El debate de la deuda

El debate de la deuda

La entrada de hace unos días sobre la entrevista con Luciano Cabrera en el periódico El batior ha provocado una encendida discusión en los comentarios -como siempre ocurre cuando se tratan, aunque sea tangencialmente, asuntos noriegos- en torno a la deuda del Ayuntamiento de Añora. El tema había sido ya motivo de debate a nivel local hace algún tiempo, pero el presidente de la Mancomunidad ha vuelto a traerlo al primer plano al comparar en dicha entrevista la deuda de la institución comarcal con la del consistorio noriego.

A fin de confrontar posiciones que nos ayuden a comprender mejor la situación, me he dirigido a Bartolomé Madrid, alcalde de Añora y parlamentario andaluz, para conocer su versión de la coyuntura en que se hallan ambas administraciones. Sobre la deuda de la Mancomunidad, su posición es conocida: el presidente no ha explicado suficientemente cómo se ha pasado de un superávit en anteriores ejercicios a una deuda de casi un millón de euros este año. Junto con otros representantes comarcales de su partido, ha denunciado en varias ocasiones la opacidad de las cuentas mancomunadas y le parece insólito el trato que tan anómala situación recibe por parte de las administraciones públicas de nivel superior y también de la propia prensa, que, según el parecer de su partido, no hace suficiente hincapié en la denuncia que la delicada situación de la Mancomunidad merecería.

En cuanto a la deuda del Ayuntamiento de Añora, Bartolomé Madrid se remite a la información proporcionada a la Corporación en el pleno del mes de junio. La deuda de casi 900.000 euros del Ayuntamiento de Añora (exactamente 886.000 euros a 31 de diciembre de 2009, según datos del Ministerio de Economía y Hacienda) resulta, a su entender, una cifra engañosa, porque en ella se incluye un préstamo hipotecario para la construcción de 16 viviendas tuteladas a cargo de Provicosa (empresa pública de promoción de vivienda de la Diputación), préstamo que representaría poco menos de la mitad de la deuda total del municipio. "Este es un préstamo que está subvencionado [por la Junta de Andalucía] casi al 100% y con un alquiler medio de las viviendas, según el estudio económico que hizo Provicosa, representará un beneficio económico para el Ayuntamiento, además de la titularidad de las viviendas", afirma Bartolomé. Por tanto, según el alcalde de Añora, "este préstamo no se puede considerar como una deuda normal sobre la que no se tiene financiación y que el Ayuntamiento tiene que ir pagando de sus recursos". El Ayuntamiento de Añora se vio obligado a pedir este préstamo para que pudiera ser subvencionado por la administración autonómica, pues de haberlo solicitado la propia Provicosa no se hubieran recibido ayudas "y no quedaría otra opción que vender las viviendas tuteladas". El acuerdo fue aprobado por unanimidad, incluyendo, por tanto, el voto favorable de los cuatro concejales de la oposición.

Del resto de la deuda (472.553 euros), Bartolomé Madrid afirma que una buena parte de ella procede de la herencia recibida en 1995 del anterior gobierno local (que cifra en 207.929 euros), por lo que durante sus quince años al frente de la alcaldía el Ayuntamiento de Añora tan sólo se habría endeudado en 264.624 euros. Siendo el límite de endeudamiento legal de los Ayuntamientos del 110% de los ingresos corrientes liquidados y habiendo establecido el Gobierno de España el 75% para poder pedir más préstamos el próximo año, el Ayuntamiento de Añora se encontraría en la siguiente situación: su nivel de endeudamiento, atendiendo sólo a lo que el alcalde noriego considera la deuda estricta, sería del 26,15% e, incluyendo el préstamo hipotecario, del 51,51%, en ambos casos muy por debajo de los topes implantados. Las cifras y cálculos han sido proporcionados por Bartolomé Madrid.

Las explicaciones del alcalde de Añora, independientemente de que nos parezcan más o menos convincentes, suponen un loable intento de aclaración de un panorama -por lo general poco transparente- común a muchos otros municipios, encabezados por gobiernos de todos los signos políticos: una deuda aparentemente exagerada para el nivel de población de la localidad. El planteamiento es puramente político y me gustaría que fuera abordado en estos términos. ¿Es deber de un Ayuntamiento conseguir para el beneficio de sus vecinos los máximos servicios e infraestructuras posibles, aun a costa de un alto endeudamiento, o debería primarse una adecuación razonable a los recursos disponibles y a la proporcionalidad demográfica, aunque ello conllevara una reducción de los logros alcanzados? ¿Responde la deuda de la Mancomunidad a alguna de estas alternativas o, sencillamente, lo que allí ocurre es consecuencia de una mala gestión política y contable? ¿Está haciendo la administración autonómica oídos sordos a las denuncias del PP? ¿Habría otra actitud si las siglas fueran diferentes?

La controversia está servida. La primera entrada sobre este tema mereció más de treinta comentarios, todos ellos anónimos, que expresaban en buena parte posiciones radicalmente asumidas. En esta ocasión, vamos a ensayar nuevas fórmulas para el debate, un debate candente en la situación económica y política general de nuestro país, que, a través de una conversación educada y basada en razonamientos, contribuyan a fomentar un espíritu crítico y democrático frente a una problemática que a todos nos afecta. Así, en este artículo sólo autorizaré los comentarios que vengan adecuadamente identificados, sin aceptarse en ningún caso discursos anónimos. Es posible que, con esta exigencia, no se registre ninguna intervención. Será, en cualquier caso, un termómetro de nuestro compromiso real con la sociedad, con la política, con Los Pedroches y con nosotros mismos.

Deuda de los Ayuntamientos de Los Pedroches. La línea más gruesa marca la media.