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Judas como ejemplo
El final de la Semana Santa marca el inicio de la explosión festiva en Los Pedroches. Tan sólo dos días (Domingo de Resurrección y Lunes de Pascua) acogen un caudal inmenso de celebraciones populares, en las que lo religioso y lo pagano no queda del todo bien definido: romería de la Virgen de las Cruces en El Guijo, Fiesta de las Mozas en Villanueva del Duque, Función de los Soldados en Pedroche, traslado de la Virgen de Guía desde Alcaracejos, hornazos en El Viso y Añora (aquí, además, con el traslado de San Martín a su ermita en Los Jarales, de reciente instauración)... A partir de ahora, el ciclo festivo entra en una espiral vertiginosa y no queda ya fin de semana sin un puñado de rituales tradicionales en más de un pueblo de la comarca. No cabe duda de que estas celebraciones contribuyen decisivamente al desarrollo de la industria turística en Los Pedroches.
Judas de Alcaracejos: "Me hice mayor y el tren no pasó".
Una de estas fiestas seudorreligiosas semipaganas de la Semana Santa en Los Pedroches la constituye la celebración de los Judas en Alcaracejos, que durante los últimos años ha ido adquiriendo una derivación curiosa que los emparenta, de algún modo, con las fallas valencianas. Los judas, que se queman el Sábado Santo al repique de Gloria, son muñecos de tela y paja que representan el mal. Últimamente, este mal genérico de antaño se concreta en personajes -e incluso, en situaciones- de la actualidad que merecen, en opinión de sus creadores, ser pasto de las llamas para expiar sus "pecados". He aquí algunas de las figuras quemadas este año:
"Si en vez de leche diese whisky, todo el mundo tendría una vaca en casa"
"Con tanta crisis no gano pa dientes"
"Yo por mi hija mato, me entiendes"
[Fotos: J. Latorre]
"Con tanta crisis no gano pa dientes"
"Yo por mi hija mato, me entiendes" [Fotos: J. Latorre]
11 comentarios :
Esta es una de las fiestas que bien llevada podría atraer mucho turismo.
No estoy de acuerdo en que se le llame a esta fuiesta seudopagana. Como casi todas ellas, arrancan de una vivencia cristiana. El personaje es la antítesis del protagonista dela Semana Santa.Durante esos días santos ha cebntrado la meditación,de la Pasión de Jesús, en la casa en la iglesia, en la calle. No hay poro en nuestro cuerpo que no reciba la influencia.El contraste de esa figura divina y humana es Judas por eso una vez terminada la Semana Santa el pueblo descarga sobre ese homnbre deicida todo lo que ha ido acumulando en su corazón. Posiblemente sea un engaño de descargar sobre ´le lo que debería hacerse en primera persona. Pero esta estampa del Judas no se puede entender sin la conexión con los días vividos. Eso no es por el contrario, demostrar la fuerza y presencia omnñímoda de la fe cristiana en nuestras manifestaciones.
No me ha gustado nunca esta tradición, ni la de aquel Judas ahorcado, pero puestos a repudiar, con la de ladrones corruptos, sinvergüenzas, pederastas y gentuza que tenemos en el panorama, echamos a la hoguera a la pobre Belén, que el único pecado que comete es que le paguen por ser auténtica, y con apagar el televisor está eliminado el daño.
¿Emparentada con las fallas? Vaya barbaridad que has dicho, seguro que no has estado allí, de lo contrario seguro que no harías esa comparación.
La "quema de Judas" en Alcaracejos parece una deformación de la original y primitiva "quema de Judas" que se produce también en otros muchos pueblos de Los Pedroches. Expontaneamente el pueblo participa en la Pascua con la quema de éstos muñecos que simbolizan la traición hacia Jesús. Lo que no acaba de gustar es el poner caras, nombre y apellidos, o llevar reivindicaciones sean del tipo que sean, ligadas a la figura del tradicional Judas. Personalmente creo que son producto de nuevas modas que aparecen alrededor de antiguas tradiciones cristianas de nuestros pueblos, y que por lo tanto desvirtúan a éstas últimas.
La tradición de quemar los "malos espíritus" al final del invierno y coincidiendo con la llegada del buen tiempo no es una costumbre cristiana, sino netamente pagana, aunque de raiz religiosa. De una religión anterior al cristianismo, pues ya sabemos que éste se apropió de muchos rituales previos cristianizándolos, como modo de atraerse el favor del pueblo. Ahí tenemos, sin ir más lejos, a las propias fallas, que responden a la misma motivación antropológica, aunque en su manifestación externa se muestren, obviamente, mucho más evolucionadas.
Y no le hacen un Judas al alcalde del pueblo? Llevan 30 años en el poder y todavía no le han sabido sacar rentabilidad al cruce de carreteras mejor de la comarca. A lo mejor están esperando a hacer algo con la autovía.
Los Judas de Alcaracejos o los "marmotos" de Villanueva de Córdoba deben tener el mismo origen. Sólo que en Villanueva no se le llamaron nunca "Judas", por lo que los naturales de este pueblo apenas los relacionaban con este personaje del Evangelio. Sólo que se les fusilaba en Sábado de Gloria, al repique de las campanas de la torre parroquial.
Pio Baroja asimila esta costumbre a la "vieja aserrada", una figura grotesca como nuestros marmotos pero con siete pies que se fabricaba de ropa vieja en el centro y norte de España. Se le iban arrancando cada uno de sus pies, y al final se la aserraba o degollaba al quitar el último pie, el sábado o domingo de Resurrección. Era un símbolo de la Cuaresma e incluso acompañaba ya las fiestas del final del carnaval.
Esta vieja sí es pagana. Nuestros Judas están más de acuerdo con un espíritu cristiano pero sin olvidar que la escenificación propiamente dicha tiene lógicamente raíz popular y pagana: la vieja destruida, la Cuaresma consumida. Pasa lo mismo que con el Carnaval: procede del Cristianismo, es inseparable de la Cuaresma. Pero en la bulla y el alborozo carnavalesco se han introducido fiestas de clara procedencia pagana. Naturalmente Judas hay por toda España. Pero nuestra fiesta, hoy casi desaparecida o adulterada, era ya conocida y divulgada por este ilustre antropólogo en su texto El Carnaval, donde recoge un informe de Alfredo Gil Muñiz, "El Valle de los Pedroches", 1925, publicado en la Real Academia de Córdoba, nº12. Allí dice: "El día del Sábado Santo por la mañana cuelgan un muñeco que visten de mamarracho, con un puchero lleno de sal por cabeza, y en el momento del toque de gloria, el muñeco, que es del tamaño natural de un hombre, estando colgado de una soga que cruza la calle de doblado a doblado, acuden los mozos amigos de las mozas que han hecho el muñeco (al que llaman Judas)y durante largo rato disparan sus escopetas, hasta que el Judas arde..." La raíz, como dice Antonio, es cristiana pero el cante, el baile, la trasgresión etc., que acompañaban estos fusilamientos es pagano. ¿No se podría volver a estas antiguas costumbres, siglo XVIII y XIX, sin
desvirtuarlas?
No tienen por qué volver atrás, ellas mismas evolucionan.
Yo, personalmente, prefiero la tradición. Si la evolución de nuestros "Judas" o "marmotos" le hacen parecerse a personajes como la "Belen", con toda la carga mediática que hay detras, creados artificialmente por los que se creen que todos somos horteras o idiotas, pues me parece que me quedo con mis marmotos, seres anónimos, sin pretensiones, sin más carga simbólica que la que le dieron los años.
Quien quiera ver la excelente evolución de los muñecos destinados a la hoguera, verdaderas obras de arte, que se vaya a Valencia cuando empieza la primavera. Allí está la fiesta del fuego, el ruido y la pólvora, tres conceptos que son la única reliquia de una tradición ya olvidada. Como todo en la vida es cuestión de cristales y gustos.
También se quema un Judas en Villanueva del Duque, pero se hace el sábado de gloria por la noche, justo al paso de la procesión del Resucitado y la Virgen vestida de blanco. La procesión se detiene justo en el momento en que se prende fuego al muñeco, vestido este año con ropas de hebreo.
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