La naturaleza lo primero
Uno de los principales problemas de Los Pedroches lo constituye, sin duda, la ausencia de una auténtica "ilusión política comarcal" que afronte los problemas comunes al margen de las coyunturas locales específicas de cada momento. El único órgano político supramunicipal, la Mancomunidad, resulta en buena parte inválido para esta labor, al estar constituido por los alcaldes y concejales de cada uno de los pueblos, los cuales, como es lógico y comprensible, antepondrán siempre el interés local al comarcal, pues es allí donde residen sus votos y sus apoyos. En cambio, temas más generales, donde el beneficio común seguramente implicará algún perjuicio particular, difícilmente podrán abordarse desde la institución mancomunada, pues la tension de intereses jamás encontraría un aceptable equilibrio. Y conste que no me refiero ahora a temas como el de la parada del tren AVE en la estación de Villanueva de Córdoba, asunto éste en el que el beneficio general es tan evidente (y el perjuicio a particulares inexistente) que no se entienden muy bien las reticencias de algunos al apoyo explícito y sin reservas a cualquier iniciativa que coadyuve en esa direccion (salvo que, en casos como éste, se antepongan los intereses partidistas a los ciudadanos o, más miserable aún, la vanidad de a quién debe corresponder el honor de la consecución del logro).Me refiero, en cambio, a temas menos coyunturales y de más largo recorrido, como por ejemplo eso que se llama el "modelo de comarca" que queremos para el futuro, en qué pilares debe sustentarse su desarrollo y qué principios generales deben regir la política que se haga en esta tierra. No conozco ningún documento -privado o público, particular o general- que establezca unos objetivos concretos sobre el porvenir que se desea para Los Pedroches, a pesar de encontrarnos en un momento clave en el que se están definiendo las líneas políticas regionales que marcarán el desarrollo futuro del territorio. Con frecuencia da la sensación de que los movimientos de gestión que parten de esta comarca se agitan al vaivén de una inspiracion espontánea, sin planificación ni proyecto, sin una meta definida, quizás queriendo exportar a la gestión comarcal la que desde hace muchos años se viene experimentando en los ayuntamientos, aquella tan sólo basada en la administración más o menos acertada de las convocatorias de subvenciones con que la Junta de Adalucía alimenta, con mayor o menor generosidad, la gobernación de cada uno de sus pueblos (y que da lugar a que municipios a veces minúsculos dispongan de infraestructuras absolutamente innecesarias para su nivel de población, que acarrean, en cambio, onerosos gastos de mantenimiento que hipotecan los presupuestos municipales para muchos años).
Y viene todo esto a colación porque me cuesta entender que una declaración como la del delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba negando "categóricamente" la creación de una Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) en la comarca de Los Pedroches pueda ser considerada una noticia positiva, sino que en realidad habría que tomarla como un desprecio más hacia nuestra comarca, que se verá así privada de la única figura de protección ambiental que nos "amenazaba" y que podría haber sido el inicio para una extension generalizada a toda la comarca de algun tipo de protección oficial para el valor más poderoso y con más futuro de cuantos poseemos: nuestro paisaje y nuestro entorno natural, en toda su diversidad y riqueza biológica. Mientras no entendamos que la defensa a ultranza de la sostenibilidad de nuestros ecosistemas naturales ha de ser el principio rector de toda política comarcal, al cual debe subordinarse cualquier otra medida de gestión, estaremos caminando en la direccón equivocada, manteniendo un error estratégico que puede causarnos mucho daño en el futuro. Y este principio rector no debe contemplarse como algo simbólico, que adorne otros componentes de índole más pragmática a corto plazo, sino que tiene que condicionar firmemente cualquier otro proyecto de desarrollo que se esté gestando en este momento. Las estrategias esperanzadoras de turismo rural, el desarrollo necesario de las comunicaciones terrestres, el mantenimiento de una agricultura tradicional más testimonial que real, el planeamiento industrial como modo de impedir el despoblamiento, las ayudas oficiales para favorecer territorios deprimidos, todo debería basarse en un respeto principal al medio ambiente con el que una naturaleza generosa ha tenido a bien privilegiar a Los Pedroches. Cualquier medida que no caminara en esta dirección debería ser radicalmente rechazada porque, contrariamente a lo que pudiera parecer a simple vista, estaría contribuyendo drásticamente a la perpetuación de unas estructuras de miseria y subdesarrollo y favoreciendo un suicidio colectivo, que al cabo sería bien merecido por no haber sabido comprender a tiempo dónde está lo principal y dónde lo secundario a la hora de luchar por nuestra tierra y su futuro.
1 comentarios :
¡Qué palabras tan bonitas! Estoy de acuerdo contigo, LA NATURALEZA LO PRIMERO...por supuesto, pero me temo que lo que algunos piensan,y son los que mandan, difiere mucho de tu pensamiento y el de tantos otros. Ellos piensan, por ejemplo: para coservar la naturaleza y proteger nuestro entorno paisajístico, hagamos una urbanización (para empezar, sólo para empezar) en la dehesa del término municipal de Añora, y así generamos riqueza para el pueblo (claro que yo me pregunto qué riqueza y para quién, desde luego no para el Municipio de Añora) y eso sin hablar de todas las construcciones ilegales que hay por allí -las de la familia del alcalde, sin ir más lejos- y que todos vemos cuando vamos a San Martin o a otros parajes cercanos...pero claro, eso sí es el futuro de algunos, que se están poniendo las botas, a costa de acabar con NUESTRA (sí, de todos) riqueza natural y paisajística, pero eso qué importa, lo que importa, como estamos viendo casos diarios en el resto del país, es hacerse ricos a costa de lo que sea y de quién sea, y el que venga detrás, que arree ¿o no es así? Y todos tan felices y contentos con estos desalmados.
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