La dualidad de Alejandro
Alejandro López Andrada con su último libro. [Foto: Rafael Carmona para ABC].
Ya en alguna otra ocasión me he referido al desconcierto que me produce la dualidad abismal observable en la obra literaria de Alejandro López Andrada. La exquisita depuración estilística y conceptual apreciable en sus versos se me antoja incompatible con el fárrago insustancial de su prosa, hasta el punto de que parecieran géneros escritos por dos personas diferentes.
Algo semejante me ha ocurrido ahora al leer la entrevista que, con motivo de la presentación de su último poemario, Las voces derrotadas, se publica hoy en el diario ABC. Su nuevo libro gira en torno a un tema recurrente en su obra: los vencidos en la Guerra Civil, la necesidad de recuperar la memoria sobre un tiempo todavía en brumas y la llamada a la reconciliación como modo de superar la herida abierta. Las voces derrotadas comienza con un poema rotundo y radical, titulado "Teorema del perdón", y aunque luego el poemario se distrae en fórmulas más repetitivas, la sensación general que perdura es la planteada con sinceridad ya en estos primeros versos:
"¿A qué paisaje,
a qué aire pertenecen
sus huesos custodiados por el bosque?
Los que murieron rotos por la paz
debajo del azul
claman memoria."
Leyendo sus declaraciones en el periódico, sin embargo, da la sensación de que quien habla no es la misma persona que ha escrito tales poemas. "A los que creemos en Dios, mucha gente no nos entiende", dice, como sintiéndose perseguido. Al preguntarle por la memoria histórica responde: "No me gusta esa palabra. No está sirviendo para el perdón ni para la reconciliación". Y nadie que haya leído su poemario podrá entender que el autor de aquellos versos no haya alcanzado aún a comprender que lo que claman los derrotados no es perdón ni reconciliación, sino sencillamente justicia.
8 comentarios :
La reconciliación no tiene por qué estar reñida con la justicia. Pero si la justicia "que claman los derrotados" pasa por dividir y enfrentar de nuevo a los españoles, sin lugar a dudas, yo también prefiero la reconciliación.
Señor de Solienses Vd. confude el estilo con las ideas. Elmestilo es el modo de escrivir y lo que dice s0n sus ideas. Pueden estar o no estar bellamente escritas pero no sobn dosncosas antagónicas como parece que Vd. quiere expresar en su comentario. Habla de fárrago insustancial de su prosa y basa en estos dos ejemplos:
"A los que creemos en Dios, mucha gente no nos entiende", dice, como sintiéndose perseguido. Al preguntarle por la memoria histórica responde: "No me gusta esa palabra. No está sirviendo para el perdón ni para la reconciliación".
¿Qué tiene que decir al estilo más sencillo y directo de exponer las ideas? Hay claridad, sencillez y expresividad.
Pienso que lo que a Vd. no le gusta es que el escrioto más nombrado de la comarca se considere cristiano y discrepe de lo que otros tanto alardean de Memoria histórica.
No confundamos a las personas. Si estamos escribiendo del estilo literario del autor, hagámoslo honestamente y no mezclemos ideología. Hay personas que siempre meten ideologia aunque hablen de fútbol o de toros.
Genial!
LO SEGUIMOS MANTENIENDO NO SE TRATA NI DE PERDÓN NI RECONCILIACIÓN,SINO DE UNA JUSTICIA QUE SE LLEVA ESPERANDO MUCHO TIEMPO.
UNA JUSTICIA QUE LES SIGUE MOLESTANDO A MUCHOS ¿PORQUÉ?
No he podido terminar de leer nigún libro de López Andrada,y ni tampoco sé si el comentario de Solienses es del todo cierto ni justo con la obra de Alejandro, quiero tener en mis manos su poemas para ver si son tan buenos como dice el autor de Solienses,tampoco he leido la entrevista a que se refiere,pero si los entrecomillados son ciertos, la ideologia de A. López Andrada está clara: "Apolítico de de.......".
Queda más que claro que no se trata ni de perdón, ni de reconciliación, no hace falta que lo jures. Habría que ver el concepto de "justicia" del que aquí se habla, porque, visto lo visto, al final creo que la justicia traduce en $ubvenciones con dinero público: películas y series monotemáticas, búsqueda de fosas inexistentes como la de Lorca, mega-monolitos conmemorativos (quitando previamente los monolitos de los "otros muertos" que molestan), jornadas (año tras año) de "memoria histórica" en la que se omiten los crímenes de una de las partes y se cuenta solo lo que conviene, ... Pero todo ello porque solo se paga a la misma temática.
El tema no es que moleste sino que aburre enormemente, porque no se puede estar permanentemente reivindicando la lucha de una etapa política nefasta como si hubiera sido el paraíso terrenal. Y no se puede estar permanentemente machacando, cuatro generaciones después, a quien no se considere heredero de los rojos, porque en ese caso es que eres un facha. No es que moleste, de verdad, es que aburre que nos intentéis asociar a media sociedad española con vuestros fantasmas del pasado.
Me parece increible. A.Lopez Andrada lleva toda su vida manifestando ser de izquierdas y ahora llega el progre sectario de turno, basándose en unos entrecomillados de Solienses (el dedo acusador), y lo nombra "Apolítico de de....". ¡Ay, ay, ay! Esta es la libertad de la izquierda.
Los apolíticos por suerte o por desgracia suelen ser en un 99,9% de derechas, no se el motivo pero la experiencia demuestra que es así.
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