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Balance cultural de 2019 en Los Pedroches

Además de la reapertura del castillo de Belalcázar tras su restauración, que señalamos ayer como el principal acontecimiento cultural del año en Los Pedroches, hemos vivido en la comarca durante este 2019 que ahora termina otros eventos importantes que merecen destacarse a la hora de hacer balance en estos días finales. Por lo que concierne a este blog directamente, no podemos dejar de resaltar en primer lugar nuestra ceremonia de entrega del Premio Solienses, que se celebró en junio en la ermita de la Virgen de Gracia de Torrecampo y tuvo como galardonada a la poeta jarota Juana Castro, autora del poemario Antes que el tiempo fuera (Hiperión). El acto, posible gracias a la colaboración del Ayuntamiento torrecampeño, contó con la presencia de numeroso público y, por cortesía del Museo PRASA Torrecampo, pudimos ver allí mismo una pequeña muestra de cartas autógrafas del premio Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez, que pertenecen a la colección del museo y que se mostraban públicamente por primera vez en nuestra comarca. La joven violonchelista pozoalbense Cristina Amor Rey puso el contrapunto musical al encuentro.


Teodora López y María Jesús Sánchez (miembros del jurado), Juana Castro (con el arado), Francisco del Castillo (alcalde de Torrecampo) y Antonio Merino (editor de Solienses), durante la entrega del Premio Solienses el pasado 2 de junio. [Foto: Agustín Merino].

En el ámbito literario, hay que señalar también la entrega en noviembre del Premio de Poesía Juana Castro que patrocina el Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba y que cada año se consolida un grado más. El galardonado este año fue Federico Gallego Ripoll por su obra Las travesías, que publicará próximamente la editorial Renacimiento. El dream team de los premios literarios en Los Pedroches se completa con el Certamen de Narrativa Corta "Villa de Torrecampo", que este año recogió en mayo la coruñesa Andrea Martínez Rey.


De izquierda a derecha, Salud Navajas (diputada de Cultura), Dolores Sánchez (alcaldesa de Villanueva de Córdoba), Federico Gallego Ripoll (ganador del premio), Juana Castro y Cristina Casanueva (delegada provincial de Cultura), el 29 de noviembre tras la entrega del Premio de Poesía Juana Castro en Villanueva de Córdoba [Foto: Solienses].

En cuanto a libros de autores comarcales, a pesar de la quincena de publicaciones registradas (la mayoría de ellas autoeditadas), el balance de 2019 es pobre desde el punto de vista literario. Me atrevería a destacar solamente dos libros, por motivos diferentes. Por un lado, Los árboles que huyeron (Almuzara), de Alejandro López Andrada, por su validez como testimonio sobre una época de cultura en Los Pedroches. Entre otros aspectos de su infancia y juventud, Alejandro se enfrenta en este libro a un momento difícil de su vida que trasciende lo meramente personal hasta alcanzar un interés más general: su trabajo como técnico de cultura en la Mancomunidad de Municipios de Los Pedroches durante dos décadas y, sobre todo, el traumático cese de esta actividad motivado por la crisis económica. El autor cuenta, sin ocultar su dolor, lo vivido entonces y enseña a los lectores, quizás con finalidad terapéutica, una herida que, a mi parecer, permanece todavía sin cerrar. La segunda obra a destacar sería la colección de relatos de Félix Ángel Moreno Ruiz Terror en Los Pedroches (17 Pueblos), una recopilación de narraciones breves que tienen la particularidad de estar ambientadas cada una de ellas en un pueblo distinto de nuestra comarca.


Félix Ángel Moreno Ruiz, durante la presentación de "Terror en Los Pedroches" en Pozoblanco el 7 de mayo [Foto: Biblioteca de Pozoblanco].

En cuanto a talentos individuales, lo más destacado de la cultura de Los Pedroches en 2019 no ha estado en la literatura, sino en la música y en las artes plásticas. En el primer ámbito destacan tres nombres: Pablo, Rafael y María José. Está, por un lado, Pablo García López, un cordobés con raíces villaralteras que no cesa de sorprender con su meteórica carrera como tenor. Tan pronto lo vemos en Berlín, Madrid, Shangai, Valencia o en Córdoba capital (donde en 2020 protagonizará La flauta mágica de Mozart, tras volver de Lausanne de cantar Doña Francisquita). Este año nos enteramos de que donde únicamente tiene problemas para actuar es en su propio pueblo. También en el mundo de lo clásico hay que reseñar la labor del pozoalbense Rafael de Torres Carpio, director de orquesta que en noviembre dirigió a la Joven Orquesta de Los Pedroches junto a la Joven Orquesta Ciudad de la Alhambra y el Coro del Ilustre Colegio de Abogados de Granada en la interpretación de Carmina Burana de Carl Orff en el auditorio Manuel de Falla de Granada.


Jesús Vigorra y Pablo García-López, en el estudio de "Al Sur" en enero [Foto: Canal Sur].

En el campo de la música más popular, no hay que olvidarse de la también pozoalbense María José Llergo, una figura que poco a poco deja de ser promesa para consolidarse como una de las voces más admiradas del nuevo flamenco. Este año, tras participar en el Sónar de Barcelona o el Festival de Arte Sacro de Madrid, ha anunciado la próxima aparición de su primer disco, que llevará por título Sanación. En 2019 también publicó nuevo disco el grupo Algunos hombres y Aliara dedicó la 31 edición del Folkpozoblanco a la música tradicional infantil.


María José Llergo [Foto: Madero Cubero/Cordópolis].

En cuanto a las artes plásticas, 2019 ha sido el año del descubrimiento de Consuegra Romero, una pintora pozoalbense que, con su peculiar técnica de dibujo con bolígrafo, ha expuesto en Granada y Pamplona y hace pocos días ha presentado en el Museu Valencià de la Il.lustració i de la Modernitat su exposición titulada "Les amours", que es la materialización del proyecto ganador del Premio Nacional de Dibujo organizado por DKV seguros y MAKMA, revista de artes visuales y cultura contemporánea. El veterano acuarelista viseño Nemesio Rubio, por su parte, ha paseado este año su exposición "Hábitat" por Córdoba y varios pueblos de Los Pedroches. El villaduqueño José Luis Checa llevó al patio principal del Museo de Bellas Artes su colección de esculturas "Las miradas de Vulcano". La torrecampeña Pilar Condado Romero expuso su colección de fotografías "Mujeres de Torrecampo" en su pueblo y en Córdoba. Y, en fin, el artesano de Santa Eufemia Santiago Valverde mostró su personal obra realizada con madera de olivo centenario en el Madrid Design Festival.


Nemesio Rubio en el Patio Barroco de la Diputación en mayo[Foto: Diario Córdoba].

En el campo de la arqueología, el equipo de la Universidad de Gotinggen que dirige Fedor Schlimbach ha continuado con su excavación (iniciada en 2013, con un paréntesis en 2018) en el yacimiento tardoantiguo de La Losilla, sacando a luz cada año un poco más la basílica visigoda allí encontrada. También nos ha enorgullecido que una nutrida selección de piezas procedentes de la colección del Museo Prasa Torrecampo forme parte de la exposición  "La Granada zirí y el universo beréber", que desde el 5 de diciembre puede verse en la capilla y cripta del Palacio de Carlos V de la Alhambra de Granada. Para el ámbito de la investigación histórica resulta de mucho interés la digitalización completa del semanario El Cronista del Valle y tres periódicos más de Pozoblanco, que desde abril están accesibles en la Biblioteca Virtual de Andalucía. Y Juan Aperador García nos presentó en febrero su libro Pozoblanco bajo las bombas. Un estudio sobre los bombardeos y los refugios antiaéreos de la Guerra Civil (1936-1939).


Interior de una tumba de La Losilla excavada en la campaña de este año [Foto: @WestOstRomGoe].

A la Muestra de Cine Rural de Dos Torres acudió Ana Jiménez y volvimos a revisitar Solas de Benito Zambrano. Eva Hache grabó un programa de La Paisana para TVE1. La Guardia despertó nostalgias en la Casa del Pozo Viejo de Pozoblanco, Seguridad Social en Hinojosa del Duque y Celtas Cortos en Belalcázar. Lolita encarnó a Fedra en El Silo. La ciencia protagonizó el Salón del libro en Pozoblanco. El Cabrero se despidió en Belalcázar. Y Solienses, a pesar de sus ausencias, continuó siendo el blog de referencia sobre cultura en Los Pedroches.


Ana Fernández posa para Solienses ante un panel promocional de Dos Torres el 1 de noviembre, dentro de la Muestra de Cine Rural.
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El acontecimiento cultural de 2019 en Los Pedroches: reapertura del castillo de Belalcázar


Imponente estampa del castillo de Belalcázar visto desde la calle Séneca.

Desde hacía al menos un cuarto de siglo el castillo de Belalcázar estaba cerrado para el público en general. No es que antes estuviera abierto tampoco como atracción turística, pero el abandono y la ruina a la que había sido entregado lo convirtieron en campo ideal de juegos infantiles para los niños y niñas de Belalcázar, en sitio de recreo para ociosos aventureros, quizás en escondite de furtivos encuentros amorosos y, desde luego, en almacén de materiales de construcción para nuevas edificaciones en la localidad. Hacía ya varias décadas que todos los accesos habían sido tapiados y en 2004, durante una visita al entorno, su entonces propietario nos contó que para facilitar la entrada de cierto investigador hubo de romperse algún tabique postizo y después volverlo a reconstruir.

Luego vino la compra por parte de la Junta de Andalucía, los sucesivos anuncios de rehabilitación y el gran momento de su nueva apertura al público, el 29 de noviembre en el marco de las Jornadas Europeas de Patrimonio. El momento era tan extraordinario que a todos nos sorprendió la forma tan poco digna con que fue celebrado por parte de la administración. Personalmente, me recordó un poco a la primera parada del tren en la estación de Los Pedroches: tras tantos años de reclamaciones, cuando llegó la ocasión todo sucedió sin el reconocimiento institucional que el hecho merecía y hubo de ser el pueblo llano, huérfano de representación, quien tomara las riendas jubilosas de la conmemoración. Algo así ocurrió aquí. Imagino que si esta reapertura hubiese tenido lugar en otra zona, la forma de celebrarla hubiera sido muy distinta. No sé, qué menos que un consejero, por no decir más. Un acto público de festejo y gala y una jornada de puertas abiertas para recordar viejos tiempos, para comparar la nueva realidad con la imprenta de la memoria y abrir el cofre de lo desconocido a cuantas personas llevaban décadas queriendo descubrir esta joya patrimonial de Los Pedroches. Pero no. Al modo sobrio y ramplón con el que la administración gusta premiar a Los Pedroches, tuvimos que luchar por una de las escasas entradas en tres únicos días de tasada apertura, sin corte de cinta ni cualquiera de esas estúpidas galanuras con que se adornan actos de mucho menor enjundia, que son pequeñas y tontas en sí mismas, pero que resultan simbólicamente indicativas del aprecio y distinción que las instituciones tienen hacia un territorio y sus gentes.

En fin, dejando a un lado lo pequeño, vayamos a lo mayor. La reapertura del castillo de los Sotomayor ha supuesto sin duda el principal acontecimiento cultural del año en Los Pedroches, aunque haya carecido de celebración. Un acontecimiento lleno de interrogantes e incertidumbres futuras, pero una puerta abierta a la ilusión y la esperanza. Como no estamos sobrados de ellas en esta comarca, merece la pena resaltar cualquiera con la que el destino nos premie (y en esta resolución ha habido, sin duda, mucho de azar). Como ya dije en su día, la fortaleza de Belalcázar puede convertirse en el mayor atractivo turístico de Los Pedroches y en un poderoso foco de seducción por sí mismo, si las autoridades locales y autonómicas son capaces de gestionarlo adecuadamente (hasta ahora se ha visto que no). Sería imperdonable que, tras décadas de abandono a su suerte, el castillo cerrara de nuevo sus puertas y se quedara reducido a un mero reclamo ocasional. Los pueriles enfrentamientos políticos entre diversas administraciones observados hasta ahora nos hacen, sin embargo, temer lo peor.


La torre del homenaje vista desde el patio de armas.


Ventanal en la torre del homenaje.


Visitantes en el interior de la fortaleza.


Las vistas desde la terraza de la torre resultan impresionantes.
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Los Pedroches frena ligeramente el descenso de población



Los Pedroches han perdido en el ultimo año contabilizado 294 habitantes, la cifra más baja de los últimos ocho años (en 2013 y 2016 el conjunto de la comarca perdió más de 600 habitantes cada año y en los dos últimos más de 500 cada uno). Según los datos del Padrón Municipal a 1 de enero de 2019 que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística, Los Pedroches contaba en esa fecha con 52.439 habitantes, un 0,56% menos que el año anterior. En cuatro localidades (Alcaracejos, Añora, Fuente la Lancha y El Guijo) la población sube ligerísimamente, mientras que en todos los demás pueblos desciende.





En los descensos, destaca porcentualmente Conquista, que pierde más de un cinco por ciento de su población en un solo año. Le siguen Villanueva del Duque, que baja un 2,21% (y pierde un puesto en el ranking de población comarcal, al ser adelantada por Alcaracejos), Villaralto, que pierde un 1,99% de sus vecinos, y Santa Eufemia, que continúa su imparable descenso bajando este año un 1,69%. En términos absolutos, el pueblo que más habitantes pierde es Hinojosa del Duque, con 80 vecinos menos, seguida de Villanueva de Córdoba, que pierde 45.



La ordenación de municipios según población sufre este año dos cambios en las posiciones: Añora adelanta a Pedroche, colocándose en la primera posición de ese grupo de pueblos que rondan los 1.500 habitantes, y Alcaracejos supera a Villanueva del Duque. Conquista, aunque continúa en la misma posición, baja ya de los 400 habitantes, acercándose a El Guijo y Fuente La Lancha, que rondan los 350. Torrecampo se resiste a bajar de la cifra simbólica de los mil habitantes, aunque cada año se aproxima un poco más.

Histórico: Cuadro de población en los pueblos de Los Pedroches 1996-2019

Pinchar en la imagen para ver los datos a mayor tamaño.
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Patrimonio perdido de Los Pedroches/27. La ermita de Santa Rosalía de El Viso

En el documental "La Guerra Civil, vista por un niño", del que hablamos hace unos días, varios testigos hablan de la explosión en El Viso de la ermita de Santa Rosalía, que por entonces se encontraba fuera del pueblo, ocurrida durante la Guerra Civil. El templo fue convertido durante la contienda en un polvorín por parte de los milicianos republicanos y por razones no del todo claras ("le pegaron fuego", "la encendieron y explotó el polvorín"), la ermita resultó totalmente destruida. Esto ocurrió durante el episodio llamado localmente "la fugitiva", cuando la gente huyó del pueblo para instalarse en huertas o cortijos cercanos por miedo a los bombardeos. "Ardió Santa Rosalía y se quedó sin nada", dice una mujer, que vivió el suceso siendo niña. "Se veían los cachos de metralla encendidos. De esto que vuela un peñasco como un demonio a la pared de la Benedicta, se quedó clavado allí. Y era la Santa, que la explotaron, que nosotras creíamos que eran aviones", recuerda otra.


La actual ermita de Santa Rosalía de El Viso, en una imagen tomada justo tras su reconstrucción en los años sesenta del siglo XX.

La actual ermita de Santa Rosalía (con portada de ladrillo rojo y techumbre de uralita) fue construida en 1968 con la dedicación compartida de San Isidro, porque esta hermandad contribuyó a su edificación. Está situada al final de la calle San Isidro, en el mismo lugar que ocupó la anterior, quizás erigida en la segunda mitad del siglo XIX, pues ni Casas-Deza ni Madoz la citan en sus diccionarios de mediados de siglo. No hay que confundir esta ermita con el altarcillo o capilla que existe en la calle Santa Rosalía, construido, según la tradición, con motivo de la epidemia de cólera de 1855, y frente al cual todavía cada año, a primeros de septiembre, las mujeres de El Viso rezan una novena.

No he logrado averiguar aún con exactitud cuándo se produjo esta explosión que destruyó la primera ermita, que apenas perduró un siglo en pie y de la que nada sabemos. Francisco Moreno Gómez cuenta en La guerra civil en Córdoba (pág. 648) que el 25 de diciembre de 1938 El Viso sufrió un atroz bombardeo por parte de la aviación franquista a consecuencia del cual murieron 80 personas y se destruyeron 40 edificios, según documentos del General Cuesta. ¿Fue uno de ellos la ermita de Santa Rosalía? Sin embargo, el propio historiador reconoce que las circunstancias especiales de la guerra eran propensas para todo tipo de accidentes, y cita, por ejemplo, explosiones fortuitas de otros depósitos de municiones ocurridas en Villanueva de Córdoba (pág. 650).

Me gustaría recabar más datos sobre esta ermita, con vistas a retormar esta sección de Solienses que tenía algo abandonada, la de patrimonio perdido de Los Pedroches. Durante los últimos meses he tenido noticia de nuevos monumentos desaparecidos, que serán objeto de sucesivos artículos, y estoy actualizando y mejorando los ya publicados en el blog, con vistas a una posible edición futura en forma de libro. Agradecería cualquier ayuda en este sentido sobre la antigua ermita de Santa Rosalía de El Viso. Cualquier testimonio es válido: recuerdos personales, datos sobre su forma arquitectónica, sobre su destrucción, alguna fotografía que milagrosamente haya sobrevivido... Pueden utilizar los comentarios o escribirme a la dirección del blog: solienses@gmail.com
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Vocación comarcal de la Cívica

La Asociación Cívica Hinojoseña lleva su Cineforum hasta Alcaracejos el próximo viernes. En el Salón de Actos de la Fundación Alfima se proyectará el documental Freightened: The Real Price of Shipping (Freightened: el precio real del transporte marítimo) (Denis Delestrac, 2016), una interesante y atrevida investigación sobre el funcionamiento y los peligros del transporte marítimo, una industria que, a pesar de ser poco conocida, se ha convertido en la clave de nuestra economía global (el 90% de los productos de consumimos en Occidente se fabrican en el extranjero y nos llegan por barco) y resulta fundamental para fijar aspectos esenciales del medio ambiente y el modelo futuro de civilización.


Trailer de "Freightened: el precio real del transporte marítimo".

Con esta actividad, la Cívica quiere manifestar la voluntad de ampliar su radio de acción por toda la comarca, tal como ya hiciera también este verano llevando a Belalcázar su iniciativa "Jóvenes por la Tierra en Acústico". La asociación hinojoseña constituye de momento un modelo de asociación autónoma y ajena a los poderes públicos (aunque, obviamente, necesite de ellos para su funcionamiento material), rara hoy día en nuestros pueblos (donde casi todas las asociaciones suelen venir organizadas y controladas por el propio ayuntamiento) y que nos remite a viejas utopías y sueños de juventud, cuyo destino final es bien conocido por quienes un día las vivimos.
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Amor y naturaleza



Uno de los dibujos presentados por Consuegra Romero en el proyecto ‘Les amours’. Bolígrafo sobre papel, 2019.

La pozoalbense Consuegra Romero presenta el próximo jueves en el Museu Valencià de la Il.lustració i de la Modernitat su exposición titulada "Les amours", que es la materialización del proyecto ganador del Premio Nacional de Dibujo organizado por DKV seguros y MAKMA, revista de artes visuales y cultura contemporánea. Consuegra Romero, que ganó en julio este premio, considera que su propuesta "parte de una investigación sobre la evolución del concepto de amor romántico y de sus efectos en la relación afectiva de las mujeres en la actualidad", que ha perpetuado un sistema social que promueve la desigualdad entre diferentes sexos y que hoy está en crisis. Según escribe Vicente Chambó en el texto explicativo de la exposición, "Consuegra Romero analiza la sociedad principalmente aristocrática del siglo XVIII europeo como una época de amores dobles, confusos, múltiples y libertinos, comparable al periodo actual en el que también priman la máscara y el disfraz a través de las redes sociales".


Vista de la exposición "Hábitat" de Nemesio Rubio en Hinojosa del Duque.

Por su parte, hasta el 4 de enero permanecerá abierta en el Centro Cultural de Hinojosa del Duque la exposición de acuarelas "Hábitat" del viseño Nemesio Rubio. Esta exposición se presentó por primera vez en mayo en la Diputación de Córdoba y ha recorrido ya también algunos pueblos de Los Pedroches. La temática de las obras gira en torno a los paisajes de la comarca, tanto de la naturaleza que nos rodea como de los pueblos que habitamos.


Cartel de la exposición de Consuegra Romero.


Ermita del Santo Cristo de las Injurias de Hinojosa del Duque vista por Nemesio Rubio.
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Contra la barbarie, libros



María Angélica Cabello, directora de la Biblioteca, y Juan Baustista Escribano, concejal de Cultura y Biblioteca, junto a uno de los puestos de lectura instalados el viernes [Foto: Biblioteca de Pozoblanco].

Lo acontecido justifica precisamente la iniciativa y le otorga su exacto valor. El viernes, el Ayuntamiento de Pozoblanco anunciaba que la Biblioteca Pública Municipal había colocado cinco Puntos de Lectura que estarán a disposición de la ciudadanía en diferentes parques y jardines del municipio. Se trata, según el concejal de Biblioteca, Juan Bautista Escribano, “de una acción de extensión bibliotecaria para acercar la lectura todavía más a la ciudadanía y especialmente a los más pequeños con el objetivo de fomentar su gusto por los libros, la cultura y actividades que se deriven de ellas en un entorno de esparcimiento público y natural“.

Los Puntos de Lectura se han instalado en el parque Marcos Redondo, el parque San Juan Bosco, el Paseo Marcos Redondo, el parque del Recinto Ferial y el parque junto al Centro de Atención al Minusválido Físico (CAMF). Cada Punto, formado por dos pequeñas baldas de estantería con forma de casita, diseñado en madera y vinilado, contendrá varios libros procedentes del expurgo de la Biblioteca y de donaciones, por lo que se permite su lectura en el lugar, llevárselos a casa y luego devolverlos o incluso quedarse con ellos. La iniciativa fue acogida con simpatía y constituye, desde luego, una propuesta cultural realmente de calado, no obstante su sencillez, pues contribuirá a la visibilización de los libros y quizás alguien que nunca se había planteado su lectura un día cualquiera pase por allí, sienta curiosidad, le llame la atención alguno y lo coja y lo lea. Así, de esta forma tan simple, se prende una llama que luego resulta ya imposible apagar. Es una de esas iniciativas sencillas y baratas que pueden llegar a tener un efecto cultural mucho más profundo y duradero que otras más costosas y de relumbrón.

Pocas horas después de instalarse estos Puntos de Lectura, uno de ellos fue destrozado y los libros que contenía despedazados. Una oleada de estupor recorrió enseguida las redes sociales, que han condenado sin paliativos el hecho vandálico. No hay que desfallecer, sin embargo, ni dejarse desanimar por tal acto de gamberrismo. Al contrario: hay que comprenderlo y actuar. Contra la barbarie, más lectura. Justamente lo que necesita la persona que haya cometido tal estropicio es leer, así se cura su mal. Ofrezcámosle más posibilidades. Que se encuentre los libros en su camino diario. Es posible que vuelva a destrozarlos una y otra vez. No importa. Quizás un día, distraídamente, abrirá uno por azar y comenzará a leer y experimentará entonces la más maravillosa sensación que haya sentido jamás. Y ya no podrá parar. Y entonces ya no podrá dejar nunca de leer.

Y así se habrá ganado la batalla.


El punto de lectura que fue destrozado poco después de su instalación [Foto: Antonio Javier Tamajón Flores].
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Tradiciones que garantizan la supervivencia


Uno de los candelorios de aulagas, anoche en Villanueva del Duque [Fotos: Lucía Suárez Bilbao].

La fiesta de Santa Lucía de Villanueva del Duque es, seguramente, una de las pocas tradiciones populares de Los Pedroches que sigue conservando ese sabor antiguo de la autenticidad transmitida de generación en generación a través de los siglos. La decisión de no trasladar su celebración al fin de semana la ha preservado del influjo dañino del turismo rural, ese fenómeno perturbador que tanto está contribuyendo a transformar -y no siempre para bien- la vida de los pueblos. La fiesta de Santa Lucía es una fiesta para los villaduqueños, que mantiene un ritual conformado durante generaciones hasta convertirse en fundamento de la identidad local, y no en un falso teatro, como tantas otras. En este post del blog del Ayuntamiento de Villanueva del Duque resumió Lucía Suárez el desarrollo de la fiesta, que cada año se repite con la precisión de lo inevitable y lo indiscutible, aquello que todo el mundo acepta porque siempre ha sido así y no puede ser de otra manera.

La fiesta de Santa Lucía la traemos siempre también a Solienses gracias a las interesantes fotos que la propia Lucía publica en las páginas del Ayuntamiento villaduqueño. Son imágenes que recogen la sustancia de la tradición, con ese aroma añejo de veracidad, sin artificio ni impostura. Ahí están las candelas de aulagas, inmensas en la oscuridad de la noche; los vecinos acompañando y colaborando; las mesas adornadas con la imagen de la santa presidiendo; la familia reunida a su alrededor; la procesión que justifica el rito; las escopetas humeantes; los jóvenes tamborileros que confirman la continuidad; y, sí, también, el párroco con sus galas, la alcaldesa y el capitán de la guardia civil. Todos los elementos necesarios para solidificar la vida rural, porque debajo de las apariencias hay un fundamento que los justifica. Sin estas ceremonias de integración comunal, todo estaría perdido, nada nos garantizaría la supervivencia frente a tanta incertidumbre.


Autoridades y representantes de la hermandad se dirigen a la parroquia, esta mañana.


Los escopeteros disparan al aire.


Procesión de Santa Lucía por las calles del pueblo.


La imagen delante de la parroquia de San Mateo.


Alimentando el fuego, anoche.
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Calendario ilustrado

Como cada año desde hace tres, la Diputación de Córdoba, a través de la delegación de Juventud y Deportes, ha publicado un calendario para 2020 dentro de su revista Agenda Joven (nº 82), que ha sido elaborado por jóvenes artistas de la provincia y coordinado por Moisés Ramírez (Moi). El calendario incluye dos meses dedicados a Los Pedroches (octubre y diciembre), cuyos dibujos han sido realizados respectivamente por Paola Garrido y Sakerinox.

Paola Garrido Villalba (Córdoba, 1994), conocida también como Chica Navaja, se ha inspirado para su ilustración en la ermita de San Miguel de El Viso, donde ha representado a unos jóvenes con atuendo halloween entretenidos con un tablero de juego.


Ilustración de Paola Garrido para el mes de octubre.

Sakerinox es el nombre artístico de David Marcos Ruiz, un cordobés afincado en Espiel que ha elegido como tema para su dibujo las Olimpiadas Rurales de Añora. "He puesto a saltar vaca sobre cerdo, víbora hocicuda trepando y pajarico apuntador en barrizal encharcado con restos de escarcha y lapiaz de granito. Al fondo aparece parcialmente la plaza de España de Añora con un murete que destaca la singularidad de las “fachadas a tiras”, que abundan en esta localidad. Nuestra provincia es maravillosa y es un honor representarla de alguna forma, al igual que lo es acompañar a tantos/as compañeras/os ilustradores en esta publicación", ha escrito David en sus redes sociales.


Ilustración de Sakerinox para el mes de diciembre.

La contraportada del calendario, realizada por Almudena Castillejo (Córdoba, 1987), está dedicada a cinco poetas cordobeses, entre las que se encuentra nuestra Ana Castro, Premio Solienses 2018.

De los ilustradores de Los Pedroches, si los hubiera, nada sabemos en este calendario.


Ilustración de Almudena Castillejo para la contraportada.

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Ritos ancestrales solo para iniciados


Está aquí, entre nosotros, aunque no lo veamos. Hay en Los Pedroches un mundo oculto solo al alcance de los muy iniciados. Circula por internet en forma de vídeos que se exhiben sin pudor. En el mundo real lo llaman deporte, ocio, protección de la naturaleza, ecología, arte. Mueve cientos de miles de euros. Es un sector económico que apenas aparece en las estadísticas o aparece enmascarado en otros conceptos. Si en nuestra comarca se pregunta a la gente, pocos sabrían aportar algún dato con determinación. Y, sin embargo, las fincas de las monterías están aquí, entre nosotros: en Pozoblanco (con padrenuestro y Viva España), en Santa Eufemia, en Villanueva de Córdoba, en El Viso, en Alcaracejos, en Conquista... Constituyen una naturaleza artificial: animales salvajes criados en cautividad para ser cazados por diversión y negocio. Mantiene un ritual ancestral inherente a la naturaleza humana en toda su brutalidad, que habrá de ser estudiado por la antropología cultural, si aún no lo ha sido. Quizás algún día nos avergoncemos de ello.


Exposición final de reses abatidas en una montería realizada en el término de El Viso. Cada montero ha pagado unos 1.800 euros. Si tienen estómago, lleguen hasta el final (unos 4 minutos), que les aguarda una sorpresa.
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"Comían mejor los que tenían madre"

Testimonio de "los niños de la guerra" de El Viso.



El pasado jueves se presentó en El Viso el documental "La Guerra Civil, vista por un niño", realizado por Miguel Moyano y producido por el Ayuntamiento de El Viso en colaboración con la Consejería de Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática de la Junta de Andalucía. Ocho personas (cinco mujeres y tres varones), que eran niños durante la Guerra Civil, cuentan sus vivencias y sus recuerdos sobre la propia guerra y su vida cotidiana durante aquellos años: los bombardeos, la comida, la ropa, la higiene, los juegos, la escuela, las represalias después de la guerra... El documental tiene una duración de apenas 20 minutos y constituye un ejercicio necesario de preservación de la memoria de aquellos tiempos, para que se sepa lo que ocurrió y no se olvide.

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Fahs al-Ballut se muestra en la Alhambra


Candil de bronce procedente del Museo PRASA Torrecampo que se expone en la Alhambra de Granada [Fotos: Fundación PRASA].

La reina Letizia inaugura hoy la exposición "La Granada zirí y el universo beréber", que podrá verse en la capilla y cripta del Palacio de Carlos V de la Alhambra de Granada hasta el 21 de abril de 2020. La muestra reunirá más de 300 piezas procedentes algunas de ellas de prestigiosas instituciones (como la Fundación Leila Mezian, el Museo del Louvre o el Arqueológico de Argelia) y ha sido organizada por el Patronato de la Alhambra y el Generalife en colaboración con la Fundación Legado Andalusí y el Consejo de Europa.

La zirí fue una dinastía beréber originaria de la Cabilia, región montañosa de Argelia, una de cuyas ramas, encabezada por Zawi ben Ziri, se trasladó a al-Ándalus para servir como mercenarios a las órdenes de Almanzor y que, en 1013, fundaría la Taifa de Granada, un reino independiente musulmán surgido a raíz de la desintegración del Califato de Córdoba. El origen del urbanismo de la Granada histórica está en esta etapa [para saber más de la granada zirí pinchar aquí].

El interés que tiene esta exposición para Los Pedroches es que un conjunto de 22 piezas de las que se van a exhibir en la Alhambra de Granada durante estos cinco meses proceden de los fondos propios del Museo PRASA Torrecampo, una institución que ya en numerosas ocasiones ha prestado materiales de su colección permanente para exposiciones tanto a nivel nacional como internacional. Precisamente, la cora de Fahs al-Ballut (aproximadamente Los Pedroches de la época) fue también zona beréber y las cerámicas del siglo XI que se conservan en el Museo PRASA resultan muy semejantes a las granadinas, por lo que han entusiasmado a los organizadores de la exposición. De hecho, el catálogo de la muestra incluye un capítulo dedicado a Fahs al-Ballut, que ha sido confeccionado por Juan Baustista Carpio, director del Museo de Torrecampo.

Entre las piezas que viajan a Granada desde Los Pedroches se encuentra también una inscripción funeraria andalusí datada en el siglo XI que fue encontrada en el Parque del Salvador de Pedroche, un candil de bronce y algunas piezas ornamentales.


Cerámica del siglo XI procedente de Fahs al-Ballut en una vitrina de la exposición "La Granada zirí y el universo beréber".


Taza de cerámica que también podrá verse en Granada.


Anillo.


Lápida funeraria con inscripción árabe hallada en Pedroche y que también ha viajado a Granada.


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Información y propaganda


Entrega de distintivos Emple@ el pasado 25 de noviembre en la Diputación de Córdoba [Foto: Diputación de Córdoba].

La Wikipedia lo explica muy bien, así que para qué ir más lejos: "La propaganda es una forma de comunicación que tiene como objetivo influir en la actitud de una comunidad respecto a alguna causa o posición, presentando solamente un lado o aspecto de un argumento.​ La propaganda es usualmente repetida y difundida en una amplia variedad de medios con el fin de obtener el resultado deseado en la actitud de la audiencia. De modo opuesto al suministro de información libre e imparcial, la propaganda, en su sentido más básico, presenta información parcial o sesgada para influir una audiencia. Con frecuencia presenta hechos de manera selectiva y omite otros deliberadamente para sustentar una conclusión, o usa mensajes controlados para producir una respuesta emocional, más bien que racional, respecto de la información presentada". Y así podríamos seguir.

La diferencia entre información y propaganda es fundamental en una sociedad libre, puesto que un ciudadano puede pensar que se está informando cuando en realidad solo está siendo objeto de manipulación. Los medios de comunicación deberían ser muy cuidadosos en este sentido y tratar a sus clientes, a sus usuarios, a la ciudadanía en general, con el respeto que se les debe.

Propaganda son, por ejemplo, todas las notas "informativas" que envían a los medios de comunicación los gabinetes de prensa de cualquier administración, ya sea local, provincial, autonómica o nacional y sea cual sea el partido que la dirija. Cualquiera que sea su contenido, ahí siempre hay una voluntad de "influir en la actitud de una comunidad respecto a alguna causa o posición", ofrece siempre "información parcial o sesgada", presenta los hechos "de manera selectiva y omite otros deliberadamente", etc. Vamos, lo que viene siendo la propaganda pura.

Veamos un ejemplo de manual, de aquí cerquita, entre nosotros. Hace unos días, medios de comunicación locales, comarcales y hasta provinciales reprodujeron sin cambiar una coma (que esa es otra) una nota de prensa emitida por el Ayuntamiento de Pozoblanco (especialista en estas labores de propaganda) en la que se afirmaba: "El Ayuntamiento recibe un reconocimiento por la incorporación de mujeres víctimas de violencia de género al mundo laboral". Ahí se hablaba de que el consistorio pozoalbense había contratado durante 2019 a tres mujeres víctimas de violencia de género a través del programa Emple@, que promueve la Diputación de Córdoba, y se resaltaba "la apuesta y el compromiso de trabajar por la igualdad", para concluir afirmando que "el pasado lunes, 25 de noviembre, la concejala de Igualdad y Empleo fue la encargada de recoger el reconocimiento que se hizo desde Diputación hacia el Ayuntamiento de Pozoblanco por su participación en este programa". Leyendo la noticia en cualquier medio, daba la sensación de que el Ayuntamiento de Pozoblanco ha sido distinguido expresamente por esta tarea, por destacar sobre los demás en este compromiso con la igualdad.

Sin embargo, se trata de una información parcial y sesgada, que presenta datos de manera selectiva y omite otros deliberadamente. Propaganda. Lo cierto es que el Ayuntamiento de Pozoblanco fue uno más de los 37 ayuntamientos cordobeses que el pasado 25 de noviembre, con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, recogieron los distintivos de calidad Emple@ a las empresas, entidades públicas y ayuntamientos que colaboraron en la edición de 2018 (puede verse aquí el vídeo completo del acto). Junto al de Pozoblanco, la Diputación entregó también su distintivo (un gesto meramete simbólico) a los Ayuntamientos de Belalcázar, Dos Torres, El Guijo y Pedroche, por citar solo los de Los Pedroches. También lo recibieron dos entidades públicas comarcales: el Patronato Municipal de la Vivienda y Servicios Alcavise de Alcaracejos y la Fundación Virgen del Buen Suceso de Villaralto. En total, se distinguieron 37 ayuntamientos, una ELA, ocho entidades públicas y 23 empresas privadas. No se trataba solo del Ayuntamiento de Pozoblanco (cuyo alcalde, por cierto, fue el único que no asistió al acto), como leyendo esta noticia uno podría pensar. En la prensa comarcal, además, se hablaba solo de la distinción recibida por el Ayuntamiento de Pozoblanco y no se citaba a los demás consistorios comarcales ni a las empresas públicas que también la recibieron. Información parcial. Datos selectivos. Propaganda. Los medios sabrán si lo hacen consciente o inconscientemente y a favor de quién.


El alcalde de Villaralto, Ángel Moreno (izq.), y José Antonio Jurado (der.), gerente de la Fundación Virgen del Buen Suceso, recogiendo su distinción.
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Belleza, satisfacción e incertidumbre en la visita al castillo


Un grupo de visitantes ante la majestuosa torre del homenaje el pasado domingo [Todas las fotos: Solienses].

En el año 2004 desde Solienses realizamos una encuesta (que tuvo cierta repercusión en los medios de comunicación) para elegir a los diez monumentos más representativos de Los Pedroches. El más votado de todos ellos resultó ser el castillo de Belalcázar, un monumento que, no obstante su grandiosidad, era un gran desconocido entonces, pues llevaba muchos años cerrado a cal y canto y tan solo podía verse desde lejos (aunque, aun así, su imponente figura continuara siendo impresionante). La fortaleza de los Sotomayor era reconocida así como un icono distintivo de la identidad territorial de la comarca, por su pasado histórico, por sus valores artísticos, pero también por su capacidad de resistir a lo largo del tiempo frente a tantos avatares adversos en los que se vio envuelta. Un poco como la comarca misma.

Durante muchos años, todas las personas culturalmente inquietas de Los Pedroches temimos por la supervivencia del castillo. Era una propiedad privada cuyos dueños no podían afrontar de ningún modo ni tan siquiera las pequeñas obras de mantenimiento que un edificio de tales características exigía tan solo para evitar su derrumbe. Nos llegaban noticias de expolios, de caídas de elementos estructurales, de una ruina cada vez mayor frente a la que nada se hacía. Había exigencias a la administración pública para que se hiciera cargo de esta joya monumental tan en peligro de hundimiento, pero cualquier demanda chocaba con la pared de la propiedad. Toda esta historia está contada en las páginas de Solienses, que tiene al castillo de Belalcázar como etiqueta individualizada por la frecuencia con la que nos hemos referido a temas relacionados con él, principalmente asuntos de carácter reivindicativo, de cuando la Asociación "Amigos de Belalcázar, villa de monumentos" tuvo una presencia significativa en la localidad e hizo de la reclamación sobre el castillo uno de sus ideales definitorios. Y, de pronto, un día, todos los sueños se hicieron realidad.

En 2008 la Junta de Andalucía compró el castillo y comenzó entonces otra batalla por su restauración, también con episodios lamentabilísimos, que culminó, sin embargo, el pasado fin de semana con la apertura final del monumento a las visitas del público tras la restauración llevada a cabo durante el último año y medio. Y cuando llega este momento, todo lo anterior se olvida.


Los visitantes se dirigen al castillo por el antiguo camino.

Acudí a visitar el castillo el domingo a las once de la mañana, tras haber reservado la visita en tiempo y forma. Solo 350 personas han podido acceder a la fortaleza en estas jornadas de puertas abiertas organizadas por la Consejería de Cultura con motivo de las Jornadas Europeas de Patrimonio. No hará falta decir que mucha gente se ha quedado con las ganas ni señalar el gran enfado que este planteamiento ha provocado, pero iremos luego con eso. Ahora, vayamos con las impresiones de la visita.

Si el castillo de Belalcázar fue considerado en su día el monumento más representativo de Los Pedroches, hoy podemos afirmar ya sin temor a equivocarnos que acaba de convertirse también en su principal reclamo turístico. Las obras realizadas han sido limitadas, como veremos, pero centradas en lo fundamental: la majestuosa torre del homenaje, la más alta de la península Ibérica con sus 47 metros. Ascender por sus estrechas escaleras centenarias de caracol, admirar sus luminosas bóvedas nervadas, sus profundas ventanas evocadoras de idilios medievales, sus arcos completos y fragmentarios, sus saeteras amenazadoras, para desembocar finalmente en una terraza desde la que se divisa toda la comarca y las comarcas colindantes constituye una experiencia admirable que colmará las apetencias de cualquier turista que, intencionadamente o por error, recale en estas tierras nuestras tan extraviadas. El trabajo de restauración de la torre ha sido impecable, permitiendo las nuevas estructuras instaladas la contemplación del vano central y el resalte de los elementos arquitectónicos que se habían conservado. En la planta baja puede contemplarse el aljibe subterráneo a través de una plataforma de cristal y desde la altura máxima se admira a vista de pájaro la iglesia de Santiago, el convento de San Francisco o el pilar. Todo un maravilloso espectáculo.


Vista del castillo desde el lado norte.

Según ha informado la propia empresa encargada de la restauración, en la torre del homenaje se han recuperado todos los elementos góticos que decoran sus garitones y ventanas y el junteado perdido, como consecuencia de las escorrentías de agua y abrasión del viento (para ello se instaló una gran estructura de andamiaje en su exterior) y "para mantener la magia de la edificación" se ha realizado la reconstrucción necesaria "con piedra recuperada de composición acorde con la construcción original". Insisto: la restauración de la torre del homenaje me parece impecable y muy respetuosa con el monumento. Una pasarela de madera conduce hasta ella desde la puerta de entrada al castillo, conformando un recorrido turístico que permite una visión completa del patio de armas. También es de justicia destacar la reparación que se ha hecho de la torre albarrana y la consolidación de los muros, tanto de la propia fortaleza como del recinto de fortificación exterior, lo que probablemente los ha salvado de riesgos que eran ya muy inminentes.

Me ha generado un gran desconcierto, sin embargo, la abundancia de ladrillo rojo en la reconstrucción de la mayoría de los vanos interiores de la muralla (puertas, ventanas, muros), que produce un desagradable impacto visual. Desde la Carta de Venecia de 1964 hemos aceptado que en una restauración "los elementos destinados a reemplazar las partes inexistentes deben integrarse armoniosamente en el conjunto, distinguiéndose claramente de las originales, a fin de que la restauración no falsifique el documento artístico o histórico". En la restauración del castillo de Belalcázar hemos visto elementos que, distinguiéndose claramente de los originales, unas veces se integran armoniosamente y otras no. Otras veces chirrían y deslucen la pulcritud de las demás partes del trabajo. El remate encementado de los adarves tampoco parece un trabajo ejemplar desde el punto de vista artístico e histórico, aunque resulte eficaz en cuanto a protección material.


Ejemplar: Ventana de la Torre 2 restaurada con sillares de granito.


Chirría: Mucho ladrillo en la reconstrucción de los vanos de las murallas.

Por otro lado, aún queda mucho trabajo por hacer. Salvo la torre del homenaje, el grueso del recinto fortificado apenas ha sido intervenido más que en tareas de consolidación. La zona del palacio renacentista casi ni se ha tocado. No se ha llegado al nivel del suelo en el patio de armas y desconocemos el alcance de la intervención arqueológica que se haya realizado, si es que se ha realizado alguna (recordemos que el castillo no debe considerarse solo como un foco de atracción turística y, por tanto, de desarrollo económico para la zona, sino también como un objeto de investigación histórica que desvele tantas etapas oscuras del pasado de Los Pedroches, y no me refiero solo a la etapa árabe, sino al siempre enigmático poso romano).


Los lienzos del lado oeste se han consolidado pero han recibido una restauración menor.


En la restauración del muro oeste predomina el ladrillo rojo, produciendo una sensación de violenta ruptura.

Algunas cosas que no me gustaron de la visita

1. Fundamentalmente, y por encima de todo, la falta de protagonismo del pueblo de Belalcázar en la apertura de su castillo. La fortaleza de los Sotomayor es, principalmente, un monumento que está impreso en la conciencia colectiva de los vecinos de la villa condal. Muchos de ellos han jugado allí de niños, seguramente inconscientes de la importancia del lugar, y han crecido bajo la presencia intimidatoria de esa mole formidable de piedra y de historia. No se entiende que la apertura del castillo, después de tantos años cerrado, no se haya hecho con una jornada de puertas abiertas libre para todos los belalcazareños, para que con su presencia se hicieran dueños de nuevo de un lugar que en primer lugar les pertenece. Con la adecuada vigilancia y orientación, hubiera sido plenamente posible y se hubiera saldado una deuda que la administración tenía -y sigue teniendo- con los ciudadanos. Alguna reflexión en este sentido tendrá que hacer su Ayuntamiento.

2. En la preparación de la visita se insistió demasiado en los riesgos de subir a la torre, planteándolo como una empresa solo apta para atletas de primer nivel. Cualquiera que haya viajado por España o por el mundo ha subido a torres de acceso tan dificultoso o más que el que ofrece esta, constituyendo precisamente esta pequeña aventura el principal atractivo de la visita. Esta bien advertir de las dificultades, pero no hasta el punto de llegar a disuadir a algunas personas que, simplemente bien informadas, no encontrarían ningún problema en el acceso.

3. Me resultó insólito en los tiempos que corren que en la preparación de la visita se insistiera en que no se tomaran fotografías del castillo "para que no se difundan por las redes sociales", cuando precisamente la estrategia debería ser la contraria. Que las redes sociales se llenen de fotografías del castillo de Belalcázar, para que todo el mundo contemple lo maravilloso que es y muera de ganas por acudir a visitarlo.

4. Considero un error de planteamiento restaurador haber mantenido la construcción moderna que existe a los pies del castillo, una pequeña casa destinada, al parecer, a convertirse en el futuro en centro de interpretación. El edificio entorpece la visión limpia de la fortaleza desde la distancia y no aporta ningún contenido histórico ni artístico.

5. La incertidumbre sobre el futuro. Nadie sabe qué va a ocurrir con el castillo a partir de ahora. La delegada de Cultura en Córdoba ha anunciado "una apertura extraordinaria a principios de año, para que puedan conocer el castillo aquellas personas que no hayan podido acceder a las visitas de las jornadas de patrimonio" y el consistorio belalcazareño ha sugerido que "se está trabajando en la firma del Convenio de Colaboración entre la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Belalcázar", sin especificar en qué términos. El riesgo es que ahora el castillo se vuelva a cerrar y no sea accesible para visitas regulares. Parece difícil que un ayuntamiento pueda garantizar un uso turístico convencional del monumento, con un horario de apertura regular y con el personal suficiente para atenderlo, de modo que cuando llegue un turista se encuentre la puerta abierta (y la taquilla, si se dispone el pago de una entrada) y no tenga que volverse loco intentando averiguar cómo entrar allí para finalmente marcharse sin conseguirlo. Todos sabemos de qué estamos hablando. No basta con programar visitas mensuales a las que haya que apuntarse. El turista viene cuando viene, no cuando nosotros queramos que venga. Es un fundamento que hay que aprender si queremos hacer del turismo un recurso económico para la zona.


Vista general del castillo de Belalcázar.


Los visitantes atienden las explicaciones del guía en la puerta de entrada al castillo.


Detalle del recinto amurallado exterior, donde pueden distinguirse materiales de las diversas etapas constructivas.


Torre albarrana.


Bóveda del nivel 4 de la torre del homenaje, con el escudo de los Sotomayor en la clave.


Puerta de acceso a uno de los tramos de escaleras de la torre del homenaje.


Bóveda del nivel 5 de la torre del homenaje.


El acceso a la ventana da idea del grosor de los muros de la torre.


Pequeños detalles: alquerque de nueve en el último escalón de acceso a la terraza de la torre del homenaje.


Vista del pueblo de Belalcázar desde la cima de la torre.


Terraza superior de la torre del homenaje.


Inscripción árabe hallada durante la restauración.


Interior de la torre del homenaje con los elementos de enlace entre los distintos niveles.


Reconstrucción discutible de un muro interior en el patio de armas del castillo.


Interior de la torre 7, rematada con una bóveda de granito con dos arcos paralelos.