El Periscopia se sumerge

El Periscopia se sumerge

A estas horas no queda muy claro si el festival Periscopia llegará a celebrarse este año o no. Esta mañana nos hemos despertado con la noticia de que la asociación La casa de los monos, promotora de su organización, ha comunicado "su decisión irrevocable de no continuar con el trabajo de gestión de la 5ª edición del Festival Periscopia", por razones que no acaban de concretarse de forma explícita, más allá de aludir a unos vagos "temas técnicos". "A día de hoy, nadie nos puede asegurar desde el Ayuntamiento que el Festival pueda celebrarse con normalidad y que se cumplan los horarios y las actividades programadas", afirman en su nota.

Por su parte, Juanlu Dorado, periodista miembro de la organización, expresa en forma de preguntas algunas posibles respuestas: "¿Por qué no nos han dejado hacerlo? ¿Por qué tantas trabas? ¿Por qué tantos problemas? ¿Por qué tantas críticas? ¿Por qué tantos límites a un sueño que debería ser común para todos?...¿Por qué poner obstáculos a aquellos que sólo ponían su ilusión en algo para hacer grande y conocido a toda una ciudad?", dando a entender que "alguien" (¿y quién sino el Ayuntamiento?) ha puesto trabas para que esta convocatoria artística pudiera realizarse.

A falta de conocer la versión del Ayuntamiento de Pozoblanco (que podría institucionalmente asumir la organización del festival), asistimos a un desenlace previsible cuando la espontánea iniciativa particular se entrega en exceso al cobijo de las administraciones públicas. Resulta imposible bajo el amparo institucional mantener los niveles de libertad que una asociación independiente querría preservar. Por ello, antes de dar el paso fatal de acogerse a la tutela oficial, hay que valorar si se concede prioridad al respaldo económico y de medios técnicos o a la libertad de planteamientos y ejecución. Las dos cosas casi nunca se pueden disfrutar a la vez. Debería ser de otro modo, pero es así. Quien lo ha vivido, lo sabe.