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BioCórdoba premia a Olivarera Los Pedroches

Del 27 al 29 de septiembre se ha celebrado en Córdoba la XII edición de la feria nacional de agricultura ecológica BioCórdoba 2007. Entre los 150 expositores que han participado en la feria se encontraban dos empresas de Los Pedroches, ambas del sector del aceite: Olivarera Los Pedroches (Olipe) y Santa Casilda Olivar de la Luna. BioCórdoba es la única feria del país dedicada en exclusiva a la agricultura ecológica.

En el marco de la Feria se entregan los premios EcoTrama, que tienen por objetivo contribuir al reconocimiento de los aceites de oliva virgen extraecológicos, y los Premios a los Productos Más Novedosos de la muestra, que reconocen a los expositores participantes en la Feria por su innovación y singularidad. En esta última categoría han sido galardonadas este año con el tercer premio las monodosis de aceite ecológico orientadas a hostelería de Olivarera Los Pedroches. Se trata de la primera empresa que comercializa su aceite de oliva virgen extra ecológico, con la marca Olivalle, en tarrinas monodosis de 18 milímetros, un formato que facilita su utilización para los sectores de la hostelería, la restauración y el catering.


Stand de Olivarera de Los Pedroches


Productos del Olivar de la Luna expuestos en BioCórdoba 2007 [Fotos: J. Latorre]
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Diseño jamonero

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Carmen y el tren

Los candidatos a diputados en las próximas elecciones generales están haciendo sin pudor lo que los candidatos a alcaldes de Los Pedroches no se atrevieron cuando tuvieron oportunidad: aprovecharse de una reivindicación popular de indudable tirón para arrastrar votos como sea. Incluso soportando el convencimiento generalizado por parte del electorado de que cuando termine la campaña electoral se olvidaran de ello sin remordimientos. Pero aquí tenemos a la ex-ministra de Cultura, Carmen Calvo, erigiéndose en abanderada de la causa para que pare el tren en Los Pedroches. Dice la buena señora que "presentará enmiendas" a los Presupuestos Generales de 2008 para que se destinen fondos estatales que permitan acometer el próximo año la estación AVE-Renfe de Los Pedroches (en Villanueva de Córdoba). Dicen que Carmen Calvo dixit que "la medida es un medio de estructurar e integrar el norte de la provincia" y que ya ha hablado con su amiga Magdalena para que la cosa esté hecha sin más pamplinas.

Mientras, los Presupuestos Generales para 2008, en su redacción actual, no contemplan ni un euro para la estación jarota. En cambio, se consignan 10.000 euros -que digo yo que serán para cafés- con destino al inicio del estudio sobre la viabilidad de que la autopista Madrid-Córdoba (ubi sunt?) discurra por la N-502 (de Almadén a Espiel). Obtengo este dato de una de las mociones presentadas por el PP de El Viso en el pleno ordinario que se celebró anoche, redactada del siguiente tenor:
Instar con carácter de urgencia al Ministerio de Fomento a que se comprometa a posibilitar ya la parada de AVE en Los Pedroches, con la inclusión, por parte del gobierno de la nación, dentro de los Presupuestos Generales del Estado, que actualmente se están tramitando, de una partida presupuestaria para el acondicinamiento de la estación de tren de Villanueva de Córdoba.
La moción, sin embargo, no se sometió a votación, sino que se acordó llevar a cabo una redacción común por parte de los tres grupos políticos con representación en el ayuntamiento viseño. Y, la verdad, no sé a qué vienen tantas reticencias, si Carmen y Magdalena ya lo han hablado.
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Medalla de Honor para un noriego

El nombre de Añora aparece estos días con orgullo en la prensa nacional (aquí o aquí, por ejemplo) gracias una vez más a Agustín Madrid Parra, ex-rector de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, cuyo Consejo de Gobierno acaba de concederle por unanimidad su Medalla de Honor. La Medalla de Honor de la Universidad Pablo de Olavide es la más alta distinción de esta institución, que ya ha sido otorgada a la primera rectora, Rosario Valpuesta, a la Universidad de Sevilla con motivo de su 500 aniversario, y al Ayuntamiento de Dos Hermanas, y que se entregará este trimestre al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y al Parlamento de Andalucía. La distinción se concede a Agustín Madrid “por su contribución a la consolidación de esta universidad una vez finalizado el proceso fundacional”. Nuestro paisano Agustín ha sido rector de la UPO desde mayo de 2003 hasta junio de 2007.
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Nuevos caminos

Alejandro López Andrada explora nuevos caminos artísticos. Por un lado, según informaba hace unos días Plaza Pública, figura como el autor de la letra de una de las canciones del grupo "Recordando a Módulos&Los Íberos + Julián Granados" titulada "30 años después", que aparecerá en el álbum del mismo nombre. Por otra parte, el Portal Villaduqueño informa hoy de que los derechos de su última novela, El libro de las aguas, han sido adquiridos por una productora española interesada en adaptarla al cine. Según esta fuente, la película se rodaría íntegramente en Villanueva del Duque y su entorno, donde se inspiró López Andrada y donde, aunque con nombres ficticios, se desarrolla su novela.


"30 años después", letra de Alejandro López Andrada. [Canción completa aquí: -archivo sonoro cortesía de Plaza Pública-]
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Sobre los modos del debate cultural en Los Pedroches

El debate cultural en Los Pedroches es tan raquítico, tan inexistente, que cuando nace una brizna, por pequeña que sea, no hay más remedio que aferrarse a ella y tirar hasta ver qué sale. Tal he pensado cuando he leído esta mañana un artículo que publica Arturo Luna Briceño en Los Pedroches Información de esta semana, bajo el título "El libro en el arca". Aunque envuelto en una trampa emocional, el artículo lanza dardos envenenados a diestro y siniestro (quizás más a siniestro, no sé), formulando muy graves acusaciones contra la honradez intelectual de personas que, aunque no se citan por sus nombres, son fácilmente identificables.

Ya en otras ocasiones nos hemos referido a la concepción desviada que Arturo Luna tiene de la ciencia histórica, más cerca del periodismo sensacionalista que de una historiografía mínimamente rigurosa. Es comprensible que así sea, pues su carrera se ha forjado en los medios de comunicación, siempre necesitados de informaciones llamativas e impactantes que capten inmediatamente la atención del lector o espectador. Y por eso no extraña que, al dedicarse ahora vocacionalmente a recomponer a su modo la historia de Pozoblanco y Los Pedroches, fundamente sus pesquisas en "libros perdidos" y en conjuras imaginarias o aposente el ónfalos de toda verdad en el Catastro de Ensenada, donde, según su visión del pasado, se hallan "las aclaraciones y las claves de todo".

Se queja Arturo Luna de que algunas de sus investigaciones, enviadas a concursar en el Premio de Investigación Histórica "Juan Ginés de Sepúlveda", que desde hace 25 años convoca el Ayuntamiento de Pozoblanco, no hayan obtenido el favor del jurado, al que, por ello, tacha sin pudor de sectario y prevaricador: afirma que algunos de los miembros del jurado del Premio "habían escrito 'ensayos' con los datos 'antiguos' que tan cerca estaban de la mentira", al justificar que no se premiara su trabajo sobre los marqueses del Carpio, o considera "entendible" que no se hiciera caso a su investigación sobre el Hospital y Cofradía de Jesús Nazareno "porque alguno de los miembros del jurado era cofrade de la Hermandad".

Tampoco el Ayuntamiento de Pozoblanco se libra de las acusaciones del periodista-historiador. Denuncia que todavía no se haya publicado su trabajo ganador de hace dos años sobre la "Herencia de Juan Ginés" y, sobre todo, y ésta es ya una recriminación repetida, pide "que el Ayuntamiento no celebre otro centenario virtual y gaste las 'perras' en 'colosales' publicaciones o pagando investigadores para que digan lo que interesa en vez de la verdad". Pagando investigadores para que digan lo que interesa en vez de la verdad. No creo que se pueda escribir algo más terrible contra un historiador.

El investigador así injuriado es, pienso yo y no creo equivocarme, Juan Aranda Doncel, que el año pasado publicó el libro La hermandad de Jesus Nazareno de Pozoblanco (1605-2005), en edición del Ayuntamiento y la Hermandad con motivo del cuarto centenario fundacional de la entidad nazarena. En varias ocasiones Arturo Luna se ha referido a las deficiencias que a su juicio presenta la obra de Juan Aranda y no, como sería de esperar, desde la superación historiográfica, es decir, aportando documentación nueva que invalide la anterior, ni guardando la debida cortesía entre investigadores, la que invita a pedir retóricas disculpas al corregir errores ajenos, sino desde la afrenta y la teoría de la conjura, como si hubiera alguna intencionalidad oscura, de la que dependiera todo el pasado y futuro de Pozoblanco, al escribir la historia del hospital nazareno con unos argumentos y no con otros.

Alivia lo que puede parecer "más censura que otra cosa" el hecho de que casi todas estas investigaciones propias a las que se refiere Arturo Luna han sido ya en buena parte publicadas en el semanario Los Pedroches Información, en una sección semanal que ocupa dos páginas enteras del periódico. Yo mismo he comentado en alguna ocasión que no me parece un contenido apropiado para un medio de información generalista, y que publicar páginas enteras entrecomilladas del Catastro de Ensenada o de la edición del Epistolario de Ginés de Sepúlveda realizada por Ángel Losada aporta tanto a la divulgación de la historia comarcal de Los Pedroches como a la difusión de la filosofía aportaría la lectura en horario prime-time televisivo de la Crítica de la razón pura de Kant. Pero yo no soy el director del semanario pedrocheño y el titular tendrá sus razones, cuando lo hace. Sin embargo, sería bueno que, ante tamaña acusación contra la honestidad intelectual y la integridad moral de personas a las que Arturo Luna ataca en su artículo, todos reflexionaran y concluyeran si ese camino es el mejor para que la cultura en Los Pedroches -que debe alimentarse, sí, del contraste de ideas, pero con otros modos- avance por buen camino.


(Pinchar para ver más grande)
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Registro andaluz de arquitectura contemporánea

Parque de Bomberos de Pozoblanco (1989). Foto: RAAC.

El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico ha puesto en marcha el proyecto Registro andaluz de arquitectura contemporánea (RAAC), con el fin de reconocer la arquitectura de calidad producida en el siglo XX en nuestra comunidad autónoma y dotarla de protección patrimonial, continuando el trabajo iniciado con las declaraciones de bienes del Registro Docomomo Andalucía.

Como todo proyecto que se refiera al arte contemporáneo, el RAAC constituye todavía una iniciativa de tanteo, que se alimenta fundamentalmente de trabajos bibliográficos previos y no de una auténtica investigación de campo propia, a pesar de lo cual se han catalogado ya más de mil registros. Asumimos que se trata de un trabajo en fase de desarrollo y que su presentación se irá completando progresivamente en función de la conclusión de las investigaciones en curso, las cuales deberán suplir ausencias y compensar las desigualdades geográficas que ahora recoge.

De los 217 registros actuales que corresponden a la provincia de Córdoba, 170 se refieren a construcciones de la capital y sólo 47 a obras del resto de la provincia. Los Pedroches sólo aparecen representados con dos muestras, ambas realizadas en los últimos veinte años. El muy interesante Parque de Bomberos de Pozoblanco (Juan Carlos Cobos Morillo, 1989) y la Piscina Municipal de Santa Eufemia (Pedro García del Barrio, 1986), cuyos valores arquitectónicos, lo reconozco, no había considerado dignos de atención hasta ahora. Falta, en cambio, cualquier muestra de patrimonio arqueológico industrial, de reinterpretación moderna de la arquitectura tradicional, de indicios modernistas en Pozoblanco o de edificios singulares realizados en los últimos años, por poner algunos ejemplos de tipologías arquitectónicas que comenzarán a ser más valoradas cuando reciban el beneficio de algún tipo de catalogación oficial.
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La feria de 1842


Resolución que autoriza la feria de Pozoblanco (Gaceta de Madrid de 12 de agosto de 1842)

El boletín informativo La alacena, de la asociación para defensa del patrimonio histórico de Pozoblanco "Piedra y cal", publica en su último número un artículo de Andrés Muñoz Calero sobre los orígenes de la actual feria de Pozoblanco. Hablamos de la actual feria, que data de 1842, pues es sabido que en Pozoblanco se celebraba desde mucho antes una "feria o mercado" de dos días de duración con motivo de la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre), según documenta el Catastro de Ensenada para mediados del siglo XVIII.

Sin embargo, la feria en las fechas que hoy la conocemos procede de una concesión gubernamental efectuada en agosto de 1842 a consecuencia de una petición realizada por el cabildo de la villa, que se reunió para tal fin el cinco de mayo de dicho año. Según cuenta en su crónica Andrés Muñoz, en lo que parece ser la reproducción del acta de la reunión, "se acordó por la inmensa mayoría que se pidiera permiso al Gobierno para celebrar Feria en los días 24, 25 y 26 de septiembre de cada año, señalándose para local de ganadería los ejidos conocidos con el nombre de los Llanos del Pilar, a fin de que sirva de abrevadero la abundante fuente o pilar viejo, así como el Pozo nuevo de la Dehesa que lleva el nombre de dicho pozo; así como los cercados que estaban baldíos y cuyos dueños ofrecieron facilitarlos para tan beneficioso objeto". Andrés Muñoz añade que el permiso concedido por el Regente para la celebración de la feria se publicó en la Gaceta del día 12 de agosto.


El "rodeo" de la Feria de Pozoblanco, en una fotografía de principios del siglo XX.

Llevado por otra investigación que ando realizando, hace algún tiempo descubrí que en la página del BOE se pueden consultar ¡gratuitamente! todos los contenidos de la Gaceta de Madrid desde 1711 hasta 1967. Se trata de un utilísimo instrumento no sólo para consultar legislación antigua, sino para contrastar todo tipo de datos históricos relativos a la relación de las administraciones locales con la central y que antes resultaban de difícil consulta. Su eficaz buscador permite, además, ir directamente a la disposición requerida, sin tener que andar pasando fatigosamente las amarillentas hojas de los boletines, que se deshacían al moverlas. Además, se dispone aquí con seguridad de la colección completa, y ya no ocurrirá aquello -quienes alguna vez hayan investigado en publicaciones periódicas o seriadas me comprenderán- de que acudes a un archivo a consultar el boletín de una determinada fecha para comprobar enseguida que falta justamente el numero que tú querías ver, y no otro.

En fin, que no he podido resistir la tentación y he buscado -y encontrado- la página de la Gaceta de Madrid del 12 de agosto de 1842 en la que se contiene la concesión, según resolución del día 10, de "una feria anual para los días 24, 25 y 26 del mes de Septiembre" a la villa de Pozoblanco. Como verán, la autorización, de tanta trascendencia para la vida de la localidad, se despacha en dos líneas con la frialdad administrativa de una disposición del Ministerio de Marina, Comercio y Gobernación del Ultramar. Pero, sin embargo, a consecuencia de tan burocráticas líneas se han forjado relaciones, costumbres, usos y modos de trabajo y diversión que han influido notablemente en la vida de muchos de nosotros. La feria de Pozoblanco... qué evocaciones, qué recuerdos... qué tiempos.


Otra imagen antigua de la feria de Pozoblanco



Carteles de la feria de Pozoblanco. Vamos a continuar la colección: ¿alguien puede proporcionarme una imagen de calidad del cartel de este año?

Actualización 26/9/07: Gracias a la rápida respuesta de los lectores de Solienses, la colección continúa.
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Una feria bien alumbrada

Leo en la página del Ayuntamiento de Pozoblanco que el alumbrado de su feria, que comienza el martes, contará con 55.000 bombillas. ¿No son muchas bombillas? ¿Son necesarias tantas?. Y también: ¿serán de bajo consumo?. Pero veamos otros cálculos: en la feria de Sevilla, con una población de 724.000 habitantes (y casi millón y medio si consideramos el área metropolitana) se encendieron este año 370.000 bombillas (una auténtica burrada, a qué negarlo). Pozoblanco, en cambio, cuenta con poco más de 17.000 habitantes. Así, por la cuenta de la vieja, podemos decir que Sevilla enciende media bombilla por habitante, mientras que Pozoblanco coloca más de tres por cada vecino. En proporción, pues, los pozoalbenses gastan en bombillas casi seis veces más que los sevillanos. Para que luego vengan aquellos presumiendo de feria. Para feria bien alumbrada, la de Pozoblanco.
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El nombre del museo

El artículo titulado Prasatorrecampo del lunes pasado ha dado lugar a algún comentario directo y a varios correos privados que, despuntando un germinal debate cultural, matizan o desarrollan algunos de los puntos allí someramente tratados. De entre ellos, me gustaría destacar la amable carta enviada por el Director del Museo Prasa Torrecampo, Juan Baustista Carpio Dueñas, quien, abordando una cuestión polémica que ya en varias ocasiones ha salido a relucir en comentarios, explica detalladamente las razones por las cuales la Casa-Museo "Posada del Moro" ha pasado a llamarse Museo Prasa Torrecampo. Pienso que la argumentación del director del museo sienta la cuestión y que la rotundidad de su explicación sólo podría contradecirse con juicios emocionales, a los cuales, ya sabemos, no siempre acompaña la razón. A pesar de su extensión, y dado el indudable interés que ofrece para los lectores de Solienses, reproduzco a continuación la parte fundamental del escrito de Juan B. Carpio:

1.¿Por qué no mantener el antiguo nombre "Casa – Museo Posada del Moro"?

a. Casa – Museo.

i. La denominación "Casa-Museo" fue adoptada por Esteban Márquez a comienzos de la década de los 70, cuando abre al público por primera vez el museo. De esta forma intentaba destacar la importancia que la "Casa", el edificio de la Posada del Moro, tendría en el conjunto de un museo que no se basaba únicamente en la colección expuesta, sino también en la conservación de un edificio singular, que el propietario, Esteban, había restaurado derrochando ilusión, trabajo y también dinero, con un considerable acierto.

ii. Sin embargo, los centros que en esos años se abrieron al público con el nombre "Casa-Museo" no respondían a esta tipología. El "aperturismo" franquista de los años 60 había creado unas nuevas necesidades, entre las que estaba el desarrollo de nuevas instituciones culturales: en resumidas cuentas, era necesario crear museos para responder a las demandas del turismo y “barnizar” un vacío en las políticas culturales. Pero la creación de centros museísticos requería la existencia de una base legal y reglamentaria adecuada, unas ideas museológicas desarrolladas (y, si venían de Europa... ¡malo!) y, por supuesto, presupuestos. No había dinero. Pero sí había una posibilidad: cogemos la casa natal (o la última residencia...) de algún personaje importante de nuestra Historia -si puede ser una “gloria patria”, mejor que mejor-, la decoramos con mobiliario más o menos relacionado con su vida o con su época y encargamos su apertura diaria a alguna familia de la localidad a cambio de las propinas. Las “Casas-Museo” proliferaron como setas y el nombre, naturalmente, se puso de moda en el país. Hoy aún podemos encontrar 734.000 entradas en Google que responden a esta denominación.

iii. Por todo lo anterior, hoy en día el público tiende a identificar una “casa-museo” con un lugar en el que se pueden encontrar curiosidades sobre la vida de alguna gran personalidad pero que, salvo contadas y conocidas excepciones, no cumple todas las funciones que se le suponen a un museo moderno. Toda casa – museo tiene, además, un referente: Lorca, Galdós, Unamuno, Blas Infante, Falla.... Resultaría inútil intentar explicar a los visitantes (reales y potenciales) del museo la intención de Esteban Márquez cuando eligió un nombre que, además, hoy está enormemente devaluado.

b. Posada del Moro.

i. Con este nombre es comúnmente conocida la casa renacentista que ocupa el número 1 de la calle del Mudo y que, tras anexarle un edificio contiguo (núm. 3 de la misma calle) albergó el museo. En el proyecto actualmente en marcha se contempla la restauración de este edificio, una casa del siglo XVI rehabilitada y restaurada por Esteban Márquez, que pretendemos convertir en una de las más importantes “piezas” del museo. Aunque, por razones de conservación, se ha optado por no utilizar la portada principal de la Posada como entrada al museo, en el proyecto arquitectónico se ha tenido siempre en cuenta que esta fachada debe potenciarse, manteniéndola como la más destacada imagen pública del museo. Un dibujo basado en esta portada sirve de icono al logotipo del nuevo museo, y la dirección del centro se mantendrá en la Posada del Moro; C/ Mudo, 1.

ii. Sin embargo, la Posada del Moro es sólo una pequeña parte del espacio destinado al nuevo museo, que se extenderá por la Plaza de Jesús, Calle Mudo y calle Pablo Romero Alamillo. Para potenciar la importancia patrimonial (arquitectónica e histórica) de la Posada del Moro, creo que no es conveniente confundir el nombre de este elemento con el del conjunto que formará el nuevo museo.

iii. El nombre “Posada del Moro” casa perfectamente con el discurso general que se ha planteado en el actual proyecto de museo, que pretende presentar la comarca de Los Pedroches, y Torrecampo en particular, como un espacio de tránsito, de camino, de contacto, entre el norte (la Meseta) y el sur (Valle del Guadalquivir). Si la base del discurso es “el camino”, ¿qué mejor sede que una posada? Sin embargo, mantenerlo como nombre global del museo provocaría en los visitantes tres confusiones esenciales, que he creído necesario evitar:

  • 1. Como acabo de señalar, sólo una pequeña parte del nuevo museo se corresponderá con la antigua “Posada del Moro”. Contribuir a la confusión de una parte con el todo puede terminar provocando la devaluación de la imagen que queremos potenciar, la de ese importante elemento patrimonial que es la Posada del Moro.
  • 2. Al ser el contenido esencial de la colección de origen arqueológico, el nombre “Posada del Moro” puede ser relacionado por los visitantes con nuestro pasado andalusí, con el que no tiene absolutamente nada que ver. Este tipo de nombres se prestan a interpretaciones románticas de la historia (“pisada del moro”, “fuente de la mora”... en fin, “tesoros de los moros”) de las que nuestro discurso museológico pretende huir.
  • 3. Tampoco es “Posada del Moro” el nombre original del edificio del siglo XVI, sino fruto de un uso y del apodo de unos propietarios que es relativamente reciente, como aparece explicado en diferentes publicaciones por el propio Esteban Márquez. La casa no fue construida como Posada ni tiene su origen “en tiempo de los moros”.

Por todo lo anterior, en el momento de redactar el Proyecto de Museo que actualmente estamos desarrollando consideré necesario buscar un nombre para el nuevo centro, eliminando de forma total la expresión “casa-museo” y manteniendo el nombre de Posada del Moro para el edificio que es conocido con ese nombre, y que se mantendrá como imagen y dirección institucional del nuevo centro.

2. ¿Por qué “Museo PRASA Torrecampo?

a.Museo. En el momento de iniciarse la redacción del proyecto de museo, se planteó la posibilidad de ampliar la denominación a “centro de estudios y exposiciones...”, “centro cultural...” ya que los objetivos de la nueva institución parecían sobrepasar el tradicional concepto de museo. Sin embargo, hoy en día el concepto de museo es mucho más amplio que el de la simple sala de exposiciones. El centro que se abrirá en Torrecampo será “una institución permanente, sin finalidad lucrativa, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierto al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe para fines de estudio, de educación y de deleite, testimonios materiales del hombre y su entorno” (definición del ICOM). A pesar de tratarse de un centro de titularidad privada, nuestro museo está, en efecto, al servicio de la sociedad y de su desarrollo. Y adoptará la forma y las funciones propias de todo museo, lejos de la simple exposición de objetos raros, curiosos o valiosos que adoptan en ocasiones algunas exposiciones permanentes de colecciones particulares. El salón de actos – teatro, las aulas didácticas y otros espacios de uso público permitirán programar actividades y ser utilizadas por los visitantes como una forma de facilitar esos fines de estudio, educación y deleite que debe tener un museo.

b. Torrecampo. El nombre de la localidad en la que está ubicado el museo debe aparecer en su denominación oficial no sólo porque contribuye a su localización por parte de visitantes potenciales, sino también porque uno de los objetivos más importantes que Grupo PRASA y Fundación PRASA se han marcado en el momento de impulsar este proyecto ha sido precisamente el de dotar a este municipio de un equipamiento cultural moderno, que pueda contribuir a su desarrollo.

c. PRASA. De esta forma, el nombre del centro podría haber quedado como “Museo de Torrecampo”. Reconozco que en este caso mi decisión no fue rápida, y necesité darle algunas vueltas al asunto. En la decisión final pesaron fundamentalmente dos argumentos:

  • i. Nuestro museo, con 35 años de historia, tiene una clara vocación de continuidad, de permanencia. Y ¿qué pasaría si, pongamos que dentro de otros 35 años, el Ayuntamiento de Torrecampo decidiera crear un museo diferente al nuestro? ¿El nuestro sería el “Museo de Torrecampo” porque nos “apropiamos” del nombre tiempo atrás? No es que crea que hoy nadie vaya a criticarme, o a criticar a PRASA, por usurpar el nombre del pueblo... (Bueno, ahora que lo pienso no estoy tan seguro de eso, pero en cualquier caso no me llevó a desechar el nombre “Museo de Torrecampo” la posibilidad de críticas en el presente, sino más bien las futuras).
  • ii. PRASA es el nombre del propietario del museo (Grupo PRASA) y también de la entidad encargada de su gestión (Fundación PRASA). He considerado que, al tratarse de un centro completamente privado, el nombre de propietario y gestor deben aparecer en la propia denominación oficial del museo, pues lo contrario podría llegar a entenderse incluso como una forma de dejación de responsabilidades, como una forma de “ocultar” quienes son los responsables del funcionamiento del centro. Y eso siendo consciente de que algunos criticarán el “objetivo publicitario” del proyecto.

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Fahs-al-Bel-lut

Portada del nuevo disco de Aliara

Mañana viernes, a las 9 de la noche en la Oficina Comarcal de Turismo de Alcaracejos, tendrá lugar la presentación oficial del nuevo disco de Aliara, que lleva por título "Fahs-al-Bel-lut". Fahs al-Bellut o Ballut (la transcripción al alfabeto latino de los términos árabes siempre produce variantes) es el nombre que Los Pedroches tenían durante la dominación árabe de la comarca y suele traducirse como "el campo o el llano de las bellotas".

El nuevo disco, cuyo contenido ya fue avanzado por el grupo en su actuación durante la IX Muestra de música tradicional Folk Pozoblanco 07, contiene más de treinta canciones y cuenta con la colaboración de numerosos cantantes y músicos invitados, como Jaime Lafuente, María Luisa García, Antonio Lara, la Coral de la Peña Marcos Redondo o antiguos miembros del grupo.

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Hijos de puta

"A los que hay que matar es a éstos". "Vamos a pegarles unas [h]ostias a estos hijos de puta, vosotros lo habéis provocado todo". "Hijos de puta, os habéis cargado el partido, sinvergüenzas. No os da vergüenza, cabrones. Ahora lo vais a pasar mal, a ver si os pegan y así aprendéis, hijos de puta, que eso es lo que sois". "Os tendrían que haber matado, hijos de puta". "Vosotros sois los que habéis provocado esto. ¿Gómez, tienes algo contra nosotros, qué te hemos hecho? Sois unos impresentables, qué gentuza". "Sois unos sinvergüenzas, cabrones, hijos de puta. Os tenían que haber pegado aún más, perros. Os habéis cargado el partido, hijos de puta. Me cago en vuestra puta madre cabrones. Valiente mierda de árbitros que estáis hechos". [Frases dirigidas por jugadores y técnicos del C.D. Pozoblanco al trío arbitral al finalizar el partido Pozoblanco-Puerto Real el pasado 8 de septiembre, según el acta arbitral].

El capitán del C.D. Pozoblanco, Manolo Acaíñas, se siente "dolido" por las sanciones recaídas sobre el club como consecuencia de tales hechos: “Es cierto que Alfonso golpeó al árbitro, pero en absoluto con fuerza ni saña".
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Gastronomía

El domingo 7 de octubre se celebrará en El Guijo la X Muestra de Gastronomía y Folklore de Los Pedroches. Las actividades comienzan a las doce del mediodía con la inauguración a cargo de las autoridades pertinentes, para continuar luego con el pregón (cuyo autor se desconoce) y la actuación de grupos musicales (sin determinar). Después, degustación del menú típico (Asadillo de pimientos, Ajo blanco y Carne de cerdo en salsa) y de repostería tradicional, para concluir con una visita turística al paraje de El Soto.

Para quienes deseen ir abriendo boca, los amigos del Noticiario Belalcazareño ofrecen en su página una reproducción íntegra del Recetario popular de Los Pedroches que hace unos años editó la Mancomunidad de Municipios. Allí hay suficientes ideas como para que siempre que lleguen a casa os pillen en la cocina...
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Mensaje en una botella

Alguien pensó que aquella infamia se repararía algún día y que era necesario señalar la identidad. Y puso una botella con su nombre, con los datos de la defunción. ¿Imaginaría, al decidirlo, cómo sería el reencuentro, cuánto tiempo habría de pasar hasta el funeral definitivo? ¿Qué idea, qué pensamiento pasaría por su mente al echar la primera palada de tierra sobre el cadáver, sabiéndose incapaz de tapar la historia y conocedor de que un día futuro alguien recorrería el camino inverso y las maldiciones cambiarían su destino, y él sería el injuriado, el condenado? ¿Lo sabía? ¿Podía saberlo? Y si no, ¿por qué envió aquel mensaje de socorro en una botella?.
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Prasatorrecampo

Estimado Antonio:
Hace tan sólo seis o siete meses que descubrí Solienses, pero puedo afirmar ya que he leído todos los artículos escritos desde el primer día, y aprovecho la ocasión para felicitarte por tu trabajo. Me ha parecido notar en tus escritos una regla que consiste en elogiar, a veces por encima de su valor real, las iniciativas personales y particulares y criticar, con frecuencia también más de lo merecido, las iniciativas institucionales. No sería mala norma de conducta, dado los tiempos que corren. Sin embargo, quisiera comentarte un caso concreto. En general, analizas siempre con bondad lo relativo al Museo "Posada del Moro" de Torrecampo (al que yo, de momento, seguiré llamando así) y no he leído hacia la empresa que lo dirige las mismas críticas que, por ejemplo, es frecuente leer aquí hacia otra gran empresa de la comarca, la Covap. Me parece que la excesiva presencia que la constructora Prasa tiene en la vida cultural y social (no sé si también política) de Torrecampo es excesiva. Estaría bien que alguna vez te ocuparas de ello en tu blog. Saludos. S.C.

Hay, estimado S.C., una diferencia fundamental entre la labor cultural de Prasa en Torrecampo y la de Covap en Pozoblanco. Tan fundamental como la mera existencia. Prasa sostiene una asociación cultural y deportiva en esa localidad, subvenciona numerosas actividades (entre ellas un certamen de narrativa) y, sobre todo, va a construir y mantener una institución cultural -el Museo Prasa- que, de cumplirse lo previsto, no tendrá referentes en toda la provincia de Córdoba. La labor cultural de Covap se limita a actos de gran relumbrón pero de ningún poso real en la población: sus grandes conciertos de Navidad, sus Jornadas de Otoño para ociosos y pare usted de contar. Y eso que la segunda debería cumplir esta labor por obligación estatutaria, mientras que la primera lo hace por la simple voluntad de mecenazgo de su propietario, sin que ningún compromiso le ate.

No obstante todo eso, es verdad que ya varias personas me han comentado que observan con cierta preocupación la omnipresencia de Prasa en la vida de Torrecampo. En algún sitio he leído que lo de Prasa con la cultura en esa localidad ya no es mecenazgo sino monopolio. Sé que muchos torrecampeños han visto con gran disgusto el cambio de denominación del Museo "Posada del Moro" a Museo Prasa, e incluso tengo noticias de alguna incipiente iniciativa para reclamar la vuelta a la antigua denominación. Algunos dicen que la empresa está comprando todas las casas que se venden en el pueblo. Alguien me ha comentado incluso, medio en serio medio en broma, que teme que cualquier día se cambie el actual nombre del pueblo por el de Prasatorrecampo.

Tengo que reconocer que no conozco lo suficiente la situación como para opinar con criterio. Hay estados de opinión locales que raramente trascienden los límites de su pueblo, aunque es cierto que éste tendría un interés más amplio. Animo a los posibles torrecampeños que lean Solienses a manifestarse al respecto. Yo, en principio, y sin conocer realmente la situación exacta, pienso que los vecinos de otros pueblos lo que sentimos es envidia de no gozar del beneficio de una empresa tan poderosa como Prasa, que ha decidido, pudiendo no haberlo hecho, ejercer una imponente labor cultural en el pueblo de su propietario. Si el peso de esa actuación sobrepasa lo meramente cultural y llega a abarcar ya lo ideológico, habrá que verlo y analizarlo más detenidamente.
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Esto y lo que vendrá

Lactiber, pues, no es más que una muestra de lo que está por venir. Una "empresa cántabra", creada por Iparlat y Covap allí donde conviene (pero ¿a quién?). Es lo que se llama, en el argot de la nueva economía mundial, la deslocalización, es decir, el traslado de los centros de trabajo de las empresas a lugares que ofrecen una mayor rentabilidad económica. Las raíces ya no importan, ni la identificación de una empresa con un lugar, sino que se van creando corporaciones, sociedades anónimas y fusiones sucesivas que jerarquizan el protocolo de relación empresarial y eliminan cualquier nexo real del socio-cooperativista (si de tal se trata, como todavía es aquí el caso) con los complejos procesos de manipulación y distribución, que se realizan en otros lugares absolutamente desvinculados del solar histórico de producción.

La dictadura de la expansión la señala de momento la marca blanca de la cadena de distribución Mercadona. No debería ser motivo de orgullo que se relacione a nuestra cooperativa con tal línea blanca, pues resulta evidente para cualquier cliente de los supermercados Mercadona que los productos propios, tipo Hacendado y similares (cuya omnipresencia en las estanterías admite ya la burla), ofrecen una calidad muy inferior a la de las marcas convencionales, aunque la rentabilidad mejore. Aunque la marca Covap siga manteniendo una individualidad simbólica, parece lógico sospechar que la leche de Los Pedroches acabará en marcas blancas mezclada con las de otras cooperativas o sociedades, con las que será ya imposible mantener la relación de afectividad clientelar que uno sentía cuando veía en cualquier supermercado de fuera de su tierra el tetrabrick de la vaca relamiéndose.

Y conste que no digo que esto sea peor o mejor, aunque lo piense. Lo que digo es que convendría analizar exhaustivamente la nueva situación planteada y entender que, si siendo aún una cooperativa estamos ya donde estamos, a dónde llegaremos cuando alcancemos el estado glorioso de sociedad anónima.



La Covap explica su reorganización empresarial.
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V Muestra de Cine Rural de Dos Torres


"Dialéctica rural/urbano en el arte cinematográfico". Ponencias a cargo de los profesores Santos Zunzunegui, Agustín Gómez, Joaquín Cánovas y Pilar Pedraza, encuentros con los cineastas Dioni Palacios, Ariadna Puyol, Fernando Méndez Leite, J. Sánchez Cabezudo y Judith Diakhate y proyecciones de las películas Borrado del mapa (Dioni Palacios, 2006), Aguaviva (Ariadna Puyol, 2006), Amanecer (Murnau, 1927) y La noche de los girasoles (J. Sánchez Cabezudo, 2006). Para ver la programación completa, pinchar en la siguiente imagen:



Más información aquí.




Amanecer (F.W.Murnau, 1927) [2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9]
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Cuenta atrás


La Catedral de la Sierra en Hinojosa del Duque

Dentro de 13 días finalizará la votación para la elección de las 7 maravillas de la provincia de Córdoba. La iniciativa ha sido a la par discutida y alabada pero, sin entrar ahora en valoraciones, no hay que negarle el mérito de que poco a poco haya sabido irse dando a conocer hasta acabar constituyendo un modo eficaz de divulgar y difundir el catálogo histórico monumental de nuestra provincia entre los propios cordobeses, grandes desconocedores en general de su propia riqueza patrimonial.

Tras las sucesivas eliminatorias, entre los finalistas han quedado los cuatro candidatos de Los Pedroches que partían inicialmente: el parque natural de Cardeña-Montoro, el castillo de Belalcázar, la Catedral de la Sierra y la Torre de Pedroche. Los organizadores los han recorrido todos y han dejado muestras de su visita en esta sección de vídeos (aunque lamentablemente han elegido el sistema de Google, que resulta pesadíiiiiiiiiiisimo de ver). Ninguno de estos cuatro monumentos seleccionados en Los Pedroches desentonaría entre los siete finalmente elegidos, aunque nos tememos que el necesario equilibrio provincial en tan escueta lista echará fuera necesariamente a algunos de ellos.
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Impacto moderado


Paraje de la Dehesa de la Vera de Añora que será objeto de urbanización residencial.

El pasado 26 de julio, el Boletín Oficial de la Provincia de Córdoba publicaba la "Declaración de impacto ambiental sobre el proyecto de modificación puntual de las normas subsidiarias de Añora relativas al suelo urbanizable residencial PPR-1 en el término municipal de Añora", promovida a instancias de la constructora Adell 2003 Inmuebles S.L., en la cual se considera "viable" la modificación de las normas subsidiarias de planeamiento municipal de Añora que tiene como objeto la delimitación de un sector destinado a Suelo Urbanizable residencial en unos terrenos que hasta ahora se clasificaban como Suelo No Urbanizable de Especial Protección Ecológica. Dichos terrenos están situados en la Dehesa de la Vera de Añora, al sur del núcleo urbano, a unos 2.700 metros, adosados al camino de Córdoba a Añora en la confluencia con la A-423 y en el mismo margen de ésta (a la izquierda, según se va de Pozoblanco a Alcaracejos, aproximadamente frente a las naves industriales de Acaiñas Cabrera S.L.).


Las flechas señalan la zona afectada.

El terreno objeto de la actuación ocupa una superficie aproximada de 84.979 metros cuadrados y está atravesado por el Arroyo del Águila y poblado de encinas. La Declaración de impacto ambiental ahora aprobada permite la construcción en ese terreno de 61 viviendas de una planta, respondiendo a un proyecto de iniciativa privada, en lo que se entiende "una alternativa a los asentamientos ilegales".

Ya en otras ocasiones hemos comentado que la propuesta nos parece un disparate ecológico producto de una lamentable decisión política que, en nuestra opinión, no ha meditado suficientemente las consecuencias ni ha tenido en cuenta los intereses reales del pueblo de Añora y que, en cualquier caso, camina en frontal oposición a las políticas andaluzas de protección de la dehesa (Plan de Ordenación Territorial de Andalucía, Pacto Andaluz por la Dehesa, etc). Ya en este artículo aportamos nuestros argumentos, y no cabe ahora añadir más sobre el tema. Si acaso recordar que sigue sin percibirse el beneficio que el pueblo de Añora obtendrá de esta actuación urbanística y, en cambio, sí comienzan a percibirse los perjuicios: además de la pérdida irreparable de parte de su patrimonio natural más puro, el municipio habrá de hacer frente a "la limpieza viaria, la recogida de RSU [residuos sólidos urbanos, vamos, la basura], así como el resto de servicios municipales" de lo que en realidad constituye una urbanización privada, y ello sin contar con la depuradora de aguas residuales que obligatoriamente deberá instalarse antes de construir las edificaciones residenciales, y que no queda claro si correrá a cargo del constructor o del Ayuntamiento de Añora.

La Declaración de Impacto Ambiental ahora aprobada presenta un país de las maravillas sólo apto para bobos. Se estima que el impacto que causará la urbanización de esos terrenos será de carácter "moderado", atendiendo al cumplimiento riguroso, entre otros, de los siguientes condicionantes, cuya ejecución resulta tan difícil de creer:

-"Se respetará la integridad física de la zona adehesada, respetando especialmente las especies arbóreas existentes, empleándose el arbolado existente como trama subyacente, a la que deberá adecuarse la parcelación del terreno y el trazado de los viarios". Y en otro lugar se añade: "de manera que no se elimine NINGÚN ejemplar [de encina]".
- "En los espacio verdes donde se prevea la implantación de ejemplares arbóreos o arbustivos se optará por elegir especies autóctonas adaptadas al medio que van a ocupar"
- "Se optará por el mantenimiento del Arroyo del Águila con cauce abierto integrándolo en las zonas verdes del espacio residencial generado. Como medida compensatoria, deberá actuarse sobre ambos márgenes del arroyo, reforestándolo con especies de ribera propias de la zona".
- "Antes de que se produzca ningún movimiento de tierras se promueva la realización de una Prospección Arqueológica Superficial de la zona objeto de esta solicitud, con el fin de establecer las cautelas de protección que fuesen necesarias".
- Y, en fin, no se pierdan esta arcádica consideración final del redactor del Estudio de Impacto Ambiental, algún Faroni despechado que tuerce su vocación lírica tras su mesa de oficina: "Se plantea desde el Estudio de Impacto Ambiental un concepto diferente de asentamiento residencial, asimilable a una comunidad de propietarios en la que la edificación sea a efectos prácticos el único bien privativo, aunque realmente exista una lotificación a efectos de propiedad registral, no estando permitido que cada propietario construya un cercado o valla a su antojo, lo que podría producir un efecto estético disonante; y proponiendo para asegurar la seguridad de las fincas el cercado perimetral de la urbanización y, en su caso, el control de accesos, permitiendo como mucho los setos bajos en las lindes de parcela. Esta idea resulta muy interesante para minimizar el impacto paisajístico y ecológico. Esta propuesta va acompañada además de medidas correctoras concretas como el cerramiento exterior de la urbanización mediante los típicos muretes de piedra, la limitación de la altura de la edificación a una planta, la regulación de los materiales a emplear para que las viviendas guarden armonía, etc.". Esta es, como diría García Calvo, la mano del que sabe.

El encargado de velar por el cumplimiento riguroso de todas las medidas correctoras estipuladas es el Ayuntamiento de Añora, tarea en la que sin duda habremos de ayudarle los ciudadanos.



En un anexo a la Declaración se contesta a varias alegaciones que durante su periodo de información pública presentaron al proyecto la Asociación para la Defensa y Estudio del medio en Los Pedroches Guadamatilla, el portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Añora y dos ciudadanas a título particular. Todas ellas se desestiman, considerando que las cautelas planteadas ya se recogen en el condicionado de la Declaración, pero merece la pena detenerse (siquiera brevemente, pues este artículo dura ya demasiado) en la respuesta dada al portavoz socialista noriego. Alega el redactor del Estudio que "el emplazamiento seleccionado no está catalogado como espacio especialmente protegido por la legislación ambiental", y en otro lugar se añade: "los terrenos no se encuentran incluidos en ningún inventario o catálogo de espacios protegidos". Y es cierto que es así, que la dehesa de Los Pedroches, la más importante dehesa de Europa, no goza de ninguna catalogación de protección ecológica, que su diversidad biológica y todo el patrimonio natural que representa no ha merecido la atención de quienes tienen en sus manos extender certificados que obliguen a una preservación ambiental ni ha movido a los regidores comarcales a luchar denodadamente en esa dirección. Y qué bien les viene a algunos esa ausencia en casos como éste. Y qué oportuna resultará también para casos que están por llegar.
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El jamón de los huevos de oro

Una pequeña alusión de hace unos días a la posibilidad de que Covap venda jamones a China a partir de las próximas Navidades ha provocado varios comentarios y correos que manifiestan el interés que en Los Pedroches existe hacia estos temas, aunque raramente se hable de ellos. Por la razón que sea, nuestra cooperativa tiene una especial habilidad para conseguir que los asuntos a ella referidos apenas sean motivo de debate público, a pesar de que de su resolución depende el futuro quizás de la comarca toda, y compensa generosamente esa licencia no inmiscuyéndose ella a su vez en los problemas que afectan a esta tierra donde pastan sus vacas, cerdos y ovejas. Jamás hay un pronunciamiento cooperativo sobre temas vitales de proyección futura comarcal, incluso cuando, como en el caso de las infraestructuras viarias, le afectan directamente.

El tema de la exportación de jamones a China provoca recelos en algunos, que no ven el modo objetivo de que la producción real alcance a semejante mercado, pero en el fondo late una vez más la fundamental dicotomía entre cooperativa y sociedad anónima. La primera, aun buscando el indispensable beneficio económico, podría quizás velar por unos modos más tradicionales de producción que garantizaran la autenticidad del producto y basaran su rentabilidad en criterios de calidad y exclusividad, mientras que la segunda, no atendiendo a otro objetivo que la ganancia, utilizará todos los procedimientos a su alcance para primar la cantidad sobre cualquier otro criterio productivo. La diferencia de planteamiento no es baladí, y sobre ella habría de girar, si los asuntos que afectan a Covap se discutieran abiertamente, el debate que de nuevo se avecina, cuando se plantee otra vez el cambio de estructura societaria.

Reproduzco a continuación un interesante comentario (lástima que anónimo) que abunda, parece que con conocimiento del tema, sobre este mismo asunto:

En esto del jamón, y sé de lo que hablo pues trabajo en ello, vienen tiempos revueltos a los que COVAP como cualquier productor importante se ha subido. Cierto es que COVAP lleva a cabo a través de su departamento de I+D ciertos estudios sobre la calidad del jamón, pero no menos cierto es que COVAP, lo que mayoritariamente vente es ese "sucedáneo" que es el llamado "jamón ibérico". No sé si ustedes lo saben, y si no ya se lo cuento yo. En 2001 se aprobó la Norma de Calidad (R.D 1083/2001) para el jamón, paleta y lomo elaborados en España. Esta norma permite comercializar como "jamón ibérico" productos que son ibéricos en un 50%, esto es, jamones del cruce de ibérico con la raza Duroc. Esta raza conlleva unas ventajas productivas en mejora del crecimiento, tamaño, índices de conversión e incluso prolificidad (al menos de destetados), pero igualmente conlleva una pérdida de calidad en el producto final. No digo que esté malo este jamón, que no lo está, lo que digo es que es tan ibérico (raza Ibérica) como Duroc, y eso no figura en la etiqueta. Esta norma de calidad especifica, para diferenciar los jamones ibéricos puros, es decir, 100 % ibéricos, que ha de figurar el término "puro" en la etiqueta... o dicho de otro modo... "jamón ibérico puro". Hoy día, los industriales que venden jamones a mansalva, y de esto sabe mucho Guijuelo, que produce poco pero vende mucho (pues compra fuera de Salamanca), lo que piden es muuuuchos jamones y a buen precio, y eso se consigue básicamente a través del cruce ibérico x Duroc y alimentándolos en cebaderos. Con ello nos estamos cargando el "ibérico de toda la vida", ése que terminaba su engorde en montanera, comiendo bellotas y dando así los mejores productos. La pena es que los productores que aún siguen produciendo ibérico en pureza y terminando en montanera o recebo, no pueden competir con los productores de ibérico cruzado y cebado. Sin duda ésta es una de las causas de que nuestra denominación de origen no pueda despegar y esté cada día más asfixiada. Covap, para poder atender la demanda de su contrato con Mercadona o ahora de los chinos, se ha decantado por esta producción de peor calidad y que tan difícil le pone la supervivencia al Ibérico "de verdad". Cierto es que también COVAP saca una producción de ibérico puro y de bellota, pero es mínima comparada con la tendencia de intensificar aún más su sector de porcino ibérico. ¿Saben ustedes lo que es matar a la gallina de los huevos de oro? Pues es esto, porque si relegamos la producción de ibérico simplemente a una raza que encima por ley se permite que se cruce, y desprotegemos la producción extensiva en esas dehesas de las que Los Pedroches puede presumir, en no mucho tiempo estaremos viendo cerdos ibéricos de Brasil o Rumanía; y es que es la dehesa la que nos otorga a España la exclusividad de unos productos de la más alta calidad siempre y cuando se respete la sencilla fórmula Raza Pura+Dehesa.


El jamón ibérico tiene que ser caro, tiene que estar al alcance de unos pocos, siendo un producto gourmet, como el caviar, y la otra producción, la de menor calidad y con precios asequibles para la mayoría, seguirá teniendo su mercado, pero eso sí, deberá constar claramente en la etiqueta lo que es. Como digo, la norma de calidad está actualmente en revisión, sin embargo entre las modificaciones no se contempla llamar a las cosas por su nombre, y lo que es de cruce de ibérico con Duroc, llamarlo "de cruce de ibérico", y lo que es ibérico puro, "ibérico" sin necesidad de apellidos. Seguramente a ninguno de ustedes les agradaría que le vendieran una garrafa de aceite de oliva virgen extra con ese nombre, y que éste tuviera mezcla de otros aceites, o dicho de otro modo, seguramente entenderían que les estafan si piden un chuletón de Ávila y éste realmente es un chuletón de cruce con limusine. COVAP está siguiendo la estela de los grandes productores de jamones, a los que la calidad ya no les importa y lo que pretenden es vender mucho y al menor coste de producción; esto es pan para hoy y hambre para mañana.

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Más de doscientos enlaces

Son los que, de momento, he logrado reunir en la sección de Enlaces de Solienses. En todos ellos se habla de Los Pedroches, en cualquiera de sus múltiples facetas. Y aún no están todos. Vamos, que José Ángel tiene trabajo para rato.
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S.O.S. Eucaliptos


Eucaliptos a la entrada de Pozoblanco por la carretera de Villaharta (Foto: Plaza Pública)

El eucalipto es un árbol con mala fama y, sin embargo, aunque a otro nivel, a los habitantes de Los Pedroches debe sernos tan familiar como la encina y el olivo. Podemos afirmar que hasta hace pocos años en todos nuestros pueblos había eucaliptos y que muchos de ellos formaban parte del paisaje más entrañable de nuestra memoria y eran cómplices y confidentes de nuestra cotidianeidad. Paseos a la entrada de los pueblos (al borde de la carretera, para su infortunio) poblados de eucaliptos eran lo habitual en casi todas las localidades de la comarca hasta que una fiebre rápidamente extendida, fundamentalmente en los años ochenta, acabó paulatinamente con todos ellos, y las secuelas de la enfermedad, que no se agotan, van ahora poco a poco eliminando los rastros olvidados que habían subsistido aquí y allá. Las razones de esta deforestación auspiciada por las autoridades nunca estuvieron claras del todo y me temo que hoy no resistirían con empuje un análisis ni siquiera muy riguroso.

No importa ahora cómo llegaron aquí estos árboles extraños, lo cierto es que su toque de exotismo era tan imprescindible como el de las grandes palmeras que, sin que sepamos tampoco muy bien por qué, se asoman altas en el perfil antiguo de algunos lugares de cada pueblo.

Ahora sabemos que los eucaliptos de la entrada a Pozoblanco por la carretera de Villaharta corren un serio peligro de ser arrancados y angustia aceptar que la resignación ante lo inevitable sea la única opción que nos queda. Los eucaliptos del hospital de Pozoblanco, que eran los de la vieja estación de ferrocarril, y el de El Ventorro en Dos Torres han sido destruidos hace unos días, sin previo aviso y sin que pudiéramos hacer nada por ellos. Pero éstos están aún en pie, todavía hay una posibilidad, por remota que sea, de protegerlos. No es un capricho nostálgico de ociosos sin otra preocupación, sino una necesidad de supervivencia ante el futuro, una obligación de sentir que no todo se desmorona a nuestro alrededor.


Eucaliptos a la entrada de Añora por la carretera de Dos Torres, desaparecidos.


Eucaliptos a la entrada de Dos Torres por la carretera de Añora, desparecidos. (Foto: Catálogo de la exposición "Nuestra memoria en blanco y negro II")


Eucaliptos en la vieja estación del ferrocarril de Pozoblanco, hoy hospital, desaparecidos.


Impresionante paseo de eucaliptos a la entrada de Villanueva del Duque desde Alcaracejos, desaparecido.



Memoria de las estaciones

Viejos eucaliptos, decidme,
qué manos os plantaron
en la tierra
clavando en ella
ojos ancestrales.
De las trémulas ramas,
por brisa breve,
a los anchos troncos y altísimas copas
de aves pobladas, decidme,
qué soles os iluminaban
al rumor
de las corrientes aguas.
Qué lunas azules os velaban;
mecían
vuestros sueños otoñales.
En tanto que este tiempo
viene a sacarme de la duda
un día,
escuchad
el canto a la memoria vuestra.
Desde la ermita advertí
la sombra
de las nubes coloradas.
Ante los ojos míos,
desde las altísimas copas
a la tierra bajaba,
apagando, un instante,
la luz de la tarde.
Detrás el tren, los dos perdiéndose
bajo el puente del noreste.
El tren de mercancías
serpeaba
entre huertas y encinares.
Los eucaliptos de la estación lejos.
Lejos la ermita de San Antonio y
Santa Marta.
Lejos el pueblo.
Lejos la niña que miraba.

(Rafaela Redondo Fernández, del libro Memoria de las estaciones, 2005)
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¿Qué dice la gente?



Grovieland dice que su música es "latin-reggae-ska", y así, echándolo todo al caldero, se garantiza el acierto, pero los de Radio Chando ponen aún más especias en la receta: salsa, funky, rumba, cumbia... Y luego están los tópicos de siempre, que completan el aderezo: mestizaje, mezcla, fusión. Es lo que tiene hacer lo que a uno le da la gana, que a los demás nos resulta luego imposible el ajuste según los moldes habituales. Pues, cómo justificar los preceptos clásicos cuando un grupo en apariencia tan moderno y alternativo se despacha de pronto a gusto con algo tan nonaino y fuera de onda como su versión del "Me muero por ella" de los raciales Bordón 4: que las premisas no cuadran y entonces el crítico, que tras su almuerzo all bran no está para complicaciones, tira el borrador a la papelera y busca otro asunto donde encaje todo punto y toda coma.

Son de nadie andan por ahí como ajenos a la tierra y me temo que por estos pueblos nuestros (de donde son tres de sus componentes), salvo en Pozoblanco, nadie les conoce. Y, sin embargo, dentro de unas cuantas semanas comienzan una gira alemana que les llevará por Berlín, Hannover, Hamburgo, Postdam, Bremen, Colonia y Friburgo. Cierto es que el grupo, con vocación de extranjero, nació en la promiscua Granada, y eso le concede a su heterogénea procedencia un cemento de inmunidad, que le permite poder prescindir generosamente del calor de los suyos. Pero yo creo que, antes de que la fama voraz los eleve inalcanzables, los más sagaces gestores culturales de por acá deberían llevarlos a actuar en sus pueblos, aunque la gente que los mire, de momento, no alcance más que a tararear el soniquete de "Quiero caminar" mientras aplasta un escarabajo con el pie. Pero sería bonito que, cuando un día no lejano veamos un vídeo suyo entre los candidatos a los 40 Principales, pudiéramos decir con orgullo: esos tocaron una vez en mi pueblo. Porque, hasta el momento, de lo único que puedo presumir, en ese afán tan humano de vanagloriarnos de los méritos ajenos, es de que aquel melenudo de la guitarra me sirvió esta feria un Brugal con limón.


Son de nadie - Quiero caminar





¡STOP a las talas indiscriminadas!
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Vuelven los piostros



Se acerca el otoño con su melancolía, pero, mientras llega, aún queda tiempo para vivir algunas de las últimas fiestas veraniegas que restan en Los Pedroches. El próximo fin de semana se celebra, precisamente, una de las grandes citas de la comarca: los Piostros de Pedroche. Como cada año, el viernes por la tarde se reunirán los piostros en la puerta de la casa del mayordomo y después se dirigirán a la parroquia del Salvador para recoger la imagen de la Virgen de Piedrasantas, que ha permanecido en el pueblo desde mediados del mes de agosto, y emprender a continuación el camino hacia su ermita. Una vez en el santuario, se rezarán unas oraciones y todos los asistentes serán invitados a un refrigerio por el mayordomo. Es costumbre servir en este convite un típico refresco hecho con vino, melocotón y canela. Tras el descanso, los piostros tomarán el camino de regreso al pueblo, al que llegarán cuando empiece a anochecer. Al día siguiente, tras la misa y la procesión alrededor de la ermita, los piostros más atrevidos se lanzarán en loca carrera a subir la cuesta de El Molar, entre los aplausos y la admiración de sus convecinos, en lo que algunos aprecian el recuerdo de antiguas competiciones medievales y que hoy constituye sin duda uno de los momentos más significativos de la celebración.

Pedro de la Fuente, que este año es el mayordomo de la fiesta en representación del Ayuntamiento, ha reunido en su página una interesante colección de fotografías antiguas de la romería, especialmente de los jinetes y sus monturas engalanadas. Los elementos más característicos de las monturas son las mantas de piostros, unas piezas de terciopelo o pana negra bordadas con flores de hilo que componen un vistoso atuendo de gran belleza. La singular plasticidad de la fiesta se convierte, así, en inncesaria excusa para acercarse a Pedroche este fin de semana. Y, luego, la feria.


Manta de piostro (Fotos: Pedroche en la Red)
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Solienses en Punto Radio Pozoblanco

José Ángel Jiménez (Sagel) ha iniciado hoy una colaboración con Punto Radio Pozoblanco en la que cada semana comentará una página web de Los Pedroches. Hoy le ha tocado el turno a Solienses. Muchas gracias.



Archivo de sonido cortesía de Plaza Pública
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Procesos

Ayer, en el artículo sobre el urbanismo en Pozoblanco, se recibió un comentario anonimo del tipo "Ten cuidado, que sé donde vives". Lo borré, total, para qué quemarse más la sangre, uno pensaba que esto sólo ocurría en las películas. Lo que más me molesta es que se haya pasado directamente al plan B, cuando yo soy de muy fácil contentar y, cobarde por naturaleza, me hubiera conformado con tan sólo una simple bolsa de basura, y ni siquiera muy llena. Así que, a fin de exorcizar los maleficios, vayamos a los orígenes, al mito fundacional que nunca falla. Estas imágenes son puramente de patriotismo local, disculpen la licencia, muy especialmente dirigidas, en ejercicio de pura nostalgia, a los noriegos que campan por el ancho mundo y que estas fiestas agosteñas no han podido acudir a Añora, do nacimos, do nací. Las imágenes originales eran de mayor calidad, pero ya saben que al montar y producir hay que transformar archivos, renombrar, cortar y pegar, pasar de aquí para allá y de allá para acullá, y en ese constante proceso de desplazamiento y de idas y venidas, se van dejando en cada estadio grados de perfección. Pero, siendo el fin nuestra bandera, queden aquí estos cuatro minutos como testimonio cabal de que donde más a gusto está uno, siempre, es donde está porque quiere estar.

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Urbanismo en Pozoblanco

Pozoblanco, ciudad del siglo XXI, sigue teniendo, en general, un urbanismo del siglo XIX. Cualquiera que estos días de vacaciones se haya desplazado a la llamada capital de Los Pedroches habrá podido comprobar la incomodidad de circular por las calles de un localidad que desea ser el núcleo comercial de la comarca, la imposibilidad de encontrar aparcamiento (y no digo ya en el centro, sino en cualquier lugar más o menos accesible), el irritante descontrol del tráfico, lo caótico de un centro comercial todavía circunscrito fundamentalmente a unas pocas calles estrechas incapaces de acoger físicamente lo que de ellas se pide. Las medianas superficies abiertas recientemente en las afueras han contribuido a aliviar sólo mínimamente este descontrolado fluir, puesto que, en el fondo, ¿quién se va de Pozoblanco sin realizar cualquier gestión en el centro?. Y, sin embargo, el gran desarrollo urbano externo que está experimentando la ciudad en los últimos años no parece que traiga aparejado una visión de futuro para la ciudad interior, que contribuyera a hacerla más habitable y cómoda para sus habitantes. Faltan aparcamientos y espacios abiertos que compensen al ciudadano en una localidad que alcanza ya unas dimensiones considerables y que no debe pensarse sólo para sus propios vecinos, sino para los centenares de comarcanos que acuden allí diariamente y a los que, en buena parte, debe también su desarrollo .

Ahora salta a la prensa la protesta ciudadana porque un nuevo edificio que se va a construir en la margen derecha de la Avenida Marcos Redondo (en la esquina del bar Rafalín y edificios contiguos) no va a respetar la alineación lógica ya conseguida en todo el lienzo de esa calle (y también en la margen izquierda) y que supondría una importante transformación urbanística y visual de toda la zona. Al parecer, la alineación que ahora peligra estaba marcada desde tiempos de la República, pero se modificó hace unos años al aprobar las nuevas normas subsidiarias. Los vecinos consideran, con razón, "una aberración urbanística que no se expropien los metros necesarios para seguir la línea", lo que hubiera permitido completar una avenida "de las más anchas y vistosas del municipio".

Las discusiones en torno al urbanismo municipal son siempre complejas, dada la multiplicidad de intereses en juego, y resulta difícil un análisis desapasionado sin conocer exactamente las razones y motivos que justifican una determinada actuación. Pero así, a simple vista, con los ingenuos ojos del profano -siempre predispuestos al error-, parece difícil alcanzar a comprender el porqué de esta medida, de este paso atrás, y, puestos a descubrir los posibles beneficiarios, parece innegable que los favorecidos por encima de todo son los intereses particulares, y no los colectivos. ¿Qué beneficio obtiene el pueblo de Pozoblanco de esta medida, que contribuirá más aún a condicionar su caótico tráfico? Sinceramente, no encuentro ninguno. En cambio, se me ocurren al menos una docena de intereses particulares (todos legítimos, cobardía obliga) que puedan justificarla.



Vista aérea de la zona afectada. La línea roja marca la alineación que debería seguirse. Abajo, un plano del lugar, que no necesita de muchas explicaciones para comprender la alineación que impone la lógica.