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Rumbo a los altares

Antonio Rodríguez BlancoBartolomé Blanco MárquezTeresa Cejudo Redondo
Antonio Rodríguez Blanco, Bartolomé Blanco Márquez y Teresa Cejudo Redondo, futuros beatos de Los Pedroches.

El próximo año, probablemente en mayo, el Papa Benedicto XVI procederá a la beatificación de 500 nuevos mártires españoles, que fueron fusilados en agosto de 1936 por los rojos en el transcurso de la Guerra Civil. Entre ellos se encuentran un grupo de 63 salesianos del centro y sur de España, de los cuales tres son naturales de Los Pedroches: Antonio Rodríguez Blanco, nacido en Pedroche el 26 de marzo de 1877 y muerto el 16 de agosto de 1936 en Pozoblanco, donde ejercía como arcipreste; Teresa Redondo Cejudo, cooperadora salesiana, nacida el 15 de octubre de 1890 en Pozoblanco, donde murió también el 16 de septiembre de 1936; y Bartolomé Blanco Márquez, cooperador salesiano y delegado del Instituto Social Obrero, nacido en Pozoblanco el 25 de noviembre de 1914 y fallecido en Jaén el 2 de octubre de 1936. Es la contribución de la Iglesia Católica a la conmemoriación del año de la memoria histórica.



"Otra de la víctimas fue D. Antonio María Rodríguez Blanco, párroco de Santa Catalina, que se encontraba escondido en la casa de "Las Obispas". De allí le sacaron y le condujeron al cementerio. Cuando le llevaban por "El Paso" (C/ Sta. Bárbara) se le acercó un niño, que había sido monaguillo suyo, y se le abrazó llorando, diciendo: "D. Antonio, D. Antonio...". Un miliciano que le conducía apartó al niño con estas palabras: "Quítate niño, que eres muy pequeño para que te gusten los curas".
Gabriel García de Consuegra y otros, La represión en Pozoblanco, página 54.

La cárcel estaba llena de milicianos. Ella, a pesar de las lágrimas de los suyos, con la misma entereza de siempre se despidió:"Hasta el cielo, allí pediré por todos y también por España que bien lo necesita", "Perdonad y hasta el cielo". El jefe y oficiales de la prisión se admiraban de su valor y dijeron: "Esta es una mujer extraordinaria", y algunos milicianos conmovidos exclamaban:"Qué lástima que no fuera una de las nuestras, sería toda una Victoria Kent".
Manuel Moreno Valero, Mujeres Pozoalbenses en nuestro callejero, página 251.




Cortesías

5 comentarios :

Anónimo | martes, noviembre 14, 2006 1:17:00 p. m.

Teresa Cejudo Redondo no pudo nacer en 1980.

Antonio | martes, noviembre 14, 2006 3:37:00 p. m.

Era 1890. Ya está corregido. Gracias por el aviso.

Anónimo | martes, noviembre 14, 2006 7:10:00 p. m.

Deberian recuperar o poner una calle con el nombre de Teresa Cejudo? No todos los días se beatifican unos paisanos...o depende del partido que gobierna? Bajo mi punto de pista, deberían. Un saludo.

Anónimo | martes, noviembre 14, 2006 8:11:00 p. m.

Hombre anónimo, ahí te esperaba yo, una calle es poco, le debían poner el nombre de un barrio, o cambiar el nombre del pueblo, ¿o sigue siendo poco?

La memoria histórica es malsana y tendenciosa cuando se trata de enterrar en un cementerio con una lápida reconocible a los que ahora están en las cunetas como un perro, a los que murieron por defender el estado democrático, pero cuando se trata con los del bando de los católicos, los que comenzaron las barbaridades e impusieron la dictadura, amordazando a España durante 40 años, no hay polémica. Todo lo contrario, venga calles y colegios para ponerles el nombre.

Anónimo | martes, noviembre 14, 2006 11:30:00 p. m.

Se te ve el plumero Antonio

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