Covap en el aire

Covap en el aire

Debo reconocer que cuando comenzó a plantearse de nuevo la transformación de Covap en sociedad anónima pensé que todo estaba ya perdido, que nada podría impedir que esta vez se cumplieran los propósitos del consejo rector y la Cooperativa se convertiría ya, inevitablemente, en un reflejo de lo que fue: en polvo, en sombra, en nada. Sin embargo, conforme avanzan los días, observo que la situación no está tan controlada como pudiera parecer y que el sentido común de los socios y sus afanes por conseguir una situación económica mejor para ellos mismos y para sus hijos puede de nuevo conseguir que la propuesta hecha por el consejo rector, de espaldas al sentir general de la Cooperativa, sea de nuevo rechazada.

Por un lado, cuanto más se profundiza en las informaciones proporcionadas por la dirección de la Cooperativa, más dudas surgen, menos claro se ve todo. El futuro de la Cooperativa en manos de una multinacional que haga y deshaga a su antojo, movida por intereses meramente economicistas que en absoluto tengan en cuenta las necesidades de los socios, es una visión cada vez más posible si la desmembración de Covap se lleva finalmente a cabo. Fundamentalmente, porque no se trataría de un ejercicio de ciencia-ficción, sino porque cada día estamos viendo en televisión cómo las megaempresas cierran secciones y sucursales sin que les preocupe lo más mínimo la situación en la que quedan los trabajadores, y en la propia Andalucía tenemos un buen puñado de ejemplos recientes.

Por otro, porque los nacidos en Los Pedroches somos por naturaleza suspicaces y desconfiados, como corresponde a quien ha debido labrarse su destino con sus propias manos, y a todos nos escama este afán por sacar adelante una propuesta contra viento y marea, a menos de un año de haber sido ya una vez rechazada y a pocos meses de que el consejo rector deba ser renovado totalmente. Nos extraña que esta vez la Junta de Andalucía no haya dicho esta boca es mía sobre el asunto, como si, tras el rechazo anterior, hubiera aceptado finalmente que la iniciativa surge contra la voluntad de los socios y hubiera admitido que lo propuesto tiene, en realidad, más sombras que luces.

En una actuación inédita, próximamente se va a celebrar en Añora (uno de los pueblos que cuenta con un mayor número de socios, tras Pozoblanco, y que en la anterior convocatoria se manifestó mayoritariamente en contra) una reunión "informativa" que contará con la presencia de Santiago Muñoz Machado, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense de Madrid y director del equipo que ha elaborado el nuevo proyecto de reorganización de Covap. Inédito resulta que con dinero de la cooperativa se financie propaganda a favor de una de las dos opciones en litigio (es como si el gobierno convocara un referéndum e hiciera propaganda en un sentido u otro). Pero lo más llamativo es que personalidades del prestigio de Santiago Muñoz se presten a este duelo de infidelidades, poniendo en riesgo su reputación y su solvencia.

Los compañeros de Plaza Pública han realizado una entrevista ejemplar a Miguel Sánchez, portavoz de la asociación Todos con Covap, cuya lectura resulta obligada para aquellas personas todavía preocupadas por el futuro económico de Los Pedroches, por el porvenir de sus hijos y por el suyo propio. Ahí se abordan con claridad los puntos clave de este oscuro proceso de reorganización y se dan pistas sobre intenciones y futuribles. Su lectura contribuye a abrirnos los ojos y, al entender que nada de lo que ahí se dice aparece en los panfletos enviados por la presidencia de Covap, comprendemos que el futuro de la Cooperativa está todavía en manos de los socios, que son ellos los que deben votar en las Juntas Preparatorias del próximo jueves 25 y que nada, absolutamente nada, está todavía decidido.