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Monumento a la inteligencia

La voz autorizada del jarote Bartolomé Valle Buenestado, catedrático de Geografía de la UCO y experto en dehesas, viene a poner las cosas en su sitio con respecto a los planes de Fomento sobre la futura autopista: "Sería una auténtica barbaridad por motivos ambientales y geológicos". Valle describe la dehesa de Villanueva de Córdoba como "una dehesa joven, de finales del siglo XIX, y que ha culminado su proceso de conformación hasta los primeros años del XX, por tanto se trata de un paisaje con una clara dimensión histórica. Está, además, ahora mismo en su plenitud productiva para afianzar esa alianza forjada entre el hombre y el medio para preservar el suelo y el microclima y, en ese sentido, es un monumento a la inteligencia con un grandísimo sentido ambiental". Lo siento, es así: en cuanto a alguien de Los Pedroches nos preguntan por las dehesas nos sale nuestra vena más profunda de amor a la tierra y al paisaje y no hay nada que hacer. "Monumento a la inteligencia". ¿Se puede dar una definición más ajustada, más sencilla e inmensa?.Por cierto, ¿si finalmente la Unesco declarara a estas dehesas "Reserva de la Biosfera" se permitiría la lanza mortal de la autopista?. No parecería muy lógico que así fuera.
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Feria

Como buen noriego, este fin de semana acudiré a la feria de Pozoblanco. Resulta curioso como en Añora esta feria se tiene como propia. Ir a ella resulta algo natural, un rito más que hay que cumplir en este septiembre que ya agoniza. Esto ha sido así desde siempre, pues recuerdo oir contar a mis padres y abuelos que ellos también acudían (aunque entonces la feria era otra cosa) incluso andando y en tiempos en los que viajar, siquiera cinco kilómetros, se consideraba toda una aventura.

Hablando de Pozoblanco, he visitado las páginas muy elaboradas de dos grupos pop de esta localidad (los califico así genéricamente, porque en la actualidad hay tantos tipos y subtipos de música que vete tú a saber en cuál se incluyen ellos): Tweilicht y Celofans. Los dos ofrecen la posibilidad de escuchar algunas de sus canciones, aunque la descarga resulta un poco lenta y el Real Player raramente funciona. Los primeros acaban de concluir la grabación de una nueva maqueta. Su música, según ellos mismos afirman, mezcla el pop con lo sinfónico y el noise-grunge con la electrónica más experimental.

Esteban

La noticia de la muerte de Esteban Márquez Triguero nos deja desconcertados. Su torrente de voz, su vitalidad, su genio y su visceralidad nos parecían merecedores de algún tipo de inmortalidad. Pienso escribir con más detenimiento sobre su figura en otro lugar, pero no puedo dejar de destacar aquí su gran amor a la comarca, su pasión por Los Pedroches y todo lo relacionado con ellos, aunque eso le llevara en ocasiones a planteamientos difíciles de entender. Se va con él un investigador apasionado de nuestra tierra, que compensaba su a veces falta de rigor científico con un entusiasmo contagioso. En mis estanterías guardo numerosos libros de su autoría, cuyo contenido no siempre comparto, pero que conservo como joyas de historiografía y etnología comarcal difíciles de superar. Se va un personaje singular de Los Pedroches, un erudito a la antigua usanza, un amigo.


Sit tibi terra levis.
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Los Pedroches

Cerro del Cuerno/1

Con frecuencia suele decirse que Los Pedroches son una comarca que mezcla características de Andalucía, Extremadura y Castilla. Así dicho, nunca se sabe muy bien si se trata de un elogio o de una censura. Hace poco, sin embargo, leí unas líneas del eminente geólogo y geógrafo Juan Carandell Pericay que me hicieron reflexionar: “el rebasar el vuelo hacia el norte [de Córdoba] supondría observar un país de granitos, pizarras, calizas antiguas, totalmente distinto, en que el suelo, la flora, la fauna, el hombre en su habla, en sus costumbres, en su habitación, en la construcción de los pueblos, etc., es algo que ni es genuinamente andaluz ni genuinamente manchego o castellano”. Se trataría ahora, pues, de interpretar a la comarca no como mezcla de otras culturas sino como algo realmente distinto de aquellas que la rodean.
Que Los Pedroches tienen una personalidad propia es algo que nadie puede discutir, no sólo desde el punto de vista geográfico, al constituir una de las comarcas naturales mejor definidas de España, sino también desde el histórico y, sobre todo, cultural, por presentar una serie de rasgos distintivos que no deben ser interpretados solamente como mezcla o influencia de las regiones circundantes, sino como una creación propia de sus habitantes a partir de lo que han vivido, conocido y sentido. Así hemos de entenderlo si queremos reivindicar el valor de lo nuestro, dejando ya de considerar que lo auténticamente preciado siempre es de otros.
Entre esos rasgos distintivos de la gente de Los Pedroches me niego a considerar que uno de ellos es la resignación, como algunas veces se ha dicho. Muchas veces a lo largo de la historia los pedrocheños se han enfrentado con los poderes establecidos para reivindicar aquello que les pertenecía legítimamente, aunque no siempre con fortuna. No cabe en los límites de este artículo abundar en ello, pero la lucha de nuestros antepasados por conservar la propiedad comunal de las dehesas constituye un ejemplo tan grande de tenacidad que debería estudiarse en las escuelas de nuestros pueblos.
Porque la resignación no es una de nuestras características genéticas, la gente de Los Pedroches debe rebelarse ante imposiciones que resultan del todo intolerables y que no deben ser asumidas sin más. Debe oírse la voz de la comarca contra el trazado de la autopista, contra el cementerio nuclear, contra el aislamiento secular, contra la destrucción del patrimonio histórico, contra la no declaración de nuestro encinar como reserva de la Biosfera, contra la edificación urbanística especulativa... Contra errores e injusticias no siempre venidas de fuera, sino con frecuencia provocadas por nuestros propios gobernantes. A ellos nos corresponde decirles, en primer lugar, que esto no es Castilla ni Andalucía, sino Los Pedroches, nuestra tierra.

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Bodas

Esta mañana he asistido como invitado a una boda civil. A pesar de la belleza de la novia, la elegancia del novio y el encanto del lugar, uno no puede dejar de sentir cierta desazón por nostalgia de las bodas como eran antes. No se trata de ninguna añoranza absurda por todo pasado mejor, sino de evocar formas y modos, acordes entonces con sus circunstancias, de cuando una boda era todo un acontecimiento con un ritual tan complejo y minucioso que constituía toda una lección de protocolo y ritmo popular. La ceremonia de hoy ha rozado la frialdad de unas cuantas lecturas legislativas, a pesar de la buena intención del oficiante.
Me viene el recuerdo de esas bodas antiguas, llenas de morosidad y elaboración, porque la revista de cultura tradicional Demófilo, que edita la Fundación Machado de Sevilla, va a publicar a finales de este año un número monográfico dedicado a Córdoba, en el cual, además de un CD con canciones tradicionales de Pozoblanco, va a incluir la reproducción de un texto de Antonio Porras Márquez sobre las bodas en Añora a principios del siglo XX. Se trata del cuerpo fundamental de su obra de 1916 Prácticas de derecho y de economía popular observadas en la villa de Añora (¿otro libro más para nuestro canon de Los Pedroches?), que ya fue reeditado hace unos años por el Colectivo Cultural "El Cangilón" y que lleva camino de convertirse en el texto más popular de su autor. Quienes lo conocen, ya saben que se trata de una joya de literatura etnológica. Para quienes no, será un envidiable placer leerlo por primera vez.
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Esa tarea

Por mediación del amigo/enemigo García de Consuegra, a partir del próximo sábado comenzaré a colaborar en el semanario Los Pedroches Información con un artículo quincenal. El título de la sección será Cerro del Cuerno. Como la versión digital no publica todos los contenidos, los martes (que es cuando me llega mi ejemplar de suscripción) publicaré aquí también dicho artículo.
Esa tarea de escribir periódicamente -pensé en un principio- será un nuevo reto. Siempre he admirado a esos columnistas que son capaces de componer un artículo diario, y, en algunos casos, además, con brillantez. Luego, a medida que han ido pasando los días por esta bitácora, he comenzado a comprender. Esa tarea llega a ser como una droga. Es una respuesta a una necesidad de hablar, de escribir, de opinar, y, a veces, como ocurre aquí, poco importa que lo lean tan solo, en el mejor de los casos, unas cuantas personas. Lo importante es formular el mensaje, porque las cosas escritas adquieren un valor superior al pensamiento. La concreción de la palabra las hace reales, les aporta un inquietante componente de amenaza y revelación. En más de una ocasión he podido comprobar lo impactante de la palabra escrita frente a la simplemente pronunciada, el superior efecto que causa en los demás. Lo romanos sabían el porqué: verba volant, scripta manent.
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Cementerios

Se cumplen cien años desde que el arquitecto Adolfo Castiñeyra y Boloix, considerado introductor del modernismo en Córdoba, redactara el proyecto de edificación del cementerio de Añora. Resulta sorprendente como en la actualidad el arte funerario apenas recibe atención, a pesar de que todos en la escuela estudiábamos con profusión las necrópolis de la antigüedad egipcia o romana y sus grandes y pequeñas construcciones. A mí siempre me han gustado los cementerios, y puede que escriba sobre ello con álgún detenimiento más adelante. No se trata de ninguna perversión. Hay en los camposantos algo que los hace atractivos para una mirada espiritual. No sólo por lo que de sugerencia sobre la propia existencia puede residir en ellos, sino porque, vistos desde el presente, se presentan como un compendio -paradójicamente- de toda tu vida.
Los ayuntamientos, en la actualidad, dedican poca atención a los componentes estéticos de los cementerios y hay dificultades psicológicas y sociales para considerarlos edificios históricos susceptibles de albergar valores patrimoniales dignos de ser protegidos. En muchos de nuestros pueblos los cementerios (reconozco que he visitado bastantes, aunque no todos) parecen cada vez más almacenes donde se amontonan y apiñan nichos o tumbas sin mayor intención que el aprovechamiento del terreno. Y sin embargo, debería tratarse de un espacio sumamente cuidado, no sólo por la evidencia de que él será nuestro paradero definitivo, sino porque en él se contiene, también, la memoria de nuestros pueblos y sus gentes, su trayectoria y su destino. Leer los nombres de las lápidas es leer la nómina de personas que formaron nuestra historia más cercana. No debe haber nada de tétrico o tenebroso en pasear por un cementerio. La muerte no es sino una realidad más de las que conforman nuestra existencia, y no de las más temibles. Lo peor, ya lo sabéis, está fuera.
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Humanidades

El catedrático de Lengua Española de la Universidad de Córdoba, Ramón Morillo-Velarde, originario de Belalcázar, se lamenta en una entrevista en el diario ABC de la situación de las carreras de letras en la actualidad. Tan sólo dos alumnos se han matriculado este año en la licenciatura de Humanidades y 18 en la de Filología Hispánica de la UCO. ¡Qué tiempos!. Morillo-Velarde analiza las causas de esta situación, entre las que cita el enfoque reduccionista que la Universidad ha dado a estas carreras, el descenso de la población universitaria o la actitud "estricta" de algunos profesores. Pienso que, aunque la Universidad misma, por su actitud cerrada, pueda tener cierta culpa en el descenso de alumnos que demandan estas titulaciones, la principal causa es el desprestigio de las humanidades que en general domina en la sociedad actual, más dispuesta a inclinarse hacia estudios puramente técnicos. La razón no debe ser otra que la rentabilidad a corto plazo: salidas profesionales, remuneraciones, prestigio social... Hoy viste más ser experto en lenguaje PHP que en la lengua de Cervantes, no me pregunten por qué.
Parece que los estudios lingüísticos comienzan a ser ya un exotismo válido sólo para atender excentricidades como la de Mel Gibson, que ha rodado una película (La Pasión) sobre las últimas doce horas de la vida de Jesucristo hablada sólo en latín y arameo, la cual, por exigencia del director, llegará a las pantallas sin traducción. La película, según escuché en un noticiario de televisión, será estrenada en todo el mundo el próximo "viernes de ceniza". ¡Ay!.

En estos días...



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Cerro del Cuerno

A 704 metros sobre el nivel del mar, en los Jarales de Añora, se alza el Cerro del Cuerno, desde cuya cima se ve el inmenso paisaje del encinar de Los Pedroches. Allí se respira el aire antiguo de la historia primera de la comarca y desde la torreta de su vértice geodésico se contempla el futuro de estos pueblos. Con el viento de cara, mientras cae el atardecer, comprendes la necesidad de aportar una visión crítica de nuestra realidad, entiendes lo perjudicial que puede sernos el conformismo o la complacencia, por no hablar ya de la resignación. Ningún porvenir puede predecirse, pero aquí está el presente, que debe analizarse con descontento para renovar energías y formalizar comportamientos edificantes. Para que el amanecer de mañana no sea siempre uno más de los miles que han contemplado nuestras viejas, ancianas encinas.
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Biblioteca

Una carta al director publicada en el Diario Córdoba me ha hecho recordar que hace mucho tiempo que no visito la Biblioteca Municipal de Pozoblanco. De su buen hacer y de sus reconocimientos, merecidos todos, leo con frecuencia en la prensa. Lo que más me interesaba de esta Biblioteca era lo que llaman el Fondo Local, en el que se recoge todo lo publicado sobre la comarca o por autores de la comarca. Me parece una labor importantísima digna de encomio. También son de destacar sus fondos de publicaciones periódicas antiguas de Pozoblanco (recuerdo un verano que pasé leyendo la colección completa de La Lucha, que se subtitulaba "Semanario defensor de los intereses del Valle" y se publicó entre abril de 1923 y abril de 1924. He abierto al azar un cuaderno donde guardo apuntes de aquellas lecturas y encuentro una nota de la sección de local que dice "Suplicamos a las dueñas de las casas que manden a sus criadas que rieguen antes de barrer la puerta, los sábados por la tarde. Pues el polvo, además de ser nocivo a la salud, es molesto para todos los transeuntes...". Ahora que se acerca la feria, anoto también que en un número de septiembre del 23 se informa de que "en 1878 se realizó la Feria de las Mercedes los días 2 al 5 de septiembre, para darle mayor realce, pero fue un fracaso y volvió a la primitiva fecha al año siguiente"). Los elogios a la Biblioteca se completan destacando el buen hacer y la amabilidad del personal que la atiende. Un buen ejemplo a seguir por otros pueblos.
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Más autopista

El amigo Danifcx me manda un impreso de alegaciones a la Autopista de Los Pedroches, que puede enviarse individualmente entregándolo en cualquier ayuntamiento de la comarca hasta el día 25 de este mes. La argumentación ya no discute las bondades de una opción u otra, sino que directamente rechaza la necesidad y oportunidad de construir la tal autopista por el tremendo impacto ambiental que supondría y las pocas ventajas que se le encuentran. Quien quiera colaborar, ya lo sabe.

Memoria

Los medios de comunicación provinciales (Córdoba, El día de Córdoba) y algunos nacionales se hacen eco del comienzo del rodaje de No olvidar, del director alemán Jan Arnold, que contará con el asesoramiento de nuestro paisano Francisco Moreno Gómez. Se trata de un documental que recreará la historia de la mítica fotografía "Muerte de un miliciano", así como la de su autor, el fotógrafo Robert Capa, y su protagonista, el soldado republicano Federico Borrell. La foto fue tomada el día 5 de septiembre de 1936 en alguno de los episodios de la guerra civil en Córdoba. El rodaje se desarrollará en las afueras de Cerro Muriano, donde parece que finalmente se ha acordado localizar el suceso.
Lo cierto es que no hay garantías ni del lugar ni de la veracidad de lo reflejado en la fotografía. No importa. Se trata ya de un mito, un suceso con un fondo histórico que, engrandecido por la leyenda, se eleva a la categoría de ejemplo universal sobre el comportamiento humano. Sus lecciones son muchas: La muerte anónima contemplada por millones de personas. La inutilidad de las guerras y la grandeza del arte. El destino y el azar como elementos fundamentales en el discurrir de nuestras vidas. La muerte como objeto de creación artística. La repetición de la historia, ayer y hoy.
Es un eslabón más en esa loca tarea de recuperación de la memoria en la que algunos se han embarcado. Ánimo.
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Nuevas tradiciones

La oposición de la Delegación del Gobierno a los encierros de toros en Pozoblanco nos devuelve el debate sobre la oportunidad de crear tradiciones anacrónicas motivadas exclusivamente por su presunto interés turístico o por un mimetismo absurdo que tiende a igualar unas fiestas con otras independiemtemente del lugar donde se celebren o la causa que las justifique. En efecto, la tradición puede justificar determinados espectáculos que, aunque en la actualidad desprovistos de su sentido originario, responden a unas motivaciones primitivas acordes con el sentido de la fiesta que las acoge. Sin embargo, la creación artificiosa de nuevos ritos, absolutamente desligados de la tradición y con un objetivo meramente esteticista y no pocas veces mercantilista, contribuye a desvirtuar el sentido de la propia fiesta, a hacerla menos auténtica, más vacía. Habrá que entender que todas las fiestas no pueden ser iguales, que cada una contiene los elementos que la tradición les ha legado en función de unas circunstancias y unos motivos, que, contrariamente a lo que muchos puedan pensar, nunca son irrelevantes. Las fiestas son un conjunto de ritos no siempre bien comprendidos por aquellos que los practican, pero que siempre responden a motivaciones profundas. Hoy en las fiestas suelen predominar exclusivamente los componentes lúdicos, en detrimento de los más simbólicos y rituales, y en ello está la clave de la progresiva desaparición de muchas de ellas. Incorporar a una fiesta los rituales de otra no la hace más rica, sino más pobre, al irla privando de su singularidad en favor de otras prácticas que no por más vistosas han de ser más queridas.