Se llaman bastardos porque en cada uno de ellos aparece un hijo de puta. O más de uno. El
nuevo libro de Félix Ángel Moreno Ruiz (
Premio Solienses 2013 por
Un revólver en la maleta) dispara directamente al hombro, al pie o al páncreas. Un catálogo de microrrelatos, desde las doce líneas del más breve a las cuatro páginas del más extenso, que representan un ejercicio logrado de síntesis literaria, naturaleza elíptica y concisión conceptual.
Félix utiliza el mínimo de recursos posibles para contar historias de cabrones y canallas, que muchas veces se tornan simplemente en seres infelices y miserables en manos del siempre inmisericorde destino que nos ata y se reserva siempre la última palabra. En todos los relatos subyace una ironía mordaz que hiela la sonrisa antes de terminar. Son historias de bajos fondos, aunque algunas se cuezan en las altas esferas de la política, sucesos sórdidos protagonizados por chorizos y maleantes, y algún subinspector. Personajes trazados en cuatro líneas interpretan una historia que se tuerce en contra de lo previsto una vez llegado su momento de resolución sarcástica. Una esmerada edición de La Fuente Vieja se atreve con esta afilada colección de cincuenta y cinco cuentos bastardos.
9 comentarios :
Me has puesto los dientes largos. Lo quiero ya.
Yo he comenzado a leer el libro. La familia de asesinos en serie me ha dejado impresionada. Sin palabras.
Enhorabuena a nuestro paisano Félix por este nuevo texto dentro de una carrera y un estilo literarios que se van consolidando dentro de un mundo de fantasía propio y diferente. Gracias, Félix, por este reciente regalo a Los Pedroches que espero leer con impaciencia.
Enhorabuena a Félix Ángel.
Gracias, Pedro, por tus palabras.
Buenos días. Enhorabuena a Félix Ángel, al que creo haber saludado en alguna ocasión, por su nueva obra. Volvemos a degustar, como quien saborea con delicia un nuevo y esperado manjar, estas páginas que se nutren de fuertes raíces literarias presentes en nuestra tierra. Y este mensaje va también para todos los artistas, cualesquiera su faceta de creación, de nuestra comarca de Los Pedroches. El ARTE descansa también nuestra tierra.
Feliciano Casillas. Escritor, historiador y Cronista de Belalcázar, Los Pedroches, Córdoba.
Enhorabuena Félix, estoy deseando de disgrutarlo
Hago pues, yo, de abogado del diablo. Oficio y estilo impecable, pues en ocasiones he reiterado las cualidades del autor siguiendo a pies juntillas los cánones. Los cuentos me resultan un poco banales e insulsos, con la sola pieza clave del hábil contrapunto de la maldad o la canallada, pero un tanto faltos de artificio literario y creatividad. La obra en general me parece también exigua, porque ya de puestos, tanto dan los mil que los mil quinientos..., y vamos, de estos se pueden hacer a montones al horno; lo digo en sentido positivo, para el disfrute del autor y del lector. En cuanto a la cuidada edición..., discrepo también un tanto de la generosidad del administrador del blog: bien por el emprendimiento empresarial (que hay que agradecer), pero justita, justita (esos índices casi a sangre.., esa modestia de ilustraciones..., ese gris faltón que entristece y no aterroriza. Bueno. Es mi opinión, seguramente nada conciliadora, pero siempre constructiva para que el autor avance. Tiene oficio, sí, pero puede más y queda en menos; sigue (ya lo he dicho otras veces)con un cierto amedrentamiento de saltar a lo alto y gritar fuerte diciendo ¡aquí estoy yo! Porque con escribir como menestral bueno uno no llega a ser artista (que ya sé que él no lo busca); y tal vez tiene cualidades, y Félix promete, pero aquí va volando raso. Que conste que me gusta como escribe y disfruto leyendo siempre con él. Enhorabuena.
Siempre he considerado que, una vez difundida, la obra pertenece al lector, que puede realizar la legítima crítica (positiva o negativa, constructiva o destructiva) que considere. Por eso, no voy a entrar en ninguna de las valoraciones que un estimado anónimo hace sobre el libro; solamente, voy a puntualizar ciertas consideraciones de mí como escritor:
- Me gusta volar raso, como los vencejos. Dejo las alturas para los Ícaros.
- No creo que haya que confundir amedrentado con medrador (cualquier persona ilustrada comprende la paronomasia).
- Me gusta la palabra "menestral" atribuida a mi persona. Parafraseando a mi admirado Camilleri, no poseo (ni deseo) "manos de artista".
- Sigo, punto por punto, mis propios cánones.
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