Viva y problemática

Viva y problemática

Hace unas semanas se presentó en Pozoblanco el cuarto volumen de las Obras Completas del historiador Antonio María Calero (1943-1987), que viene editando el Ayuntamiento de Pozoblanco, en colaboración con la Diputación de Córdoba, desde 1997. Este último volumen reúne un contenido muy heterogéneo, al ofrecer trabajos de tipo ensayístico sobre diversos temas históricos (Partidos políticos y democracia, El libro de la monarquía, Granada contemporánea, Castilla en la ideología franquista) junto con otras aportaciones de tipo más ligero o divulgativo, como artículos periodísticos, conferencias, prólogos a libros y hasta un pregón de feria. Precisamente esta pieza, escrita con motivo de la feria de Pozoblanco de 1975, es la que se refiere de modo más directo y meditado a su tierra natal. En ella, el autor analiza la forma de sentirse pozoalbense desde una perspectiva más intelectual que sentimental, rompiendo, por tanto, la línea que suele ser habitual en este tipo de pregones, tantas veces entregados a una nostalgia empalagosa a la que cualquier reflexión serena les resulta ajena.

Calero presenta en su pregón el concepto novedoso de la otra emigración, expresión con la que se refiere a aquellas "personas pertenecientes normalmente a la clase media, profesionalmente cualificadas, con título universitario o similar, que salen del pueblo porque en él no hay, ordinariamente, posibilidad de ejercer esa profesión para la que se han formado y que suele constituir su vocación". Y la diferencia así del concepto habitual de emigración, aplicado a "personas pertenecientes a una clase social más baja, trabajadores manuales, asalariados o pequeños patronos, campesinos o artesanos, que se marchan a otras partes de España o al extranjero porque (...) hay que buscarse la vida". El autor analiza la contribución de una y otra emigración al desarrollo social y económico de las zonas en las que trabajan y denuncia los desequilibrios territoriales que motivan el fenómeno. A pesar de haber sido escrito hace más de treinta años, el pregón posee un toque elegante de modernidad cuando se refiere a los procesos de concentración de la población en las grandes ciudades o a cómo sería conveniente revisar la creencia de quién aporta o recibe mayores beneficios cuando de analizar el fenómeno migratorio se trata.

Por lo demás, Calero, como no podía ser menos en un autor de su talla intelectual, manifiesta una concepción crítica de lo que entiende por cultura, que no puede construirse, afirma, sobre tópicos, por muy buena intención que los acune, sino sobre una reflexión grave y rigurosa de la realidad que nos rodea, sus causas y consecuencias: "Entiendo que la cultura no es un adorno de la persona o de la sociedad, como muchos piensan todavía a estas alturas, sino un componente fundamental del individuo y de las colectividades; y si el individuo y la colectividad están vivos y tienen problemas, su cultura, para merecer tal nombre, ha de ser viva y problemática". Dicho queda.



Pregón de Feria de Pozoblanco 1975, por Antonio María Calero (Obras Completas IV, Pozoblanco, 2006).