El zoco del peregrino y los demás
La Plaza de la Catedral de la Sierra de Hinojosa del Duque, anoche.
Yo creo que la gente ya está un poco cansada de estas propuestas repetitivas, se llamen mercado medieval, bazar andalusí, mercadillo mozárabe o zoco del peregrino, como el de estos días en Hinojosa del Duque. Que ya todos nos hemos dado cuenta de que se trata siempre de lo mismo, que lo único que cambia, si acaso, es la indumentaria de los mercaderes, pero que sabes con certeza que allí te encontrarás las hierbas medicinales, el fabricante de jabón y el tallista de madera de olivo. No fallan. Entiendo la buena voluntad de los ayuntamientos convocantes, que desean atraer visitantes a sus pueblos para fomentar el negocio local (particularmente el hostelero), pero observo que la propuesta cada vez se hace con mayor desgana, como cumpliendo el trámite sabiendo que ya no se engaña a nadie. Allí están las mismas rapaces de siempre, que el buho real es ya como de la familia, de tantas veces que lo hemos visto, y poco más adelante el barquero de tracción humana. En Hinojosa, esta vez, hasta se ha recortado el itinerario, que antes llegaba hasta la encantadora plaza del convento concepcionista y ahora se corta en la calle Jesús. Vale que la plaza de la Catedral de la Sierra resulta bellísima por la noche y que ella sola constituye una perfecta excusa, si alguna se necesitara, para darse una vuelta por Hinojosa. Pero las ferias, mercados, mercadillos, bazares y zocos históricos necesitan urgentemente una poquita renovación si queremos convertirlos en reclamos de los que no haya que avergonzarse.
Un visitante observa unas fotografías de la exposición "Pentafinium Jacobeo" en la ermita de la Virgen del Castillo de Hinojosa del Duque.
Músicos callejeros ambientan la noche.
Pan en uno de los puestos del mercadillo.
Un artesano de la enea en plena faena.
4 comentarios :
Y la propuesta es?
la propuesta puede estar en una mirada hacia y dentro de nosotros, de nuestros pueblos, de lo que tenemos delante y no vemos, amigo Manolo.
Al menos das ideas, José María. La crítica arrogante y petulante, acompañada de nada más, del señor Merino me da dentera.
¿donde ve Vd., señor Marín crítica arrogante y petulante? Yo solo veo un análisis y creo que bastante acertado. Y las ideas no se las pida Vd., al señor Merino, a él no le corresponde. Teneís en los pedroches una costumbre muy fea de apuntar siempre al mensajero cuando anuncia lo que es evidente pero que no queréis escuchar la cual debéis corregir.
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