Ermitas de Los Pedroches

Ermitas de Los Pedroches

Si ayer dábamos la buena noticia de la incoación de expediente para la declaración del convento de la Concepción de Pedroche como Bien de Interés Cultural (BIC), hoy traemos nuevas informaciones que agradarán sobremanera a todos los preocupados por la conservación y protección del patrimonio histórico-artístico de nuestra comarca. La Comisión Provincial del Patrimonio Histórico, en reunión mantenida el pasado 3 de marzo, acordó proponer a la Consejería de Cultura la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA), en la modalidad genérica colectiva, de las cuarenta y una ermitas de Los Pedroches que hasta ahora carecían de cualquier tipo de protección patrimonial explícita (todas excepto las ermitas de Nuestra Señora de Alcantarilla de Belalcázar y Santa Ana de Hinojosa, que ya estaban inscritas, y Virgen del Castillo de Pedroche, pendiente de inscripción como BIC con la categoría de monumento). Hablamos, pues, de que todas las ermitas de la comarca gozarán, cuando esa inscripción se haga efectiva, de algún nivel de protección que permita la mejor conservación y custodia de los edificios y sus entornos. Se trata, en consecuencia, de una noticia de enorme importancia, tanto para el mantenimiento de los valores artísticos de estos edificios religiosos, como para la apreciación que administrativamente se tendrá sobre ellos a partir de ahora.

La consideración genérica del conjunto de las ermitas resulta un acierto (independientemente de que alguna de ellas aisladamente pueda merecer una catalogación más ajustada en el futuro), por cuanto permite que sean estudiadas colectivamente en sus aspectos arquitectónicos, artísticos, históricos y etnológicos no como construcciones aisladas en su ámbito local, sino como pertenecientes todas ellas a una entidad comarcal que presenta características formales y espirituales comunes. De hecho, casi todas las ermitas tienen una construcción muy parecida, que ha dado lugar a la denominación de "ermita serrana": la mayoría constan de arcos diafragmas contrarrestados al exterior por contrafuertes y la cubierta de madera a dos aguas; los materiales y las técnicas constructivas de estas edificaciones son las propias de la arquitectura tradicional, donde prima el empleo de materailes autóctonos y formas constructivas de sencilla y eficaz construcción. También destaca en la valoración de estos edificios su fuerte significado sobre el territorio en el que se asientan y su protagonismo en la propia historia de los pueblos y de la comarca en su conjunto, habiendo dado lugar en la mayoría de los casos a rituales de profunda implantación en sus respectivas comunidades.

Las ermitas cuya inscripción genérica colectiva en el CGPHA se propone son las siguientes:

Alcaracejos: San Sebastián y la Magdalena.
Añora: San Pedro y Virgen de la Peña.
Belalcázar: Consolación, San Sebastián y San Antón.
Conquista: San Gregorio.
Dos Torres: San Roque, Virgen de Loreto, San Sebastián, Santo Cristo de la Caridad y San Bartolomé.
El Guijo: Virgen de las Cruces.
Hinojosa del Duque: Cristo de las Injurias, San isidro, Santo Domingo, San Bartolomé, San Benito, Virgen de la Antigua, Virgen del Castillo, San Sebastián y San Gregorio.
Pedroche: Virgen de Piedras Santas, San Sebastián y Santa Lucía.
Pozoblanco: Cristo de la Columna, San Antonio, Virgen de Luna, San Gregorio.
Santa Eufemia: Santa Eufemia y Virgen de las Cruces.
Torrecampo: Santa María de Gracia, Jesús Nazareno y Virgen de Veredas.
Villaralto: Santa Rita y Cristo de las Angustias.
Villanueva del Duque: San Gregorio y Virgen de Guía.
El Viso: Santa Ana y Cristo de las Eras.

Virgen de Guía, en Villanueva del Duque.


San Isidro, en Hinojosa del Duque.



Virgen de Piedras Santas, en Pedroche.


San Antonio, en Pozoblanco.


Santa Eufemia, en Santa Eufemia.


Santa Maria de Gracia, en Torrecampo.


Magdalena, en Alcaracejos.


San Pedro, en Añora.


San Gregorio, en Conquista.


Virgen de Loreto, en Dos Torres.


Virgen de las Cruces, en El Guijo.


Virgen de Alcantarilla, en Belalcázar.



La inscripción de las ermitas de Los Pedroches en el CGPHA deberá, en el futuro, convertirse en un escudo protector contra las actuaciones con frecuencia aleatorias de las cofradías titulares, de la iglesia local o de los propios ayuntamientos. La oportuna paralización de las obras que se estaban realizando en la ermita de la Virgen de Luna (todo parece indicar que sin el proyecto previo que debiera ser inexcusable para intervenir en un edificio del siglo XVI y su entorno y sin más guía que las propias resoluciones de los dirigentes de la hermandad de Villanueva de Córdoba) debiera ser una dirección firme a seguir. Se observa con preocupante frecuencia la reforma incontrolada de los edificios religiosos de nuestros pueblos, donde quienes se sienten sus propietarios obran a menudo a su capricho sin que deban rendir cuentas ni responsabilidades por sus a veces auténticos atentados -ni siquiera disculpables por la intención que persigan- contra el patrimonio monumental, hacia el que demuestran sentir escasa sensibilidad.