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Un intento frustrado y el consuelo del Miramontes

Muralla Este del Castillo de Miramontes, en Santa Eufemia [Fotos: Solienses].

La intención de esta mañana era localizar uno de esos monumentos "perdidos" de Los Pedroches que ando catalogando. Se trata de la llamada Casa de las Bóvedas, un edificio en la sierra de Santa Eufemia que era utilizado por los condes como casa de recreo. Pudo haberse construido en el siglo XV y de ella solo se conserva una estructura rectangular cubierta por una bóveda de cañón de unos 40 metros de longitud. En internet había encontrado algunas rutas ciclistas que nombraban el monumento y con la ayuda de Google Maps elaboré un doble itinerario alternativo confiando en que los satélites me fueran propicios, como en la visita al castillo de Vioque. Pero esta vez no.


El primer itinerario me condujo hasta Guadalmez, ya en Castilla-La Mancha, y pretendía un acceso desde el norte, pero a la hora de afrontar el inevitable laberinto de caminos del último tramo el navegador se rindió y comenzó a dar órdenes contradictorias que me hicieron desistir. El segundo itinerario partía de Santa Eufemia y suponía, en primer lugar, recorrer unos quince kilómetros de la carretera CO-9027 que une esta localidad con Belalcázar. ¿Qué dificultad podían presentar quince kilómetros de carretera? Solo diré que a los cinco kilómetros decidí dar la vuelta y renunciar a la empresa. Se trata de una pista infernal sin restos del asfalto que alguna vez tuvo, llena de socavones y piedras que hacen imposible el tránsito con un vehículo que no sea un quad de esos. Debo reconocer que he sentido vergüenza de que en mi comarca haya una carretera así. 


Habiendo perdido ya la mañana, me acordé entonces de que hace unos meses dimos la noticia de que habían arreglado el carreterín de acceso al castillo de Miramontes y decidí llegarme hasta él, con la seguridad de que nunca defrauda. Hay que hacer notar que la entrada a esta vía del castillo se realiza desde la misma carretera dantesca que hube de abandonar, pero a favor de cualquier futuro visitante juega que solo tendrá que recorrer unos 600 metros, los que van desde el final de la calle Calvario a un desvío a la derecha torpemente señalado con unos indicadores de RTVE. La nueva pista es una recia estructura de hormigón que zigzaguea empinada hasta llegar a las antenas, a unos doscientos metros de la explanada de acceso al castillo. Este tramo final hay que hacerlo ya a pie, en un agradable paseo entre retamas y con el abismo a un lado. 


Torre de la cárcel y muralla norte, desde el interior del recinto.

El castillo se ofrece majestuoso desde su altura y está igual que la última vez que lo visité, hace ya varios años. Desde arriba, las vistas sobre Santa Eufemia y todos Los Pedroches resultan espectaculares y también al otro lado, hacia la comarca de Montesur (que es como llaman ahora a la de Almadén) y Valle de Alcudia. Tras recorrer las ruinas por el interior y tomar fotos de las torres que milagrosamente resisten el envite del tiempo, a pesar de alzarse en un sutil equilibrio directamente desde la roca, salí del recinto y di la vuelta por el lado norte, pues quería fotografiar el lienzo de muralla de este costado, que se conserva entero. No es tarea fácil, por lo escarpado del terreno, los roquedales inaccesibles, los abruptos cortes de terreno y la tupida barrera de zarzas y otros arbustos que inunda algunas zonas. Dando un gran rodeo y tras algunos resbalones, conseguí acceder a un punto desde el que contemplar una panorámica maravillosa y que no había observado anteriormente.


Al regreso, me crucé con una familia de viajeros que sudaban ya en su acceso a la fortaleza. "¿Este es el único camino para llegar al castillo?", me preguntaron, y yo confirmé sus temores, pero sin advertirles de lo que aún les aguardaba. Es cierto que el castillo de Miramontes, con su estado ruinoso, no está preparado para las visitas turísticas, que incluso presenta algunos peligros, pero a la vez (por su historia, por lo majestuoso del paisaje, por las vistas que regala) constituye uno de los mayores reclamos para los visitantes de la zona. Se trata de una contradicción que debería ser resuelta,  porque el monumento no está siendo adecuadamente explotado. La infame carretera de acceso y la ausencia absoluta de señalización seguramente echará para atrás a más de un turista y me pregunto si no será esta la intención. Así somos en Los Pedroches: queremos que el turismo constituya una fuente de ingresos para la comarca pero dejamos desasistidos algunos de los principales atractivos que podrían atraernos visitantes. Es muy probable que la familia de viajeros con la que me crucé no recomiende a nadie que repita su hazaña.


Muro norte, desde el exterior.

Detalle de los paramentos de algunas estructuras. Nótese cómo el torreón central arranca directamente de la roca.

3 comentarios :

José Cortés | miércoles, julio 07, 2021 2:04:00 p. m.

Antonio la carretera que indicas CO 9O27 no va a Belalcazar sino a la estación de Belalcazar que como bien sabes es termino de El Viso.

Anónimo | miércoles, julio 07, 2021 8:13:00 p. m.

Cortēs tiene razón. Pero si continuas palante también llegas a Belalcázar. A fin de cuentas todos los caminos llegan a Roma.

Anónimo | sábado, julio 10, 2021 12:59:00 p. m.

Esa carretera que vd menciona en la actualidad tiene el tránsito de cualquier camino de herradura de cualquier municipio de España. El objetivo que cumplía antaño ya no existe y se utiliza para dar servicio a las fincas o explotaciones ganaderas adyacentes, es decir, no cumple ya la función de comunicar dos entidades públicas. Por eso no es necesario mantener una rodadura de asfalto, basta con mantener un firme terrizo, eso sí, que esté en buen estado, como lo debieran estar los cientos de kilómetros de este tipo de vias que existen en nuestro territorio. Pero eso es otra historia.

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