"Cubrición" o la nueva poesía rural
El Boletín Informativo de la Asociación Familiar Jarota de Villanueva de Córdoba es una de las pocas publicaciones periódicas en papel que se mantiene todavía en la comarca. De periodicidad mensual, contiene un recopilatorio de noticias que afectan a su localidad, así como diversos artículos de opinión y colaboraciones a cargo de firmas ilustres naturales de la villa (Francisco Moreno Gómez, Pedro Tébar, Daniel Pizarro, Juan Ferrero...). Como en toda revista que se precie, no falta en ella su "Rincón poético", donde fabricantes de versos aficionados, por lo general con más voluntad que inspiración, ven cumplido el sueño de publicar sus composiciones líricas.
En el número de octubre, sin embargo, la sección poética (que ocupa la contraportada de la revista) nos guarda una pequeña sorpresa que saludamos con alborozo. Bajo el seudónimo de "El ganadero poeta", un vate rural nos regala el soneto titulado "Cubrición", autodenominado "poesía rústica", donde, con un arranque al más puro estilo quevediano, nos lanza unos versos que se insertan en una larga tradición literaria de poesía erótico-burlesca castellana destinada a provocar los más excelsos goces del lector. En tiempos de tanta tristeza no vendrá mal esta pequeña alegría, y no vamos ahora a ponernos tiquismiquis con el mayor o menor acierto en la construcción de los versos decasílabos. "Cubrición" (hasta el título tiene aire germinal) abre un camino a la experimentación en la poesía rural (pero rural, rural, de la de verdad) que no había sido intentado hasta ahora.
CUBRICIÓN
(poesía rústica)
Érase un verraco emocionado,
una cerda recién destetada,
en la ubre bien masajeada,
esperando el acto codiciado.
El cortejo cumple con descaro,
la marrana aún no decidida,
mal asiento le hace en la partida,
mas no se cansa el entusiasmado.
El galanteo la hace animada,
a dos patas sube el descarado,
ella espera la firme llegada.
Berbiquí aparece despistado,
impaciente buscando la entrada,
consiguiendo el fin anhelado.
El ganadero poeta
1 comentarios :
Bienvenido este ganadero poeta y su poesía rústica. Su antecedente más cercano es el "pastor poeta", también ganadero pero que curte con su rebaño cerca del cristalino arroyo y la encendida floresta. Este es menos bucólico y más dado a la contemplación de los encuentros amorosos entre sus animales. Le alabo su decisión de dar a la posteridad una muestra erótico-festiva de sus más elementales preocupaciones. El ganadero, en Los Pedroches, es un hombre cultivado. No solo entendido en la tarea que se trae entre manos sino estudioso y muy amigo de elevar su conversación y sus conocimientos a las más altas esferas. Da gusto oír hablar del campo a un ganadero. Y encontrar a uno que además de su conversación se atreva a componer versos es ya un gran avance. Le propongo para el próximo número del Boletín un soneto con otro tema igualmente jocoso: "Del inigualable y majestuoso lance de un burro y una yegua conseguido con la indispensable ayuda del mamporrero". Es verdad lo que dice Antonio: en medio de tanta tristeza, unas gotas de humor. Al lado de los alabados renglones del poema de Juana Castro y la pandemia, estos versos rurales de nuestro entorno que nos hablan descaradamente de la supervivencia. He dicho.
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