3,01 euros

3,01 euros

¿Cuánto valen muchos años vividos de trabajo, esfuerzo y sacrificio? 3,01 euros.

Y, sin embargo, aún hay una posibilidad de que no todo esté atado y bien atado. Si de los 15.000 socios de Covap, sólo 1.000 representan el 90% de la actividad de la cooperativa (como tantas veces se dijo el año pasado, alegando que deberían ser esos mil solos quienes hicieran y deshicieran), hemos de entender que también esos mil son los que se llevan realmente el capital social de la nueva sociedad anónima. Incluso es posible que algunos reciban cientos de miles de euros en acciones, pues sólo así se explicaría que a muchos otros, algunos incluso socios fundadores, tan sólo se les hayan adjudicado tres miserables euros de participación en el capital social de Covap, según las cartas recibidas estos días.

Pero, mientras esto siga siendo una cooperativa, ahí está el poder real. En el anterior intento de reconversión, algunas juntas preparatorias optaron por una postura favorable con el voto de apenas una docena de socios, mientras que en aquellos lugares en los que las asambleas fueron multitudinarias la postura fue, en general, contraria a la reorganización. Pienso, pues, que el único modo de conseguir parar de nuevo este proceso consistiría en animar a que los socios históricos acudan masivamente a las juntas preparatorias del próximo 25 de octubre y les tiren a los que han elaborado esta división de dividendos sus tres euros a la cara con un NO bien rotundo. La mayoría tiene todavía el poder en la cooperativa y la mayoría son aquí los socios a los que se va a despachar sin tan siquiera una acción para que otros recojan cientos de miles de euros. Y esa mayoría no debería consentir que décadas de trabajo, de esfuerzo y de sacrificio se paguen, como en las condenas, con tres euros y un céntimo.



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