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Los Pedroches: ayer es hoy

El siguiente vídeo recoge en tiempo real diez minutos de esquileo de ovejas en Hinojosa del Duque. Lo imagino realizado por un aficionado que, sin embargo, ha logrado captar a la perfección la esencia de este trabajo. Es una película sin palabras, aunque hay sonido, en la que nos impresiona la rutina eficiente de los esquiladores y nos emociona la conformidad complaciente de las ovejas, no obstante la rudeza en el trato de la cuadrilla. Aunque la secuencia (válgame la licencia) cumple rigurosamente el voto de castidad del movimiento dogma (excepto en su punto 9, meramente instrumental), la veo sin embargo más cercana al hiperrealismo extremo. Al contemplarla, curiosamente, no me ha parecido una escena costumbrista, sino una radical actualización de la tradición, aun con el sabor castizo que rezuma por los cuatro costados. Monótona y sin argumento, hay en ella algo que hipnotiza. Resulta que aquel pasado que creímos necesario rescatar en fiestas turísticas rurales convive aún silencioso entre nosotros, quizás sonriendo irónicamente ante la evidencia de quien prefiere la ficción edulcorada teniendo todavía al alcance la cruda experiencia de la verdad.

5 comentarios :

Anónimo | martes, julio 14, 2009 11:58:00 a. m.

El trabajo de los esquiladores es espectacular en este vídeo, pero no hay que olvidar la labor que aún siguen haciendo los "legaores", realmente son los que más trabajan con las ovejas.

Anónimo | martes, julio 14, 2009 12:18:00 p. m.

por favor, qué son los legaores? nunca había oído esa palabra.

Anónimo | miércoles, julio 15, 2009 8:54:00 a. m.

qué poco vocabulario pedrocheño, los "legaores" de toda la vida de dios han sido los que cogían la oveja la ataban y se la llevaban a los esquilaores, te va sonando ahora algo?

Anónimo | miércoles, julio 15, 2009 9:31:00 a. m.

Pues Antonio yo no veo tanta rudeza en el trato con la ovejas, ¿no ves qué cara de satisfación tienen?. Se nota que nunca has visto cuando nos hacen a nosotras la cera.

Anónimo | sábado, julio 18, 2009 2:01:00 p. m.

Estas actuaciones están bien lejos del esquileo tradicional, al menos del que yo conocí de pequeño; nada, o muy poco, tiene que ver con aquello, que estaba cargado de rituales de distinta naturaleza. Tal vez aquí rezume un tanto el simple romanticismo de ver ovejas (ajenas para los urbanitas), pero por lo demás: nada de nada.

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