, alerto amablemente sobre las consecuencias funestas que para Los Pedroches puede tener el hecho de que, a través de dicho libro, los redactores de Aquí hay tomate puedan llegar a descubrir que el lamentable estado actual de la Casa de Alba es en buena parte responsabilidad indireta de estas tristes y pobres villas y de sus vecinos tan caros.