Otro proyecto fallido de ferrocarril por Los Pedroches: línea Algeciras-Dax (1920)

Otro proyecto fallido de ferrocarril por Los Pedroches: línea Algeciras-Dax (1920)

El trazo grueso señala el trazado de la línea directa Algeciras-Francia.

La relación fallida de Los Pedroches con el ferrocarril es larga y abarca todo el siglo XX. Diversos proyectos que contemplaban el paso del tren por nuestro territorio se elaboraron a lo largo de la pasada centuria, pero, luego, por una razón u otra, todos terminaron en el cajón de los buenos propósitos y Los Pedroches no han conocido en toda su historia más que la coyuntural línea de Peñarroya-Puertollano puesta en marcha con el fin estratégico de poner en contacto las cuencas mineras dispersas de una empresa de capital francés.

Por indicación de un lector de Solienses he conocido, a través de un artículo aparecido en el diario El Sol de 7 de enero de 1920, otro proyecto que se fraguó en la segunda década del siglo XX y cuya realización hubiera supuesto la incorporación de Los Pedroches a una ruta ferroviaria principal ("con ancho de vía internacional y tracción eléctrica") que atravesaba toda España (de Algeciras a Pamplona) y continuaba su enlace con la red francesa hasta la localidad de Dax por el paso de los Alduides. El proyecto fue elaborado, a instancias del rey Alfonso XIII, por el Ingeniero de Caminos A. González Echarte en dos fases: en 1915 se presentó el anteproyecto de la frontera francesa a Madrid y en 1919 (tras un "letargo burocrático") se encargó la parte de Madrid-Algeciras.

La línea directa de Algeciras a la frontera francesa se proyectaba con grandes ambiciones dentro de la concepción regeneracionista de la época. La intención no era comunicar España con Europa, sino, especialmente, comunicar Europa con África a través de la Península Ibérica, integrándose en la línea continental "que desde Pekín por Vladivostok, Petrogrado, Berlín y París, pase a África por el estrecho de Gibraltar y continúe por la costa oriental para llegar a América por el Estrecho de Dakar-Pernambuco". El paso de Gibraltar se haría por un túnel subterráneo, que conoció varios diseños, y el proyecto revestía especial interés para la relación de los países europeos con sus colonias africanas.

Este nuevo eje medular de ferrocarril, que suponía un considerable ahorro de tiempo y energía y la incorporación de España a la modernidad en las comunicaciones internacionales, se concebía como un proyecto revolucionario en el campo del transporte ferroviario en España, por lo que el propio ingeniero ya sospechaba los problemas a los que habría de enfrentarse: fundamentalmente, la presión de las compañías ferroviarias privadas para el mantenimiento de sus propias líneas y los "intereses creados" que favorecen a comarcas o empresas concretas (con ironía, el ingeniero, defendiéndose de las críticas, llega a escribir: "mi modesto proyecto tiene un vicio de origen: no pasar por todos los pueblos de España").

A su paso por Los Pedroches, este proyecto seguía aproximadamente el trazado de la N-502 entre Espiel y Almadén, pasando por las proximidades de Alcaracejos, El Viso y Santa Eufemia, a todas luces la mejor solución para cualquier vía de comunicación, tanto por su menor impacto ecológico como por la mayor suavidad del relieve. El proyecto, sin embargo, no se llevó finalmente a cabo y las decisiones políticas posteriores en materia de transportes públicos fueron alejando continuamente a Los Pedroches de las grandes líneas de comunicaciones, hasta que la llegada del AVE ya casi al final del siglo pareció apuntar un destello de esperanza que, sin embargo, no acaba de consolidarse.