Fuegos

Fuegos

Lo del alcalde de Pozoblanco es que no tiene nombre. Queriendo apagar un fuego, levanta otro mayor. Ahora resulta que en la modificación de la normas urbanísticas que se realizó en 2001 no sólo se eliminó la alineación del paseo Marcos Redondo, que ahora anda en fase de polémica y que procedía -según el mito- de tiempos de la República, sino que también se revocó el ensanche y ampliación del cruce conocido popularmente como "Las Cuatro Esquinas", uno de los cuellos de botella que hacen todavía que el urbanismo de Pozoblanco diste mucho de ser el propio de una ciudad del siglo XXI. Las Cuatro Esquinas resultan de la confluencia de la avenida Villanueva de Córdoba, calle San Gregorio, calle Doctor Antonio Cabrera y calle Benedicto XV y constituye la entrada natural a Pozoblanco de los vecinos de todos los pueblos del norte: Añora, Dos Torres, El Viso, Villaralto y Santa Eufemia.

Enfrascado con vehemencia en su deseo de quitar legitimidad a las críticas del PP -a quien únicamente parecía ir dirigida tan insólita rueda de prensa-, tengo para mí que una escucha más detenida de las declaraciones de esta mañana del alcalde de Pozoblanco revelarían la existencia en sus palabras de una velada acusación de prevaricación -o más- a los grupos políticos que aprobaron aquellas normas, incluido el suyo propio. Por lo demás, es posible que hubiera muchas razones para realizar aquellas modificaciones en las normas subsidiarias de planeamiento, pero el alcalde esta mañana no ha dado ninguna.



"Me sorprende mucho que en Las Cuatro Esquinas, que también había alineación en el 81 y que luego se elimina en las normas del 2001, nadie haya puesto el grito en el cielo sabiendo que es una zona de muchísima más conflicitividad seguramente para el tráfico y para los viandantes. No sé si es que el hecho de tener alguna propiedad ahí hace o imposibilita esa actuación". Benito García, alcalde de Pozoblanco.