La Miss Marple de Los Pedroches
En una primera lectura, la composición de los relatos que integran Misterio en Los Pedroches resulta simple: se le plantea un caso a la inspectora Julia, quien rápidamente deduce las claves y urde una estratagema que lleva a su resolución. Más tarde, sin embargo, se advierte que tras la aparente sencillez se esconde un artificioso juego metaliterario que requiere, y hasta exige, la complicidad del lector aficionado al género negro. Por ejemplo, en el primer relato del libro, mientras la inspectora cavila sobre el robo del camafeo, el narrador nos cuenta, como de pasada: “Estaba distraída, por lo que no se percató de que varios insectos comenzaron a revolotear a su alrededor hasta que uno se posó en su nariz. Intentó apartarlo con la mano y, entonces, se dio cuenta de que era una avispa y de que estaba cerca de un nido, construido en el hueco que había entre dos piedras de granito que formaban parte de la pared de un cercado. Y, en ese momento, recordó”. ¿Qué recordó la inspectora Julia y el narrador no nos dice? Pues seguramente lo que le vino a la mente fue el relato “Nido de avispas” de Agatha Christie, en el que Hércules Poirot descubre (atención: spoiler) lo pérfido que puede llegar a ser un amante despechado.
Misterio en Los Pedroches constituye, sobre todo, un juego de homenajes y referencias cruzadas que solo apreciarán en toda su intensidad los apasionados del género, que descubrirán alborozados los guiños desperdigados por aquí y allá. Ecos de "El misterio del jarrón azul" encontramos en "El caso del hombre que veía fantasmas", mientras que elementos de "Una broma extraña", también de Agatha Christie, podemos reconocer, por diferentes motivos, en "El caso del tesoro escondido" y "El caso de las tumbas profanadas". Las múltiples referencias a la gran dama del crimen no son ociosas, pues la propia Julia se reconoce en dos ocasiones como "la Miss Marple de Los Pedroches", pero los amantes del género las encontrarán sin duda también a otros autores.
La colección de relatos carece, obviamente, de la solidez de Un revólver en la maleta, la primera novela de Félix A. Moreno protagonizada por el inspector Homero y que resultó ganadora del Premio Solienses 2013. Ni la elaboración argumental ni la construcción de personajes puede comparársele ni, a mi parecer, el autor lo ha pretendido, habiéndose planteado más bien la obra como un ejercicio lúdico de complicidad intelectual y de expresión de afectos literarios. Pero quizás su logro más elevado sea haber convertido a todos nuestros pueblos en escenarios posibles de misterios por resolver y haber esbozado un personaje que pudiera irse consolidando en próximas entregas hasta llegar a convertirse en un referente ineludible de la memoria poética de Los Pedroches.
1 comentarios :
Ya lo he terminado. Me ha gustado mucho Julia y las historias.
Elvira
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