De museos, errores y proyectos

De museos, errores y proyectos

Monedas del "Tesoro de los Almadenes" en el Museo Arqueológico de Córdoba, con la nueva rotulación. [Foto: Pedro Muñoz Romero, via Facebook]

A través de Alcaracejos digital he sabido que el Museo Arqueológico de Córdoba (cuya ampliación se inauguró el pasado lunes, con una nueva disposición de las colecciones, más moderna y acorde a la concepción museística actual) ha rectificado al fin un error de atribución geográfica que afectaba a un conjunto de piezas procedentes de Los Pedroches. Se trata del tradicionalmente llamado "Tesoro de los Almadenes de Pozoblanco", a pesar de que -como ya expliqué en este artículo publicado en 2006 en la revista Arte, arqueología e historia-, la localización exacta del hallazgo se produjo en el término de Alcaracejos. Como sospecha el de Tolentino, es muy difícil que esta corrección se aplique también a la literatura científica sobre el tema, que por lo general, en estos asuntos, prefiere una transmisión acrítica de datos recabados en fuentes bibliográficas consideradas de autoridad. Baste citar el detalle de que en la propia web del Museo el Tesoro, considerado una de las obras singulares de su colección, aparece todavía como procedente de Pozoblanco.


Edificio 'La Salchi' de Pozoblanco.

Y a propósito de museos. En la anterior entrada de Solienses se aludía al proyecto de Centro de Patrimono Histórico de La Salchi en Pozoblanco, para insinuar mis dudas sobre la viabilidad futura del proyecto dada la imprevisible correlación de fuerzas políticas que surgirá de las próximas elecciones municipales de mayo. En realidad, las circunstancias políticas que rodean a aquel grandioso proyecto cultural son bastante peculiares. Por simplificar, el proyecto al que nos referimos fue realizado por Juan B. Carpio a instancias del actual concejal de cultura del Ayuntamiento de Pozoblanco, Emiliano Pozuelo, del Partido Andalucista. Desde el principio se supo que, dado lo traumático de la actual situación política en Pozoblanco, como consecuencia de la crisis vivida en el seno del PSOE local, sería difícil cualquier determinación inmediata en torno a un asunto que, por su envergadura y simbolismo, requiere cierto grado de consenso. De hecho, el PSOE veía con buenos ojos acoger en las instalaciones del antiguo matadero industrial un Centro Comarcal de Empleo, así como ceder espacio para las sedes de las asociaciones locales y, finalmente, reservar algunas dependencias para la implantación de un Museo de Usos y Costumbres. Por su parte, el actual grupo de gobierno PP-PA barajó inicialmente la posibilidad de instalar allí el Conservatorio e incluso una residencia de ancianos, aunque ambas pretensiones fueron pronto desestimadas. Como decimos, ahora todo está en manos de la nueva corporación que surja de las elecciones de mayo y habrá que estar pendiente de los programas electorales que se redacten, pues se da la paradoja de que el PSOE, el partido que en principio veía con mayor recelo la instalación en La Salchi del Centro de Patrimonio Histórico, lleva ahora en su lista al propio redactor del proyecto.

Tras la publicación de la referida entrada en Solienses, me escribió Emiliano Pozuelo, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Pozoblanco, para desmentir cordialmente la sensación de abandono del proyecto que parecía desprenderse de mi comentario. El documento se remitió en su día no sólo a los partidos políticos sino también a diferentes asociaciones y entidades sociales y económicas de la localidad, para conocer su parecer. Posteriormente, según Emiliano, se ha actuado en dos sentidos: por un lado, se ha tanteado la posibilidad de obtener financiación a través de diversas administraciones públicas y privadas; por otro, un arquitecto se ha prestado a realizar un anteproyecto técnico para determinar la cuantía económica de la rehabilitación del edificio conforme al proyecto de Juan B. Carpio. De momento, poco más puede hacerse, hasta que se conozca la nueva configuración del Ayuntamiento y el final de la campaña electoral aplaque las turbulencias actuales. Emiliano confía en que este proyecto, de un modo u otro, pueda sacarse adelante. A pesar de que intuye, por su experiencia en la política, los meses tan inquietos que nos aguardan y el tacto con el que deberemos conducirnos en ciertos asuntos, no duda en concluir: "Por mi parte nada va a cambiar en mí el deseo de que la idea de proyecto que elaboró Juan B. pueda ser una realidad".