Covap somos todos

Covap somos todos

Vuelvo tras cuatro días de ausencia y advierto que el lector de RSS echa humo. Noto complacido que ha despertado el tema COVAP, inexplicablemente dormido (quién sabe si narcotizado) durante demasiado tiempo. Como queda poco elegante señalar que ya hace más de un año que Solienses dió la voz de alerta, vuelco las miradas hacia la página amiga Plaza Pública, donde leo el único debate (aquí y aquí) sobre un tema tan decisivo para el futuro comarcal. Los medios tradicionales de comunicación (y lo siento por los amigos que pueda haber en ellos) siguen en una especie de limbo informativo (no sabemos si libremente asumido o forzadamente inducido), ajenos a uno de los temas más trascendentales para la economía cordobesa en las últimas décadas y dando lamentables pruebas de incompetencia y falta de olfato periodístico. Y qué decir de nuestros alcaldes, al menos de los que suelen representar la voz de la comarca: el de Pozoblanco, como primer edil de la que presume ser capital de Los Pedroches; el de Alcaracejos, como presidente de la Mancomunidad; el de Añora, como portavoz generalmente de las posiciones del Partido Popular... todos callan, sin que los ciudadanos acertemos a comprender por qué. No me sirve de nada saber que muchos de ellos miran con malos ojos el asunto de la Sociedad Anónima o deducir que desde altas instancias les han pedido que no se manifiesten: ello no es más que una indignidad política más que añadir a su cobardía.

Sin embargo, como resulta inevitable en toda comunidad de intereses (y recordemos que COVAP tiene 15.000 socios), la unanimidad no es posible y, por tanto, toda apariencia de tal no puede sino ser una farsa. Como consecuencia de ello, parece que se ha creado una plataforma (que prepara ya su página web), encabezada por personalidades relevantes, que anda buscando las firmas del 15% de los socios para conseguir que asista un notario a las Juntas Preparatorias de la Asamblea General que se celebrarán durante esta próxima semana en los diferentes pueblos para, según puede leerse en un comentario de Plaza Pública, "tener pruebas suficientes de su posible ilegalidad, si estas se desarrollaran en la forma que tradicionalmente vienen haciéndolo, para con base en el acta notarial solicitar, si fuere necesario, la nulidad de los acuerdos que puedan tormarse, tanto si su desarrollo no es de forma democrática, como exigen los estatutos y la propia ley que regula las sociedades cooperativas así como la Constitución, como en el sentido del voto que les haya sido depositado y que, sin posibilidad de cambio, deberán defender estos delegados en la Asamblea General [que se celebrará el 12 de noviembre]". Que este planteamiento pueda siquiera realizarse resulta escandaloso y muy revelador de cómo la situación interna de la Cooperativa COVAP es muy diferente a como los medios de comunicación o la propia entidad en sus folletos informativos quieren hacernos ver.

Según El día de Córdoba (13/10/06), la dirección de Covap apunta cuatro justificaciones a "la conveniencia de la decisión". En primer lugar, asegura que la nueva estructura "es más adecuada que la actual para competir en mercados altamente globalizados". [Pero resulta que lo que vamos conociendo de la competencia en mercados altamente globalizados consiste precisamente en despreciar la calidad en favor de la rentabilidad, sin que haya ataduras telúricas que vinculen emocionalmente a las sociedades empresariales]. Como segundo aspecto, explica que el cambio "posibilitará una mayor agilidad y flexibilidad en la toma de decisiones relacionadas con alianzas, ampliaciones o nuevos desarrollos" [o sea, que todo podrá decidirse entre cuatro personas, sin que, como es norma en las sociedades anónimas, la gran masa de accionistas minoritarios intervenga en el proceso y sin que, por consiguiente, el interés principal perseguido sea el de los socios, sino el de los accionistas, categorías éstas que pueden coincidir en un primer momento, pero no necesariamente en un futuro bien cercano] . Además, insiste en que la apuesta "permitirá superar las limitaciones políticas que puedan condicionar la toma de decisiones de negocio en el seno de la entidad" [¡las limitaciones políticas!. No precisa mayor comentario]. Por último, señala que se conseguirá aumentar "la capacidad financiera para abordar nuevos proyectos" [sin que se explique cuáles han sido las limitaciones habidas hasta ahora para poder aumentar esa capacidad financiera, en una entidad que ha alcanzado un nivel de desarrollo espectacular en las últimas décadas].

Resulta evidente que el proceso de transformación de la COVAP en una SA (y a eso se reduce el asunto, aunque se haya ocultado bajo otra apariencia) no se está haciendo con las suficientes garantías de transparencia informativa, ni se han publicitado convenientemente, a la par que las ventajas, los posibles riesgos de la operación. Imagino que la mayoría de los socios cooperativistas permanecen muy ajenos al confuso y complicado mundo de la alta política empresarial y confían en que su cooperativa defienda realmente sus intereses, y en esa certeza delegan su confianza. Sería terrible que ocurriera otra cosa, y las pocas razones aducidas que se van conociendo no hacen más que inquietar. Y no sólo a los socios de la cooperativa. Porque nadie olvide que el futuro de Los Pedroches está condicionado en buena medida al éxito o fracaso de esta operación.



Histórico de COVAP en Solienses: La cooperativa | Apoyo cooperativo | Socios | Modelos | Cooperativas | No-respuesta | El ente resultante