Otra vez Majadaiglesia

Otra vez Majadaiglesia

Nidos de cigüeñas en el paraje de El Soto (El Guijo).

Incluso después de leer el artículo de Esperanza Rosas Alcántara publicado en el último número de la revista Arte, Arqueología e Historia, todavía no tengo claro qué es lo que el Ayuntamiento de El Guijo y la Consejería de Cultura tienen previsto realizar en el yacimiento arqueológico de Majadalaiglesia y en el paraje natural de El Soto. Pues lo único que acierto a percibir cada vez con más evidencia resulta ser una agresión paisajística, medioambiental y patrimonial de incalculables proporciones. Con el objetivo de convertir el enclave en "un eje de dinamización socioeconómica de El Guijo y contribuir al desarrollo sostenible del término municipal y del Valle de Los Pedroches" se han realizado en la zona o están en proyecto una serie de actuaciones - entre las que se incluirían un camping, una piscina, bungalows y un restaurante- que difícilmente me parecen compatibles con el desarrollo sostenible.

No sólo la información que se está proporcionando sobre la actuación de la escuela-taller en el yacimiento arqueológico resulta sustancialmente errónea (puesto que los alumnos no están "descubriendo" nada, al ser esa una actividad para la que no estan capacitados, sino limpiando las estructuras aparecidas en antiguas prospecciones). Además, se sigue planteando como beneficiosa para la zona una planificación turística que, de llevarse a cabo, arrasaría completamente con los valores naturales del lugar. Dudo mucho que la abundante colonia permanente de cigüeñas que desde hace años pueblan El Soto pudieran seguir en tal emplazamiento si lo que parece haberse proyectado se lleva realmente a cabo. Lo mismo ocurriría con las abundantes especies animales que habitan el arroyo y sus riberas. La fragilidad del equilibrio biológico del paraje se vería necesariamente alterada y las consecuencias serían difíciles de precisar. Igualmente, el acceso público a un yacimiento como el de Majadaiglesia (que, en su estado actual, no ofrece prácticamente ningún reclamo turístico) contribuiría a un deterioro que no compensaría los hipotéticos beneficios económicos que pudiera reportar a la localidad.

Habrá que convenir en que cada pueblo tiene todo el derecho a buscar las mejores formas de desarrollo económico de su localidad, pero, ante temas tan sensibles, sería exigible una mayor reflexión por parte de los organismos responsables para que no se ejecutaran proyectos cuyas consecuencias, una vez en marcha, serían ya irreversibles, independientemente del éxito o fracaso de la actuación.


Ermita de la Virgen de las Cruces de El Guijo.