Hasta el día 30 de noviembre puede visitarse en la Sala de Exposiciones Temporales del Centro de Interpretación de la Arquitectura Popular de Dos Torres la exposición "De la pintura de historia a la crónica social en los fondos de la Diputación de Córdoba". Para animar a su visita, reproducimos un fragmento de la "Presentación" del Catálogo y el comentario que en él se hace de algunas de las obras expuestas.
Presentación. "La colección artística de la Diputación de Córdoba incluye las numerosas obras provenientes de las diversas desamortizaciones de bienes eclesiásticos realizadas por el Estado a lo largo del siglo XIX, pero, sobre todo, las obras creadas a su amparo como institución mecenas y patrocinadora de las artes, incentivadas por un continuo programa de becas, ayudas y premios (...), al que se han acogido de uno u otro modo la práctica totalidad de los artistas de relevancia de Córdoba, capital y provincia. A este extraordinario aporte creativo procedente de la provincia responde esta exposición, mostrando de forma itinerante las obras de los que un día abandonaron sus pueblos en busca de la fama. De entre la amplia colección artística de la Diputación, los fondos pictóricos se conforman por tanto como un excelente medio de observar la evolución de la pintura en España, desarrollo al que prestaremos atención en esta muestra en su tramo comprendido entre la segunda mitad del siglo XIX hasta los albores del siglo XX (...).
De la pintura de historia a la crónica social pretende mostrar, a través de las obras que comprenden la exposición, una visión de las transformaciones que el arte español experimentó en el periodo que nos ocupa y cómo esta actividad creativa refleja los cambios que en la sociedad se suceden con los años. De la pintura de historia como valor superior, género fomentado por el oficialismo, en el que las grandes gestas, las hazañas de los héroes, y las bondades, desgracias y demás circunstancias de reyes y príncipes, se pasó a una visión más cercana de la existencia, en la que el común de las personas, y sus costumbres, se erigen en protagonistas. De la grandilocuencia a la naturalidad, de los interiores regios o nobles, a las casas burguesas y populares, el arte es crónica de una sociedad en evolución constante, en un siglo llamado de las revoluciones, en el que el arte no sólo no estuvo al margen de éstas, sino que experimentó en sí mismo la mayor cantidad de transformaciones posibles, allanando con su metamorfosis el camino a la modernidad que el siglo XX trae a las artes plásticas" [
José Mariscal Campos en el
Catálogo de la exposición].
José Muñoz García: "Paisaje con figuras".
"
Paisaje con figuras aúna el interés costumbrista por la representación de tipos populares y por el paisaje. Muñoz García retrata a dos mujeres vistiendo el traje tradicional ansotano, dispuestas en el umbral de una casa. El sol, en lo más alto, ilumina a los personajes de arriba abajo y de fuera adentro, recurso del que se sirve el pintor para acentuar los volúmenes, dispuestos ante un fondo conuna sosegada paleta de tonos dorados, con la que ha representado un luminoso Valle de Ansó, tras del que se levantan las montañas pirenaicas". [José Álvarez en el
Catálogo de la exposición].
Adolfo Lozano Sidro: "Pequeña fiesta".
"Lozano Sidro retrata asimismo a la sociedad del momento, tal y como vemos en
Pequeña fiesta. De gran elegancia y soltura técnica, la obra se nos muestra como un retrato de la burguesía delos años veinte, en el que ha deslizado una gran carga irónica a través de los claros protagonistas de la composición, la oronda señorita que, a la derecha del cuadro, es requebrada por un galán que ya ha visto pasar sus mejores años. Mientras algunos asistentes están ajenos a este episodio,otros, como la señora de los impertinentes, no pierden detalle. La crónica que nos deja Lozano Sidro, es, de todas formas, un retrato simpático, apto para ser impreso en las páginas claramente conservadoras de
ABC y
Blanco y Negro, donde dejaría memorables ilustraciones de sabor po-pular con un claro recuerdo a su villa natal de Priego". [José Álvarez en el
Catálogo de la exposición].
Alfredo Lovato: "Séneca reprendiendo a Nerón".
"En
Séneca reprendiendo a Nerón, Lovato representa al filósofo cordobés en una escena poco habitual en su iconografía, amonestando en actitud severa a su discípulo, que se muestra indolente. Séneca fue un personaje grato a los artistas del siglo XIX, siendo tema de algunas de las obras maestras de este periodo. En 1871 Manuel Domínguez gana Primera Medalla en la Nacional por su
Muerte de Séneca , premio que también obtuvo en 1904 Eduardo Barrón por su grupo escultórico Séneca y Nerón, donde asimismo el emperador asiste aburrido a una charla de su mentor. El cordobés Mateo Inurria participó en 1895 en la Nacional con su obra
Lucio Anneo Séneca, con la que logró Segunda Medalla.
Séneca reprendiendo a Nerón es una obra meritoria, donde se apuntan las cualidades del pintor, quien pronto mostrará sus adelantos en los siguientes cuadros enviados a la Diputación". [José Álvarez en el
Catálogo de la exposición]
Julio Romero de Torres: "Retrato de Alfonso XIII".
"Las dos obras [de Julio Romero de Torres] presentadas en esta exposición, un
Retrato de Alfonso XIII y el
Retrato del Dr. León Torrellas Gallego, pertenecen a la primera época del pintor, y muestran los inicios de Julio Romero en un campo, el del retrato, en el que fue muy solicitado, dejando a lo largo de su carrera soberbios ejemplos". [José Álvarez en el
Catálogo de la exposición]
Rafael Romero de Torres: "Sin trabajo".
"
Sin trabajo muestra la tragedia del paro en las familias del siglo XIX, una situación muy distinta a la actual, carente de cualquier cobertura social, que en numerosos casos llevaba a la emigración. Trata así Romero de Torres lacerantes temas como el paro, la siniestrabilidad laboral y la emigración, cuestiones que, más de un siglo después, siguen estando de plena actualidad. La visión que en su momento produjo la obra en los mecenas del pintor estuvo lejos de observar en él cualquier tipo de reivindicación social, consignándose en las actas como 'un cuadro original de grandes dimensiones con su elegante moldura, en cuya composición hay varias figuras formando el interesante grupo de una familia que contempla el pesar de un obrero jefe de ella que no halló trabajoen días de escasez'." [José Álvarez en el
Catálogo de la exposición]