La Mancomunidad, Adroches y Emiliano

La Mancomunidad, Adroches y Emiliano

Emiliano Pozuelo, alcalde de Pozoblanco [Foto: pozoblanco.es].

Debo reconocer que me han sorprendido las declaraciones de Emiliano Pozuelo, alcalde de Pozoblanco, en las que afirma que planteará en el próximo pleno una propuesta para que el Ayuntamiento de Pozoblanco abandonde la Mancomunidad de Municipios de Los Pedroches. Sorprende porque a esa posición llega tras afirmar que "nunca he sido localista y siempre he apostado por el desarrollo conjunto de Los Pedroches", contradiciéndose en cada palabra. Y sorprende porque su enfado se produce tras los malos resultados obtenidos por la candidatura del Ayuntamiento de Pozoblanco en las elecciones a la junta directiva de Adroches, un grupo de desarrollo rural que, no lo olvidemos, es una asociación sin ánimo de lucro destinada a gestionar los fondos europeos, pero nunca un órgano de la administración pública que pueda equipararse a la Mancomunidad.

Se queja el primer edil pozoalbense de la escasa representación de Pozoblanco en el órgano gestor de Adroches, lo que le lleva a concluir que "no estaremos donde no quieren que estemos". Sin embargo, al afirmar esto no está hablando en nombre de Pozoblanco, sino, en todo caso, en nombre de su Ayuntamiento o, más concretamente aún, de su partido o de su propia persona. Porque Pozoblanco sí está representado en la junta directiva de Adroches. De hecho, de los 13 miembros que componen el órgano de dirección, cuatro están radicados en Pozoblanco: las asociaciones de empresarios ADEPO y EYA PEDROCHES, la asociación PRODE y la Olivarera Los Pedroches, además de la presencia proporcional que le corresponda de otros miembros con ámbito de gestión comarcal, como la propia Mancomunidad de Municipios, el Centro de Iniciativas Turísticas o la entidad financiera Caja Rural del Sur. Es, por tanto, el pueblo más representado en la junta directiva de Adroches y es lógico que así sea, dada su mayor relevancia demográfica y económica.

Conviene recordar que las elecciones a esta junta directiva se realizan por sectores y que el Ayuntamiento de Pozoblanco presentaba su candidatura para el Grupo de Administración, donde resultaron elegidos la Mancomunidad de Municipios, el Ayuntamiento de El Viso (PSOE) y el Ayuntamiento de Dos Torres (PP), mientras que los de Pozoblanco y Añora quedaron fuera. Cuando Emiliano habla de que "seguimos pensando en bandos de rojos y azules" parece dar a entender que el Ayuntamiento de Pozoblanco debería haber resultado elegido meramente porque su alcalde actual (recordemos que temporalmente) procede de un partido independiente (aunque apoyado por el PP). O en compensación por su mayor aportación económica a la Mancomunidad (¡aunque lo que se elegía era la junta directiva de Adroches!). Pero olvidando que Pozoblanco es el pueblo con mayor presencia en el órgano de dirección del grupo de desarrollo rural, porque un pueblo no es solo su Ayuntamiento, sino también sus empresas y asociaciones, que no tienen color.

No le falta razón, sin embargo, a Emiliano en su crítica al procedimiento de renovación de la cúpula de Adroches. Si la sesión hubiera sido grabada, seguro que nos avergonzaríamos de verla, puesto que el sistema de delegación de votos facilita que un solo miembro (en esta ocasión, la Mancomunidad, seguida de HINOADE) pueda decidir en buena parte los resultados del proceso, al estar permitida la acumulación ilimitada de sufragios. El procedimiento resulta, así, escasamente democrático. O, por lo menos, sus formas no lo parecen.