Lo más leído en los últimos días

BLOGDROCHES Actualidad

Blogs de autor

Políticos

El futuro de la dehesa a debate


Piara de cerdos en la dehesa de la aldea de El Cerezo.

Leo en la prensa unas declaraciones del presidente de Adhesa, Juan Carlos Higuera, según las cuales "el futuro de la dehesa de Los Pedroches pasa por modernizar las explotaciones y buscar nuevos nichos de mercado como el turismo rural, el medioambiental y la gastronomía, que permitan una gestión integral, racional y sostenible con el medio ambiente". Provoca malestar que una y otra vez la defensa de la dehesa no halle más alternativa que la explotación ganadera o turística. Me gustaría en alguna ocasión leer directrices para la preservación del ecosistema por sí mismo, sin anteponer el beneficio que se pueda obtener de él. En general, falta en Los Pedroches un debate en torno a este asunto serio y riguroso, no contaminado por derivas partidistas o intereses económicos. Es necesario que se escuchen opiniones divergentes de la línea oficial, para la que la promoción de la dehesa parece sólo un medio (legítimo) para obtener un beneficio. Ha de haber otras propuestas, otros planteamientos intrínsicamente ecológicos. Por eso me ha interesado este artículo de Francisco J. Domínguez publicado hace unos días en El día de Córdoba , porque plantea ciertas cuestiones que quizás desagraden a algunos, pero que desde la más estricta racionalidad parecen inevitables si el objetivo real es, finalmente, que esta herencia natural de siglos pueda ser transmitida con el menor daño posible a futuras generaciones.

De jamones y encinas
Francisco J. Domínguez (El Día de Córdoba, 10-10-2010)

EL jamón ibérico de bellota, el puro, el auténtico, el que va sin trampa ni cartón, sin fraude, debería costar diez veces más de los que vale si queremos conservar la dehesa y, por ende, salvar el producto en el futuro. Si nos comemos ahora la gallina de los huevos de oro, dentro de 50 años no habrá encinas para alimentar a los cerdos en la montanera. Esta verdad es tan cruda como el propio jamón. Pero es una verdad impopular, que no se quiere oír. Este fin de semana se celebran en Villanueva de Córdoba, auténtica capital mundial de la dehesa, diversos acontecimientos en torno al jamón, que están muy bien porque contribuyen a que la Denominación de Origen de Los Pedroches suene y ocupe el sitio que merece. Pero se habla poco de la dehesa. Se piensa en el producto y en su comercialización y se tiende a olvidar el entorno donde se produce y la necesidad de conservarlo. Y se deja a un lado el encinar porque hay verdades que duelen. ¿Se han preguntado alguna vez por qué no es parque natural la dehesa de Los Pedroches si es la más extensa y auténtica? ¿Por qué no está incluida en la reserva de la biosfera Dehesas de Sierra Morena? Y es que en Los Pedroches se crían cada año más de 200.000 cerdos y con la protección se limitaría la carga ganadera. Pero voy más allá. De estos cochinos, apenas el 10% pasan por la denominación; otra pequeña parte queda en los secaderos de la zona que no están bajo el amparo del consejo regulador y el resto se van a Huelva y a Guijuelo. En Guijuelo no hay dehesa. Se esquilmó. Y en Huelva no tienen terreno suficiente para abastecer la demanda de sus productos. ¿Qué quiero decir? Muy sencillo: que la mayor parte del valor añadido que generan las dehesas de Los Pedroches se va a otro sitio y aquí pagamos un coste ambiental demasiado elevado. Engordamos al bicho para que otro lo venda por patas, que no por partes.

Tal carga ganadera, sumada a la del vacuno de carne y al ovino, está acabando con la dehesa continua más extensa del mundo. Mejor dicho, no es que esté acabando con el encinar, es que lo está esterilizando, porque las cabañas acaban con los brotes nuevos y no hay encinas nuevas.Pero éste es un tema de conversación incómodo en Los Pedroches, sobre todo si uno habla con los que controlan el cotarro ganadero. Sus argumentos siempre giran en torno a que si no hay ganado no hay dehesa. Está claro. Si no hay clientes no hay bares, pero qué pensaríamos de estos establecimientos si todo el que entrara saliera borracho. Sería un abuso. Me refiero con esto a que le pueden dar todas las vueltas que quieran a la Ley de la Dehesa, pero la única solución es rebajar el ganado e intensificar las repoblaciones. Y si no llegan las ayudas para compensar el descenso de la cabaña, habrá que vender el jamón diez veces más caro para que la gente pueda seguir viviendo del campo. Todo eso, claro está, si queremos seguir viendo el paisaje de color verde encina centenaria. De lo contrario, pronto, todo será un páramo como el de Guijuelo.

2 comentarios :

Juan Carlos | viernes, octubre 15, 2010 12:53:00 p. m.

Además de lo que tú apuntas, Antonio, permíteme que te haga notar en las declaraciones de Juan Carlos Higuera lo inapropiado que resulta confiar el "futuro" de la dehesa a la creación de "nichos".

Dani | viernes, octubre 15, 2010 2:53:00 p. m.

Ante dos puntos de vista opuestos de la misma problemática, en este caso la supervivencia económica de los ganaderos frente a la supervivencia misma de la dehesa, se debe encontrar un punto de equilibrio. Para encontrar ese punto de equilibrio los ganaderos deberían de hacer buenas prácticas ganaderas, las que hacían nuestros padres y abuelos, las administraciones deberían también de aportar ideas y apoyo, no solo comer jamón. Todos tienen que ceder, pero en este caso son ganaderos y administraciones frente a la propia naturaleza, que ya sufre lo suyo. Mal, muy mal lo están haciendo los ganaderos, cuando tratan de ver solo el lado productivo de la dehesa, diciendo que el futuro está en la diversificación productiva, y mientras la dehesa muriendo.
El verdadero problema es que la dehesa ya no se reproduce de manera natural, es un fósil viviente. Y sí, junto con la rentabilidad de las explotaciones hay que añadirle el elemento ambiental, ya sea reeducando a los ganaderos y concienciando a la ciudadanía pero fundamentalmente hay que incidir en reducir la carga ganadera, si ésta no es factible, se puede practicar la trasterminancia o desplazamiento cíclico en la misma explotación, y por supuesto hay que replantar ya, y mientras más mejor y no solo a nivel de escolares.

Publicar un comentario