Decisiones

Decisiones

Me resulta altamente sorprendente que en una cooperativa de 15.000 socios no haya ni una sola voz discrepante ante la revolucionaria decisión tomada por la dirección de la Covap de que todos sus activos comerciales e industriales se transfieran a una sociedad anónima, mientras que la cooperativa se limitará a los servicios básicos de relación directa con los ganaderos. Se trata de una medida de enorme trascendencia que supone una cambio radical del sistema societario actual, que despoja a la Cooperativa de todo el desarrollo alcanzado en los últimos cincuenta años y la devuelve estructuralmente a sus orígenes. Yo no digo ahora que esto sea ni bueno ni malo, lo que me llama la atención es que en los medios periodísticos no aparezca ni una sola voz crítica con la medida, que nadie se plantee sus posibles consecuencias para la comarca, que nadie alerte de posibles riesgos de capitalización...



Nuevo capítulo en el culebrón de la autopista Toledo-Córdoba a su paso por Los Pedroches. ¿De verdad que la política es tan complicada? Porque resulta evidente que aquí lo que se está lidiando no es el interés de la comarca, sino que existe una subterránea lucha económico-política de alto calado. Parece que ahora se baraja la posibilidad de que dicha carretera, que ya no sería autopista sino autovía, entre en la provincia por Puerto Mochuelo y continúe por Torrecampo y Pozoblanco, dividiendo a la comarca literalmente en dos pero dejando intacta la finca de La Garganta. Tan sangriento trazado ya contaría con el visto bueno del presidente de la Mancomunidad, que remonta sus razones a que ya los romanos y árabes circulaban por ahí. Como ya llevamos tantos episodios vividos, no le echamos más cuentas a éste, pero a algunos más les convendría que reservaran sus valoraciones para cuando haya una decisión definitiva, y así se ahorrarían quedar tantas veces en evidencia.



Catálogo de improperios (I): Alma de víbora

¡Oh, alma de víbora, oculta bajo belleza en flor! ¿Qué dragón habitó nunca tan hermosa caverna? ¡Agradable tirano! ¡Angélico demonio! ¡Cuervo con plumas de paloma! ¡Cordero de lobuna saña! ¡Despreciable sustancia de la más divina forma! ¡Justo opuesto de lo que apareces con razón, condenado santo, honorífico traidor! -¡Oh, naturaleza! ¿Para qué reservabas el infierno cuando albergaste el espíritu de un demonio en el paraíso mortal de un cuerpo tan encantador? ¿Volumen contentivo de tan vil materia fue jamás tan bellamente encuadernado? ¡Oh! ¡Triste es que habite la impostura tan brillante palacio!. [W. Shakespeare, Romeo y Julieta, III, 2].