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La Salchi, entre el todo y la nada

Edificio de La Salchi en Pozoblanco.

En la polémica surgida en torno a la futura cesión de parte del edificio de La Salchi de Pozoblanco a la Junta de Andalucía para instalar en ella la Oficina Comarcal Agraria me parece que se mezclan tres aspectos que conviene, sin embargo, analizar por separado.


Por un lado está la vertiente política que, a mi entender, está siendo denunciada con razón por los grupos de la oposición. El equipo de gobierno ha tomado unilateralmente una decisión de cierto calado simbólico sin explicar sus razones ni siquiera a los representantes de los partidos y sin someter la medida al más mínimo debate en ningún órgano de participación política o ciudadana. Todos se han enterado de la noticia por la prensa. No parece un proceder muy democrático y hacen bien los partidos de la oposición en poner de relieve esta conducta.


En segundo lugar está el aspecto urbanístico. La ubicación de la Oficina Comarcal Agraria en el edificio de La Salchi supone una nueva apuesta por una zona de la población en detrimento de otros barrios que sufren desde hace años un mayor abandono institucional. En la zona norte de la localidad, a muy pocos metros de distancia, se acumulan desde hace años todas las nuevas infraestructuras y servicios públicos (hospital, teatro, centro de salud, institutos, centro comercial, futura residencia de ancianos...), lo que está contribuyendo no solo a la saturación de ese sector del pueblo sino a la desatención de otros, que se quejan con razón de estar sufriendo un cierto desamparo por parte de las administraciones. Se actúa como si no hubiera una planificación real desde el punto de vista urbanístico que atendiera a un crecimiento armónico y proporcionado de los diferentes barrios de Pozoblanco.


Finalmente estaría el ámbito histórico-patrimonial, que especialmente nos interesa. En este sentido, aun a riesgo de discrepar con otros gestores culturales, pienso que la decisión de instalar en el edificio de La Salchi (construido en 1924 y restaurado en 2009) unas oficinas de la administración autonómica no tiene por qué suponer necesariamente una afrenta ni para la integridad física del edificio ni para su consideración como bien de interés arquitectónico, artístico y etnológico. Claro está que todos hubiéramos deseado la ubicación allí de aquel quimérico y ambicioso Centro de Patrimonio Histórico de Pozoblanco que se presentó hace ya diez años. Pero ha pasado una década y en todo este tiempo no se ha dado ni un solo paso en aquella dirección y ya sabemos lo que esta desidia supone para los edificios históricos: el abandono indolente acaba afectando a su propia estructura constructiva y más tarde o temprano comienza a extenderse sigilosamente por ellos el amenazante olor de la ruina. 


Dedicar parte del edificio de La Salchi a unas oficinas administrativas no me parece que atente contra la dignidad del edificio, más aún cuando la pretendida dedicación está relacionada directamente con la utilización originaria del inmueble. El patrimonio histórico español es tan inmenso que resulta imposible dedicarlo todo él a la actividad estrictamente cultural. Por el contrario, su utilización para actividades compatibles resulta una garantía de mantenimiento para el propio edificio y avala su conservación como bien patrimonial, además de devolverlo a la vida y sacarlo del ostracismo funcional al que parecen condenados muchos edificios históricos por mor de un excesivo respeto reverencial hacia su carácter artístico o histórico. Tenemos muchos ejemplos de dedicación alternativa para construcciones patrimoniales, desde el propio Hospital de las Cinco Llagas, colosal obra renacentista que en la actualidad es sede del Parlamento de Andalucía, a la Casa del magistrado Teófilo Álvarez Cid, joya del modernismo cordobés que hoy alberga las oficinas del Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba, por citar apenas dos ejemplos que me vienen al paso.


Desde luego, sería imprescindible exigir un respeto máximo al mantenimiento de la integridad del edificio en las obras de adaptación que se necesiten y no estaría mal, a modo de contraprestación, reservar la posibilidad de visitas culturales a las partes del edificio que guarden un destacado interés etnológico. Por otro lado, la rehabilitación del edificio posibilitaría quizás la activación de las estancias que no se vayan a dedicar a oficinas, para las que no serían incompatibles usos como salas de exposiciones temporales, aulas para talleres, sala para conferencias o presentaciones, sedes para asociaciones, etc. Es cierto que la entrega de parte del edificio para oficinas de la OCA desmantela la pretensión de una dedicación total del edificio a infraestructuras culturales, pero también aporta un cierto grado de realismo. Se devuelve a la vida una construcción que lleva décadas cerrada al público, sin visos de otra dedicación concreta a corto plazo, se frena su destrucción y se abren las puertas a un mejor aprovechamiento de las zonas que queden libres. Entre el todo y la nada, quizás esta pueda ser una alternativa temporal de salvación.

13 comentarios :

Anónimo | miércoles, abril 07, 2021 3:48:00 p. m.

Si llega a efectuarse la okupación de la Salchi por la Junta de Andalucía con consentimiento del equipo de gobierno municipal y sin contar con el resto de partidos políticos y, lo más importante, con un amplio consenso de la ciudadanía de Pozoblanco esto pudiera significar el principio del fin para el actual equipo de gobierno.

Ni la sobreexposición mediática en redes sociales ni todos los repetitivos likes salvarán del "non grato" al equipo de gobierno actual, encabezado por su máximo decisor, el alcalde de Pozoblanco.

No todo vale en política y éste es un ejemplo más de cuándo se va a contracorriente de los sentimientos de los tarugos. Hubo otros ejemplos de mala política destacando el caso de la famosa "esquinita" y la contestación que hubo con la ya consabida manifestación popular. Esto es más de lo mismo. ¿Es que en política no se tiene memoria?

Si se tiene al edificio, no olvidemos que protegido, de la Salchi en letargo no es para que cualquier administración haga uso de él, es porque está esperando el mejor destino cultural y social posible para el que se designe en su momento y, por supuesto, con consenso tanto político como ciudadano.

En su día cada uno de los partidos políticos llevaba en sus programas la creación de una gran Casa de la Cultura en este edificio tan singular. Se barajó, y mucho, destinarlo a espacio museístico, ¿qué fue de aquello?, ¿acaso el pueblo de Pozoblanco se merece este ninguneo por parte de sus gobernantes?.

El escaso patrimonio arquitectónico, en este caso también emocional y sentimental, que tenemos en Pozoblanco no puede destinarse a uso administrativo aunque solo sea parcialmente, será para uso y disfrute de toda la ciudadanía de Pozoblanco.

Señor Alcalde, ya para finalizar: ¿Para cuándo esa ansiada Casa de la Cultura? Ésta está siendo esperada desde hace decenios.

Pozoblanco necesita una Casa de la Cultura para diferentes actividades, donde se custodie y estudie nuestro patrimonio tangible e intangible, para albergar sedes de asociaciones culturales y a la vez que sirva como referente para otras localidades.

José María | jueves, abril 08, 2021 8:51:00 a. m.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo | jueves, abril 08, 2021 1:42:00 p. m.

Si apelamos ya al mal menor..., ¡para el carro y vámonos!; Si es cosa de agarrarnos a un clavo ardiendo..., ¡la cosa es que está muy mal! Qué triste panorama pensar de esta manera, en lugar de expresar con claridad que quienes nos gobiernan son unos incompetentes que no tienen altura de miras (con perdón). Entiendo que no se puede ni deben abonar vías secundarias de recuperación del patrimonio, comprometiendo (por eso va para rato) el legado arqueológico industrial más importante de la Ciudad. Hay que apoyar la restauración más satisfactoria y utilización adecuada del edificio, requiriendo la restauración óptima (no la más apremiante..., la primera que se propone u ocurre)con planteamientos acordes a una arquitectura vernácula de mayor significación industrial. Es necesario apostar porque se haga, no acomodarnos a los peores desvaríos de los políticos por sus incapacidades. Un edificio de esta notoriedad no se merece parches de este calado. Casi irreversibles: porque se empieza con un desenfoque aparentemente nimio y se acaba con un desaliño arquitectónico y funcional de escándalo. En todo caso se minimiza y desorienta la canalización que debe tener un proyecto amplio de restauración de carácter patrimonial (en el que todos estaban de acuerdo). Bien es cierto que ante la incompetencia de los munícipes..., hay que optar por el mal menor. Pero por Dios, qué manera es esta de perder las expectativas más razonables, que no son precisamente las que se proponen, y tristemente se admiten.

Anonimo | jueves, abril 08, 2021 2:51:00 p. m.

El problema que yo veo al dedicar el edificio de la salchi a oficinas administrativas y también a eventos culturales es los problemas que los organizadores de eventos van a tener a la hora de preparar y organizar dichos eventos en la salchi, ya que es bastante la burocracia, trámites y problemas que surgen a la hora de plantear eventos, así es que con oficinas de la Junta de Andalucía allí.........

Anónimo | jueves, abril 08, 2021 9:43:00 p. m.

Seamos serios y positivos, y no desbarremos sin motivo. Realmente no es mala solución, y tal vez se pueden matar varios pájaros de un tiro. Quizás el Ayuntamiento no lo ha pensado del todo bien, pero afilando el lápiz aún está a tiempo. La bonanza de ceder el espacio a una institución de tanta impronta (y disponibilidad) tiene las citadas ventajas de mantener el edificio y adecentarlo (materialmente...), pero en esa misma coyuntura se puede aprovechar con ligeros arreglos para la Residencia que se promete (tal vez...), y pudiérase aprovechar también para que al rondón de lo anterior se dé cabida igualmente al Mercado de Abastos a(en algún ala o sótano), que tantos dolores de cabeza les da al Ayuntamiento. Es una buena fórmula para rehabilitar el edificio, que salga barato y dar solución a esos otros flecos. No lo veo tan mal. Piénsese bien.

Anónimo | viernes, abril 09, 2021 11:13:00 a. m.

Francamente, no quisiera estar en estos días en la piel de Santiago Cabello, alcalde de Pozoblanco.

Como no hubiera querido estar en la piel de Antonio Fernández, ex alcalde de Pozoblanco cuando firmó el contrato de Pedrique a favor de Aurelio Teno.

Si a Antonio Fernández se le recuerda y recordará, aparte de por otros asuntos, por Pedrique. A Santiago Cabello se le recordará por siempre por regalar a la Junta de Andalucía una porción no nimia de la indivisible Salchi, el edificio emblema de los habitantes de Pozoblanco, nuestra joya patrimonial.

No, no quisiera estar en su piel, ni ahora ni en los próximos 30 años.

Interesaría que él y todo el que no haya leído el excelente artículo de nuestro admirado Don Manuel Moreno Valero lo leyera y sacara conclusiones, trata sobre la necesidad de un museo de Artes y Costumbres o etnológico.

Este artículo fue escrito en 2009, en el boletín de la asociación provincial cordobesa de Cronistas Oficiales, en el n° XVI de Crónica de Córdoba y sus Pueblos.

Allí se incide sobre la idea de museo, no olvidemos que el artículo fue escrito en 2009. Aquella idea se transformó posteriormente en la idea de la creación de un Centro Cívico y Cultural cuya sede no puede ser otra que el edificio más notable de Pozoblanco: la Salchi.
Y es que con todo, este edificio representa los valores pedrocheños y tarugos: sobriedad, austeridad y emprendimiento.

Una pregunta de urgencia que hay que realizar en estos momentos es aquella de dónde están las voces de los representantes de las asociaciones que se citan en el artículo de D. Manuel.

Algo tendrán que decir tanto Aliara como Piedra y Cal.

Anónimo | sábado, abril 10, 2021 12:43:00 p. m.

En el comunicado de Piedra y Cal a raíz de la Salchi se dice una cosa y la contraria. No se puede decir "hemos defendido y seguimos defendiendo este proyecto de un Centro de Patrimonio Histórico" a la vez que "pero también el convencimiento de la necesidad de un uso urgente para la misma. Ya se ha perdido demasiado tiempo". Habría que haber matizado que tipo de uso se ha de hacer. Aquí no vale cualquier uso, el único uso válido es el cultural. Cualquier otra utilización va en contra de las bases bajo las que se fundó Piedra y Cal, que son las de la defensa del Patrimonio Historico de Pozoblanco.
Piedra y Cal ha sido decisiva en muchos desmanes urbanísticos que se hubieran realizado de no estar ellos, la Casa de la Viga, funcionó como oficina de turismo y alberga el museo de Marcos Redondo; el silo de Pozoblanco convertido en el Teatro el Silo; caseta del tren además de otros.
Éste es un momento crucial, o se toman las decisiones correctas o lo estaremos lamentando para los restos.

Anónimo | sábado, abril 10, 2021 1:49:00 p. m.

Piedra y Cal sí. ¿Aliara? ¿Qué tiene que ver Aliara en especial dentro de este asunto. Piedra y Cal debe luchar movida por sus más genuinos principios: defensa del Patrimonio. Aliara también pero como una asociación cultural más. Como debería luchar una Agrupación de teatro aficionado local. O una Peña de Ciclismo. O una unión de Amigos del Museo. Si existiera. Todos a una, pero Piedra y Cal lo haría para dar cumplimiento a sus principales objetivos. Aliara rescata el folklore, lo interpreta, crea sus propias canciones. Ese es su objetivo principal. Luego vendría Aliara como cultura, las Cofradías, el Cante Jondo, la hermandad de la Virgen de Luna...Y así hasta el último tarugo, taruga, que se precie de serlo. Puedo estar equivocado pero eso es lo que pienso.

Anónimo | sábado, abril 10, 2021 5:54:00 p. m.

Al igual que Piedra y Cal lucha por la Defensa y Conservación del Patrimonio material de Pozoblanco, sea mueble o inmueble, Aliara hace la misma labor rescatando del olvido el Patrimonio inmaterial. Ellos recuperan, rescatan e investigan el folclore musical de la Comarca de Los Pedroches y sus conexiones con otras regiones de España. Para colmo, la sede de su Folkpozobkanco, que se celebra desde 1986, no es ni más ni menos que el patio de la Salchi. Si la cesión se lleva a cabo, la sede del Folkpozoblanco peligra. Fueron ellos junto con Piedra y Cal los que promovieron la figura del Centro de Patrimonio Histórico, se entiende que tangible e intangible.

Anónimo | sábado, abril 10, 2021 7:03:00 p. m.

Pero hombre..., como va a ir Piedra y Cal en contra del Ayuntamiento si se nutre de dicha institución (pues es su referente). Qué siga inaugurando fuentes como la limpieza de la Guizuela, como si fuera una gran restauración (que no dudamos que sea patrimonio, pero algo más es la Sanchi, el Mercado...)

Conrado Castilla | domingo, abril 11, 2021 11:27:00 a. m.

Piedra y Cal creo que es coherente con sus principios fundacionales y así está actuando en este caso. Aliara lleva mucho tiempo rescatando el patrimonio inmaterial de nuestra tierra, que también es un elemento del patrimonio histórico. Lo que no quita para entender que hay que darle un uso a la salchi o a cualquier otro edificio histórico para que este no termine desapareciendo. Otra cosa muy distinta es que desde el Ayuntamiento y el partido que sustenta al gobierno local hayan actuado como suelen, usando el rodillo de su mayoría para no tener en cuenta a la sociedad pozoalbense (ya recurrirán a ella para las elecciones) y su opinión. Probablemente situar aquí la oficina prevista no sea el uso más adecuado para ese lugar y que de verdad se le debe dar el uso cultural que desde el principio se le ha otorgado, pero desde luego que debe haber un cierto consenso entre todos y no actuar de forma unilateral saltándose a la torera sus propias propuestas como ha hecho el partido que gobierna Pozoblanco, aunque señores ¿a quién le pilla de sorpresa todo?

Anónimo | domingo, abril 11, 2021 7:34:00 p. m.

Piedra y cal, como casi siempre, ha aparecido al final y segun el refranero, "como los peos de la Gregoria". Una lástima, qué difícil es no molestar a los propios.

Anónimo | lunes, abril 12, 2021 3:09:00 p. m.

¿A que estaríamos dispuestos en Pozoblanco por tener un espacio cultural?
¿A dar uso urgente, no importa cual, de un edificio histórico de Pozoblanco? ¿A ceder una parte a cambio de que sea garantizado un uso cultural del resto no cedido de la Salchi y en cualquier momento del año? ¿A ceder ese espacio ya que el uso administrativo no atenta contra la dignidad del edificio?
En 2016 se rodó una coproducción ítalo-franco-suiza de Michele Placido sobre hechos verídicos ocurridos en Yssingeaux, Francia, su nombre “7 minutos”.
¿A qué estarías dispuesto por trabajar?
Las representantes de las trabajadoras deben decidir el futuro de una fábrica que acaba de ser cedida a una multinacional textil. Para mantener su empleo deben renunciar a siete de los quince minutos diarios de pausa que tienen para comer. La trama de la película está en la exposición de razones que argumenta cada una de estas mujeres para votar a favor o en contra. A favor: mantener el trabajo, en contra: y si después de la cesión de los siete minutos, tienen que hacer otra cesión, ceder más minutos, ceder su tiempo de descanso y así indefinidamente en cuantas cesiones les sean pedidas.
La decisión final es que se oponen a ceder sus siete minutos, son suyos y nadie se los puede quitar. La historia real es que gracias a ese empeño ninguna trabajadora perdió el trabajo, a pesar de no haber dado sus siete minutos.
¿Y si después de la parte cedida de la Salchi este equipo de gobierno o cualquier otro, a sabiendas de que no habrá oposición, ceden otra parte para cualquier otro uso no cultural, y así indefinidamente? Quizá al final solo se tenga un espacio para uso cultural dentro de la Salchi, unos centímetros cuadrados para la colocación de un azulejo donde rece: “En este edificio estuvo proyectado un gran centro cultural que nunca llegó a ser”.

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