La Mancomunidad mira al pasado para afrontar el futuro
16 alcaldes de Los Pedroches, ayer en Pedroche.
Era un día para la celebración y las palabras bonitas, olvidándonos de todo lo feo. La Mancomunidad de Municipios de Los Pedroches cumplía 25 años y para festejarlo se había convocado un acto solemne en el Centro de Interpretación de las Siete Villas en Pedroche, justo enfrente, a apenas cincuenta metros, de la ermita de Nuestra Señora de Piedrasantas, donde durante siglos se reunieron los representantes de los concejos de Pedroche, Torremilano, Torrecampo, Pozoblanco, Alcaracejos, Villanueva de Córdoba y Añora para atender los asuntos comunales relacionados con las dehesas, en lo que simbólicamente se ha considerado un antecedente histórico de la actual mancomunidad. Allí han acudido alcaldes (todos menos la de Cardeña), concejales y trabajadores de la institución homenajeada, junto a representantes de las administraciones estatal, autonómica y provincial e invitados diversos para conmemorar un pequeño hito en nuestra historia comarcal reciente. Un cuarto de siglo de unión, mejor o peor avenida, que ha propiciado muchos de los avances colectivos que se han vivido en nuestra tierra durante las últimas décadas.
Descubrimiento de un azulejo conmemorativo con el escudo de los 17 pueblos que forman la Mancomunidad. En la foto, de izquierda a derecha: María Dolores Amo, Rafaela Valenzuela, Juan Pablo Durán, Juan Díaz y Santiago Ruiz (alcalde de Pedroche).
Que todos acudían con la intención de agradar lo ha puesto de relieve el tono de los discursos. La delegada de Empleo y Protección Civil de la Diputación de Córdoba, María Dolores Amo, la primera en intervenir, apuntó que la Mancomunidad "ha tenido que pasar en este tiempo por muchísimas dificultades, desde económicas hasta demográficas, pero hoy debemos poner en valor cómo se han conseguido alcanzar todas esas metas, todos esos objetivos que juntos os habéis propuesto, en gran parte gracias a haber sido una institución reivindicativa, que ha aunado las voces de todos y cada uno de los habitantes de este territorio a la hora de defender sus intereses". La subdelegada del Gobierno en Córdoba, Rafaela Valenzuela, confesó que cuando vino por primera vez a Los Pedroches le llamó la atención "la perseverancia de sus gentes, la capacidad de lucha y de emprender" y señaló que "habéis dado un gran salto y ahora el reto es el futuro; habéis conseguido mucho, en unas condiciones difíciles, pero ahora tenemos que hacer atractivo lo que tenemos para que la gente más joven encuentre aquí su futuro". Ganas de agradar, aunque luego se aventuró por territorios más espinosos: "Estos pueblos nuestros tienen una prestación de servicios que para sí los quisieran en muchos sitios". Pero no era el momento de contestar ni de indignarse.
El presidente del Parlamento Andaluz, Juan Pablo Durán, recordó que la Mancomunidad se creó en 1993 "para afrontar los retos que tenían en aquel momento los municipios de esta zona". "No han sido todos estos 25 años de color de rosa", añadió. "Ha habido de todo: ha habido buenos momentos, malos momentos, dificultades, alguna que otra zancadilla...", aunque no concretó cuál. Durán consideró la Mancomunidad como "una apuesta imprescindible para el mantenimiento de la cohesión en este territorio". El presidente del Parlamento Andaluz señaló que las mancomunidades forman parte de nuestra estructura administrativa autonómica y son claves para desarrollar cada día mejor la vida en las zonas rurales,"actores fundamentales para dinamizar la sociedad y para afianzar la conciencia de la ciudadanía mediante la extensión de valores como la solidaridad y la cooperación".
Los cuatro presidentes de la Mancomunidad a lo largo de su historia: de izquierda a derecha, Luciano Cabrera, Juan Díaz, Rafael Moreno y Enrique González.
Finalmente, Juan Díaz, presidente actual de la Mancomunidad, recordó, en primer lugar, los antecedentes de la institución, aquel movimiento de los años 80 en demanda de mejores infraestructuras para la comarca, particularmente la construcción de un hospital. "Aquella imagen de los alcaldes de entonces encerrados en el Ayuntamiento de Pozoblanco, exigiendo el centro hospitalario, siempre formará parte de nuestra historia", apuntó. Díaz repasó luego los logros alcanzados durante todos estos años: la promoción turística, la consecución de la Reserva Starlight, la coordinación cultural entre todos los municipios, la escuela comarcal de música, el servicio de microbús, el centro de inertes, la construcción de la presa de La Colada, la creación de empleo (servicio de orientación profesional, programa de acompañamiento a la inserción, escuelas-taller, talleres de empleo, plan de inserción juvenil), "la lucha común de toda la comarca y un importante movimiento ciudadano para conseguir que parara el tren en Los Pedroches", la participación en proyectos europeos, la presencia en los fondos PROFEA, el impulso de la iniciativa empresarial (construcción de naves para nuevas empresas, apuesta por el autoempleo), planes de cooperación al desarrollo, educación ambiental, fomento de la agricultura ecológica, equipamiento mancomunado, reivindicaciones ganaderas para conseguir un precio justo para la leche, búsqueda de soluciones para el abastecimiento de agua en situaciones de sequía... "Pero no todo ha sido positivo. Ha habido malos momentos. La crisis económica tocó de lleno esta institución a partir del año 2010. El periodo 2010-2013 fue muy duro. Las ayudas disminuyeron y con ellas las actividades que se realizaban desde Mancomunidad. Fue una época muy complicada, de la que con trabajo, decisiones duras y esfuerzo se pudo salir (...) En ese momento muchos comenzaron a cuestionar su existencia, olvidando todo lo que ha hecho por esta comarca a lo largo de la historia la Mancomunidad. Preguntas como "¿para qué sirve la Mancomunidad?" o "¿qué ha hecho durante todos estos años?" comenzaron a ser habituales. Se hizo un ejercicio de desmemoria que obligó a realizar un importante esfuerzo para refrescar la memoria de los habitantes de la comarca sobre el gran trabajo que a lo largo de los años muchas personas habían hecho por esta tierra desde el seno de la institución (...) Ahora, tras superar debates internos y externos sobre su conveniencia, podemos decir que la Mancomunidad vuelve a tener fuerza".
Luego llegaron los homenajes. Se obsequió con un bastón de mando a los cuatro alcaldes que han ocupado la presidencia de la entidad durante este cuarto de siglo. También hubo detalles para los secretarios y para el gerente, Jesús Fernández Vioque. Fotos de familia y actuaciones del grupo de teatro Los Mejía y de música folk Jara y Granito completaron el acto, que se cerró con un aperitivo al que no todos los representantes quisieron quedarse.
La Mancomunidad cumple 25 años y parece que renace de sus cenizas, pero aún quedan heridas profundas que no se han restañado lo suficiente. Ignorarlas puede jugar en su contra en esa llamada al futuro que realizaron todos los intervinientes. Corregir los errores será una garantía de pervivencia. En la celebración de ayer hubo mucha melancolía y poca autocrítica, siempre tan necesaria. Quizás no era el momento. O sí, y se perdió la ocasión.
El presidente de la Mancomunidad con algunos de los secretarios de la entidad durante estos 25 años.
Vista general del salón de actos.
Azulejo conmemorativo de la jornada.
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